Mucho ruido y pocas nueces en el combate a la corrupción
En opinión de Roberto Salinas
La creación de los Sistemas Anticorrupción fueron una iniciativa que nació de la sociedad, se pensó que creando organismos de coordinación encabezados por ciudadanos se podría atender este problema y combatirlo frontalmente.
Los actores políticos de entre 2013 y 2015 cedieron en este proceso, pero solo como un membrete, como una acción mediática, el corazón del combate a la corrupción seguiría en sus manos. Fuimos muy ingenuos en la sociedad y pensamos que las cosas estaban cambiando.
Morelos es un ejemplo nacional de simulación, de complicidad, de reparto de cargos y de cambiar para que sigamos igual. Cambios de procuradurías a fiscalías, de una auditoría superior de fiscalización a una entidad de fiscalización, pasamos de 3 a 5 comisionados del instituto de transparencia, se creó el Tribunal de Justicia Administrativa y el Comité de Participación Ciudadana que encabezaría el Sistema Anticorrupción. Mucho ruido y pocas nueces.
Hoy el Comité Coordinador del Sistema Anticorrupción de Morelos está más preocupado en retrasar los tiempos de entrega de las declaraciones patrimoniales que en dar resultados en la prevención y combate a la corrupción. Ya no realizan sesiones con transmisión en vivió ni conocemos el contenido de su trabajo.
La Fiscalía Anticorrupción es una institución que no transparenta el número de denuncias, éstas podrían ser de más de 500 al año y por supuesto no sabemos cuál es su eficiencia. Está más preocupada en amedrentar a la Auditoría que audita a la Fiscalía del estado que en dar resultados. Su titular fue elegido por el Congreso en 2016 a pesar de los conflictos de interés que tenía con el gobierno de Morelos ya que se desempeñó como Consejero Jurídico.
La Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización de Morelos (ESAF) está subordinada al Congreso, es la Auditoría a la que menos se le invierte en el país, tan solo $17.60 por cada habitante, por lo que cuenta con pocos funcionarios y mal pagados, susceptibles a la corrupción. Si la Auditoría de Morelos tuviera de presupuesto $ 50 por cada habitante (promedio nacional), debería contar con un presupuesto de 95 millones. Por ello, para muchos, es conveniente tener una Auditoría paralizada, con más instituciones por auditar que número de funcionarios (94). La ESAF no está bien, tiene muchos pendientes, auditorías con más de 5 años sin concluir o publicar.
Se ha anunciado que se va a crear una nueva auditoría, sería la cuarta en menos de 20 años, avalada por legisladores con conflicto de interés ya que cuatro fueron alcaldes en el trienio pasado y ahora deben revisar su gestión, otras dos legisladoras fueron reelectas y no han comprobado el uso de recursos, mismos que deben ser auditados por la ESAF.
La Contraloría del Estado tiene un programa denominado Golazo a la Corrupción con escasos resultados, con poca transparencia en lo que audita y su estatus, tiene un sistema de denuncias con muchas deficiencias y que desincentiva a los ciudadanos a denunciar.
El Instituto de Transparencia queda aún a deber, con cinco comisionados no se ve para cuando pueda atender el rezago se resoluciones a las quejas por falta de información que se tramitan contra las instituciones públicas. Semanalmente atiende no más de quince resoluciones, pero sus números deben estar por arriba de las 1,000 quejas pendientes y se siguen acumulando.
El Comité de Participación Ciudadana está alejado de la ciudadanía, no interactúa con ellos, se preocupa más de complacer a los integrantes del Sistema Anticorrupción que de atender los cambios que requiere. En la Plataforma Nacional de Transparencia ni tiene activas sus obligaciones de transparencia.
Lo que pasa en Morelos pasa en otros estados, pero quizá en pocos haya una coordinación para simular, para ir lento, en eso podemos destacar.
Para tener un Sistema Anticorrupción eficaz y real, lo primero que podrían hacer es:
- Legislar (Congreso local) para que todas las designaciones del Congreso sean transparentes y profesionales
- Evaluar el desempeño de la Fiscalía Anticorrupción y el conflicto de interés que presenta.
- Dar autonomía a la Auditoría, aumentar su presupuesto, transparentar todas las auditorías pendientes y cumplir con el Servicio Profesional de Fiscalización.
- Transparentar el trabajo de las instituciones integrantes del Sistema Anticorrupción.
- Publicar las declaraciones patrimoniales en la Plataforma Digital Nacional, dotar de recursos suficientes a la Contraloría estatal para su sistema de denuncias y transparentar sus auditorías fortaleciendo la participación ciudadana.
Si en verdad se quiere pasar de una simulación en el combate a la corrupción a un estado de justicia y desarrollo, los integrantes del Sistema Anticorrupción deben hacer un cambio radical a su trabajo y resultados. Morelos ya no puede esperar más, necesitamos funcionarios comprometidos con los ciudadanos no con sus cuates, cuotas y grupos.