Incrementa violencia de hijos contra padres
Se trata del fenómeno llamado ¨filio parental¨, que se registra en distintas edades
Existen nietos que maltratan física y psicológicamente a sus abuelos
La Dirección de la Instancia de la Mujer en Jojutla reportó un incremento en la violencia. La pandemia de covid-19 ha impedido la “realización de talleres presenciales”, por lo que han detectado conflictos de hijos hacia padres (fenómeno “filio parental”).
Expuso que este tipo de beligerancia no sólo son “berrinches” de los vástagos. Hay casos en que los nietos maltratan a los abuelos, o que los adolescentes “actúan de manera inapropiada”.
Asimismo, Érica Herrada Cué, perteneciente a la instancia, agregó que, con lo antes descrito, se generan “violencias emocionales y psicológicas”; por ende, los paterfamilias tratan que sus percepciones salarias “cubran” las necesidades de los hijos; empero, “muchas veces”, éstos “exigen celulares, i pone… Y no tenemos…”.
De igual forma, externó que, en suma, aquéllos realizan “conductas inapropiadas, manipulaciones”, que se traducen en las siguientes frases: “Me voy a ir de la casa si no me compras esto; eres una tonta; si no me compras esto, no estudio…”, entre otras, “haciendo situaciones que no son propiamente correctas”. Así, concluyó que no se deben subestimar estas tendencias en familiares y amigos.
En tanto, recién, en una ponencia virtual, Amelia Arcos Enríquez, experta en este tópico, manifestó que este escenario comprende “agresiones reiteradas”, que se deben identificar (para contrarrestarlas): física (empujones, pellizcos, golpes, jaloneos, patadas y bofetadas), psicológica (amenazas, gestos, insultos, descalificaciones, chantaje emocional, “ruptura de objetos apreciados”, “mártir”) y económica (la presión sobre la obtención de objetos).
Si cada una de las enlistadas “son permitidas desde la infancia”, al paso del tiempo no serán “una cosa de gracia”, asentó la criminóloga. Éstas tendrán “una repercusión directa”. Estas actitudes no sólo son en los primeros años de vida: van consigo en las distintas “etapas de desarrollo”. “Los hijos se estresan; jalan al abuelito…”.
Precisó que el segundo tipo de violencia, a veces, es “imperceptible; no se detecta”, pero, sus efectos “sí se dan”. Entonces, se “pierde la figura de autoridad”. Se “etiquetan”, en algunos casos, a los padres, “ridiculizándolos” con palabras “simples”.