Inclusión Educativa en la UAEM - Escritura de la pluralidad, la negación y la falsedad: Lengua Escrita

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Inclusión Educativa en la UAEM - Escritura de la pluralidad, la negación y la falsedad: Lengua Escrita

En las primeras investigaciones sobre la Lengua Escrita que realzó Emilia Ferreiro y colaboradas y colaboradores (casi siempre son colaboradoras), está el criterio acerca dos elementos diferenciadores en los niños sobre el material escrito, antes de que logren comprender que hay una correspondencia entre la emisión oral y lo que se escribe. Desde este punto vista los niños consideran qué es lo que se escribe y qué es lo que se lee o puede leerse. Son dos cuestiones diferentes. Por ejemplo, en el enunciado MAMA COMPRO TRES TACOS, algunos niños responden que está escrito “mamá” y “los tres tacos” y te pueden señalar “mamá” en MAMA (no porque descifren sino porque “así se comienza”) “un taco” en COMPRO, “otro taco” en TRES y “otro taco” en TACOS. Y rematan “uno, dos, tres; tres tacos”. Y cuando se lee se lee “mamá compró tres tacos”, sin alterar en el enunciado que se la ha señalado como que eso dice la escritura. Se ve claro que se escribe de una forma y se lee de otra distinta, pero relacionada al significado, pero no a la emisión oral.

 

Se quiso probar qué ocurre con el plural y la negación de un enunciado, en niños de este nivel de conceptualización acerca de la Lengua Escrita. Hubo varias situaciones experimentales a probar para evidenciar la consistencia del razonamiento del niño con respecto a esta consideración. Se propuso UN PAJARO VUELA. Se le indica que ahí está escrito “un pájaro vuela”, se verifica que el niño le haya quedado claro y se le pregunta ¨ ¿Qué es lo que te dije que está escrito ahí?”, si el niño responde “un pájaro vuela” se continúa. Algunos niños dicen “un pájaro que vuela”, se les corrige y si siguen así, se continúa de la misma forma. Aunque queda registrado esta ligera modificación. Se continúa, “Si yo quisiera que ahora dijera ´dos pájaros vuelan´, ¿qué tenemos qué hacer? ¿qué tenemos que cambiar?”. Algunos niños que ya consideran que las partes de la oración corresponden a partes de la emisión sonora, pueden sugerir que “donde dice ‘un’ ahora diga ‘dos’”. Sugieren cambiar el artículo indefinido UN por el adverbio de cantidad DOS. En este momento UN como artículo pasa a ser considerado, retroactiva o reversiblemente, un adverbio de cantidad también (‘un’ como ‘uno’). Pero aquí falta el plural de PAJARO agregar una S. No todos lo niños logran esta respuesta. Pero sí hay quien lo haga, sin atender todavía el descifrado. Por deducción lógico-gramatical.

 

Otros niños que están en la idea de que lo que se escribe es propio de la escritura para que diga o pueda decir el significado deseado, aunque se lea una interpretación armónica con la oralidad, paralelamente. Sugieren que se repita el enunciado abajo del original, esto es escribir dos veces UN PAJARO VUELA y así se pueda leer “dos pájaros vuelan”. Este tipo de soluciones en el niño son muy llamativas y por un tiempo se pensó que el niño considera la representación escrita como una representación gráfica del objeto. Esto es, igual que en el dibujo, se dibujan dos pájaros, se escribe dos veces el enunciado. Emilia, advirtió en su momento oportuno que no se puede interpretar de este modo. Que era una interpretación apresurada de la respuesta del niño. La escritura no deviene del dibujo, ni psicogenética, ni socio genéticamente (históricamente). Esta interpretación sería que el niño hace una reflexión simbólica y no de carácter lingüístico. Se llegó a pensar que se trataba de un nivel simbólico y luego pasaban al nivel lingüístico. Éste, solo para el nivel silábico de escritura, silábico alfabético y alfabético (no convencional y convencional). La “Prueba Monterrey” todavía así lo indica en su perfil de niveles conceptuales de la Lengua Escrita.

Se trata en todos los niveles de conceptualización de la Lengua Escrita, de una reflexión metalingüística. La escritura deviene del garabato en el niño. El dibujo, también. Pero no depende directamente del dibujo la escritura. Coincidiendo con otras investigaciones reportadas por Vygotski, en su capítulo de “la prehistoria del lenguaje escrito” de experiencias que realizó Luria con niños pequeños, al respecto.

Siguiendo con los niños de la investigación de Emilia y colaboradores, se tiene lo que corresponde a la escritura de la negación. Se le dice al niño cómo le haríamos para que donde dice UN PAJARO VUELA ahora diga “no hay pájaros”. Hay una resistencia muy notoria en que eso pueda ser escrito. Algunos dicen “que se borre todo y así ya dice…” No terminan de decirlo, cuando se dan cuenta que si se borra todo no dice nada. Que eso no es posible. Otros transforman el enunciado original y “pájaros que no hay”. Negar directamente “pájaros” les cuesta trabajo. Y pasan a interpretar la falsedad a modo de negación. “No se puede escribir ‘no hay pájaros’, porque no es cierto que no haya pájaros, si sí hay”. Esta es otra reflexión del niño, que las falsedades no se escriben.

Hubo un niño en la muestra de investigación de Monterey, que propuso una solución muy original, después de varios intentos que no lo satisfacían. “Ya sé, copias debajo de UN PAJARO VUELA, otra vez, pero con las letras chuecas. Así, sí puede decir ¿no hay pájaros’”.

Los niveles presilábicos de escritura en el niño no son “simbólicos” son también, lingüísticos. La escritura es un campo de la psicolingüística psicogenética en el niño y socio genética en la historia de la escritura.

 

 

Volviendo a las situaciones experimentales de Luria, que comenta Vygotski, lo que hacía es que le ponía al niño a su alcance una hoja en blanco y un lápiz para que los usara espontáneamente, sin ninguna indicación. Le mencionaba un listado de palabras, para que las repitiera de memoria. Iba incrementando la lista. Cuando el niño sentía que ya no iba a poder reproducir el listado por la retención mental de las mismas. El niño tomaba la hoja de papel y el lápiz. Hacía unos garabatos diferentes para cada palabra diferente que quería recordar, como una ayuda nemotécnica. No escribía la palabra, porque eran niños pequeños que no escribían convencionalmente. Así lograba reproducir un listado mayor de palabras. El garabato o huella gráfica servía para apoyar la memoria. Esta función para la memoria es una de las principales funciones históricas de la historia de la escritura y de la escritura de la historia. Ahora sí, este es el origen de la escritura en el niño. El grabado, no el dibujo

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