Juego de Manos - El resultado de una batalla

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - El resultado de una batalla

Luego de la conflictiva antesala y el posterior proceso de votación de la Reforma Energética, el escenario político nacional se complica, toda vez que este hecho (cantado como victoria por el ala opositora) sienta un precedente en el poder legislativo. Esta primera derrota presidencial en el Congreso de la Unión debe ser una llamada de atención para el grupo parlamentario morenista, que deberá reconfigurar su estrategia de negociación para poder dar seguimiento a la agenda parlamentaria remitida por el ejecutivo federal. La rigidez del bloque opositor, aunque no representa una derrota fulminante, sí debe considerarse.

En ese sentido, a partir de la ya predecible negativa de la ley, la narrativa pasó del sentido positivo (por las llamadas virtudes de la reforma) al negativo, condenando las acciones de los contrincantes, al llamarlas una traición a la patria y al pueblo. Los dimes y diretes, desde temprano y hasta la fecha, han sido incesantes.

Por ello, la dirigencia de Morena propuso la creación de tendederos de denuncia a quienes llama “traidores a la patria” para colocarse en plazas públicas de distintos puntos de la República y a la vista de toda la población. Mientras tanto, entre las exclamaciones de triunfo, la oposición señala a los tendederos como un ejercicio de violencia que pone en riesgo su seguridad.

¿Cómo podemos interpretar estas acciones? En primer lugar, debemos observar la guerra de narrativas que existe en todos los niveles, a partir de una búsqueda incesante por el favoritismo de la opinión pública. El partido oficial, abanderado por el presidente de la República, lleva una ventaja considerable, dada la exposición mediática del ejecutivo y su capacidad de poner temas en la agenda. Independientemente de filias y fobias, debe ser claro que el presidente es una persona sumamente política, quien sabe cómo hacerse de los focos y que, sobra decir, no le gusta prestar. De ahí la permanencia de su imagen en el imaginario colectivo.

Por otro lado, hay que tener presente que esta no fue la definición de una guerra, sino  el resultado de una sola batalla. El listado de reformas constitucionales impulsadas por el ejecutivo estatal aún no concluye, y se avecina una discusión por la reforma en materia electoral que apunta, entre otras cuestiones, a las diputaciones plurinominales.

Será crucial para el ala oficialista preparar sus fichas de negociación y hacer los cálculos necesarios para determinar el tiempo en que se presenta y pone a votación este proyecto legislativo, ya que la temporalidad cobra especial importancia en el contexto presente, donde la carrera por el 24 y el tiempo de definiciones hacen que las piezas de este rompecabezas se muevan en todo momento.

Es decir, la importancia de la reforma no aprobada va más allá del contenido mismo, puesto que sienta, además un precedente para los futuros procesos que se pretendan llevar a cabo en el Congreso de la Unión. Esto no solo se trata de la llamada soberanía energética o de políticas anticuadas, sino de un campo de batalla que define, día con día, el desenlace de esta administración y el resultado del próximo proceso electoral.

Valdría la pena analizar con detenimiento la efectividad de esta estrategia de comunicación, que ha sido usada hasta el cansancio durante esta administración puesto que, el problema de dividir el discurso entre nosotros y ellos, es que genera un espacio de unificación a las voluntades detractoras. Por eso, la corona de la oposición es un título políticamente valioso, ya que puede converger el apoyo de quienes no simpatizan con el presidente y el partido (tan pocos o muchos sean). En otras palabras, hay que checar bien el arma que se utiliza para que no les salga el tiro por la culata. Aguas.

 

Las reformas constitucionales

 

Dos nuevas reformas constitucionales han sido remitidas por el presidente al Poder Legislativo. La primera, en materia electoral, pretende someter a votación a magistrados y consejeros electorales, reducir (o eliminar) las representaciones plurinominales  y federalizar los procesos electorales, es decir, que sea un único órgano Electoral quien se encargue de las elecciones y que no exista una duplicidad con las instituciones locales. La segunda tiene que ver con la Guardia Nacional y tiene como finalidad incorporar a esta institución de seguridad a la Secretaría de la Defensa Nacional.

La responsabilidad de los coordinadores parlamentarios —todos— será mayor que en la primera parte del sexenio. Las negociaciones y las discusiones serán más duras que antes. Reformas sencillas, como la recientemente aprobada del litio, podrán pasar sin mayor problema por el bloque morenista; no obstante, pasar las reformas a la constitución, que son de especial interés para el presidente, será sumamente complicado.

 

Por cierto

 

La Universidad de Westminster, en la Ciudad de Salt Lake, Utah, Estados Unidos, abrió una clase cinematográfica enfocada en la pornografía para sus estudiantes. El curso ofrece el análisis de estos contenidos para observar la sexualización de clase, de género y de raza; así como a la pornografía como una forma de arte alternativa.

La propuesta es interesante. Es innegable la amplia presencia de este tipo de contenidos en internet, así como fácil acceso y consumo por cualquier persona que tenga acceso a la red. No obstante, la discusión abierta, multitudinaria y visible dentro de la agenda es escasa (más allá de los juicios de valor y las condenas morales/religiosas/tradicionalistas.

La virtud de este curso es, en el papel, que permitirá observar con detenimiento las películas pornográficas con un ojo crítico, para analizar los impactos sociales que tienen y que sociabilizan a millones de personas. Más allá de la moral y el pudor, la pornografía —como el primer y único acercamiento a una “educación sexual” para millones de personas alrededor del mundo— tiene repercusiones en el entendimiento de la sexualidad, de los roles de género y las dinámicas sociales.

Abrir la  conversación académica y pública en torno a estos contenidos podría sentar las bases para reformar su formulación, las condiciones de la industria y sus integrantes; y su comercialización. Asimismo, socializar estos análisis podrían tener un impacto positivo para disminuir las brechas de género que existen en materia sexual, como lo es la responsabilidad —hoy casi socialmente unilateral—del cuidado y el placer (es decir, la desigualdad en cuanto a quien debe portar protección y con qué tanta —o tan poca— frecuencia alcanza el orgasmo un genero con respecto a otros), y demás aspectos importantes.

 

La educación sexual no es solo llevar globos a la fiesta:

diegopachecowil@gmail.com