Guardianas de la Naturaleza
En opinión de Lorena Elizabeth Castillo
Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres es un objetivo en el que la sociedad mexicana, sin duda ha avanzado mucho, no así en lo que toca a las mujeres que habitante en zonas fuera de las grandes zonas urbanas, ya que la marginación social de las mujeres, implica también que vivan además en condiciones de pobreza y falta de recursos para actividades agrícolas.
El tema de esta colaboración viene a propósito de que el pasado 15 de octubre se conmemoró el Día Internacional de las Mujeres Rurales, sector que, según datos de la ONU, constituye una cuarta parte de la población mundial.
La importancia de este recordatorio radica en que son las mujeres de las áreas rurales y agrícolas las que aseguran la mitad del sustento alimenticio planetario y las que cuidan y preservan el medio ambiente y la biodiversidad.
Como agricultoras las mujeres campesinas e indígenas que no han emigrado a las ciudades, han aprendido a hacer frente al cambio climático y adaptarse a él, por ejemplo, practicando una agricultura sostenible, cambiando al uso de semillas resistentes a la sequía o liderando iniciativas de reforestación y recuperación.
Muchas de ellas, a través de su conocimiento ancestral o capacidades como agricultoras, empresarias o activistas, lideran iniciativas de concientización y desarrollan estrategias de resiliencia en sus comunidades.
Aunado a todo lo anterior, la participación de las mujeres rurales es crucial para identificar riesgos y proteger a sus familias y comunidades, convirtiéndolas en agentes de cambio frente al calentamiento global, por el bien de ésta y las futuras generaciones.
Es urgente promover su labor como proveedoras de alimentos a la vez que protectoras del medio ambiente; reivindiquemos su participación en la toma de decisiones dentro de sus comunidades y zonas rurales en las que puedan contar con las mismas oportunidades que los hombres.
Las políticas públicas de los gobiernos encabezados o no por mujeres, deben promover los derechos humanos de las mujeres rurales como sostenedoras de la naturaleza para nuestro futuro colectivo: construir resiliencia climática, conservar la biodiversidad y cuidar la tierra para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas.
Por todo lo anterior y sin temor a exagerar, a las mujeres rurales debemos considerarlas y respetarlas como auténticas guardianas de la Naturaleza y de nuestro futuro