Escala de Grises - Sucesión presidencial
En opinión de Arendy Ávalos
Arendy Avalos 
El lunes 5 de febrero, Andrés Manuel López Obrador presentó un paquete con 20 reformas. De acuerdo con el presidente, esta propuesta tiene la intención de modificar los errores cometidos durante el periodo neoliberal. “Las reformas buscan fortalecer ideales y principios relacionados con el humanismo”, declaró.
El paquete de reformas (18 constitucionales y dos legales), según el mandatario, también están relacionadas con el actual movimiento de transformación actual. Entre ellas se encuentran ejes como la defensa de pueblos y comunidades indígenas, el aumento a la pensión de adultos mayores y personas con discapacidad, así como otros apoyos sociales, atención médica, prohibición de drogas químicas y salario mínimo.
Además de educación, trabajo, uso de recursos naturales, transporte, seguridad y austeridad republicana, AMLO también planteó la eliminación de los órganos autónomos y la reducción de recursos a partidos políticos. Todo en beneficio del pueblo y en contra de la corrupción, por supuesto.
Como ya es costumbre, la noticia se convirtió en un tema retomado por diversas personalidades; entre ellas, Claudia Sheinbaum, la aspirante de Morena a la silla presidencial. La protagonista de la coalición “Sigamos haciendo historia” informó a la población que estas iniciativas estarán presentes en su propuesta electoral.
Para sorpresa de absolutamente nadie, Claudia Sheinbaum confirmó que no cometerá parricidio, lo que implica que no cuestionará los planes de López Obrador para continuar con su proyecto de transformación. ¿Qué significa esto? Que, de resultar ganadora en la contienda electoral, el mandato no le pertenecerá, por lo menos no en su totalidad.
A pesar de que las campañas oficiales inician el primer día de marzo, Sheinbaum ya convocó a la “unión y movilización del pueblo de México para avanzar en la transformación de nuestro país”. No hubo cuestionamientos, no hubo modificaciones y eso puede ser un foco rojo. Cuidado. La absoluta confianza en proyectos ajenos es peligrosa.
En este momento, Claudia Sheinbaum se enfrenta a la decisión de determinar qué es lo que realmente quiere. ¿La aprobación de quién es la que va a perseguir durante los próximos meses y durante su gestión? Aunque así parezca para algunas personas, no es lo mismo la aprobación de la población que la del actual presidente.
Y es que reforzar el discurso y apelar a las mismas pulsiones no debería ser sinónimo de repetir los mismos errores. ¿Por qué retomar las propuestas de una administración que, por lo menos de manera formal, tiene un pie en la puerta? Independientemente del partido al que pertenecen y del movimiento que intentan implementar en el país, continuar con los grandes proyectos de AMLO sin tener voz puede ser el error más grave de su carrera política.
Si lo abordamos desde la perspectiva de género, el hecho de tener una mujer presidenta resulta importantísimo (en superlativo) para la historia nacional, eso nos queda claro. Sin embargo, no podemos dejar de preguntarnos si esa mujer también tendrá la posibilidad de tomar decisiones sobre su gobierno o no.
Ese tipo de cuestiones hay que tomarlas en cuenta en todo momento, especialmente durante los siguientes meses. Andrés Manuel sabe utilizar los recursos en su favor y es un gran político (no así un gran presidente), eso nos queda claro. ¿Podrá Claudia marcar una diferencia significativa o tendremos que buscarnos un nombre para una nueva edición del Maximato? Ya sabemos lo que les pasa a quienes no conocen la historia, ¿cierto?
Están condenadxs a repetirla:
@Arendy_Avalos en X y Threads
