Regalarán nochebuenas a cambio de botellas de pet
El ayuntamiento de Cuernavaca, a través de la Fiscalía Ambiental de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos (SDSySP), realizará este lunes 08 de diciembre una iniciativa ecológica y navideña que invita a la población a participar en el intercambio de botellas de PET por una nochebuena gratuita. El objetivo es impulsar prácticas sustentables durante la temporada decembrina y disminuir el impacto ambiental del consumo plástico.
La fiscal ambiental, Wendi Salinas Ruiz, explicó que esta campaña responde a las indicaciones del alcalde José Luis Urióstegui Salgado, quien ha instruido fortalecer las políticas públicas enfocadas en el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las familias, por lo cual, en el marco del Día Nacional de la Nochebuena por cada conjunto de 10 botellas, la dependencia entregará una maceta de nochebuena como reconocimiento al compromiso de la ciudadanía con el reciclaje y la reducción de residuos.
Esta iniciativa forma parte de las acciones que el municipio impulsa para consolidar una visión ambiental más responsable y comunitaria, especialmente durante el mes de diciembre, cuando aumenta el consumo de envases y materiales desechables. La campaña busca no solo reciclar, sino también sensibilizar a la población sobre la importancia de separar y reutilizar los residuos desde casa.
La flor de Nochebuena, conocida en náhuatl como Cuetlaxóchitl, que significa "flor de cuero" o "flor que se marchita", es un símbolo fundamental de la Navidad a nivel global. Su origen es completamente mexicano, nativa de regiones tropicales y subtropicales de México, lo que la convierte en un regalo invaluable de nuestro país para el mundo.
Cada temporada decembrina, millones de hogares y espacios públicos se engalanan con sus brácteas (hojas) de colores vibrantes, predominantemente rojas, creando una atmósfera festiva instantánea.
Más allá de su evidente valor ornamental, la producción de esta flor representa una actividad económica crucial para miles de familias productoras en diversas entidades de la República. Este cultivo estacional genera una importante derrama económica y un gran número de empleos directos e indirectos, desde la siembra y cuidado durante meses hasta su cosecha y distribución final.
La flor de Nochebuena es, por ende, un pilar del sector florícola nacional, dinamizando las economías locales justo a tiempo para el cierre del año.
El estado de Morelos tiene un papel protagónico en este escenario productivo, consolidándose como uno de los principales productores a nivel nacional.
El clima y las condiciones geográficas del estado son ideales para el desarrollo óptimo de la Euphorbia pulcherrima, permitiendo obtener plantas de alta calidad y belleza. Esta producción morelense no solo abastece la demanda interna, sino que también contribuye a la exportación de estas plantas, llevando un pedazo de México a mercados internacionales.
Ciertamente, el cultivo de Nochebuena en Morelos es un motor de desarrollo rural, brindando sustento a comunidades enteras que han perfeccionado las técnicas de cultivo a lo largo de generaciones.
Los productores morelenses dedican meses de arduo trabajo, que a menudo comienzan desde junio, asegurando que las flores alcancen su máximo esplendor justo a tiempo para las festividades navideñas. La dedicación y el conocimiento ancestral se combinan con prácticas agrícolas modernas para garantizar una cosecha exitosa.
De hecho, la riqueza genética de la Nochebuena mexicana es vasta, con más de cien variedades nativas identificadas, aunque las variedades comerciales a menudo se basan en patentes extranjeras. Rescatar y promover las variedades nacionales es un desafío importante para los investigadores y productores mexicanos, buscando preservar la diversidad biológica original y potenciar su cultivo. Morelos juega un rol vital en la conservación de esta riqueza genética.
Socialmente, la Nochebuena fomenta la unidad familiar y comunitaria, pues su presencia es un recordatorio visual de la paz y la esperanza asociadas con la temporada navideña. La tradición de adornar con estas flores se ha arraigado profundamente en la cultura mexicana, siendo un elemento indispensable en altares, nacimientos y decoraciones, uniendo a las personas en torno a símbolos compartidos.
Un aspecto a considerar es el desafío que representa la competencia con las variedades patentadas internacionalmente, que dominan gran parte del mercado global y generan millones de dólares en ventas. Los productores mexicanos, incluidos los de Morelos, trabajan para mantener su relevancia en un mercado competitivo, destacando la calidad y el origen auténtico de sus flores.
Específicamente en Morelos, la actividad productiva de la flor de Nochebuena ha llevado a la implementación de programas y festivales locales que celebran esta tradición y promueven su consumo justo. Estos eventos no solo impulsan la economía regional, sino que también educan al público sobre la importancia cultural y biológica de la flor originaria de la zona.
Asimismo, es esencial reconocer que detrás de cada flor hay un esfuerzo considerable y un ciclo de cultivo que demanda atención meticulosa a factores como la luz, la temperatura y el riego. Este cuidado intensivo subraya la pericia de los agricultores morelenses, quienes manejan estos delicados equilibrios para producir las plantas sanas y coloridas que llegan a nuestros hogares.
El reconocimiento del 8 de diciembre como el Día Nacional de la Nochebuena en México ayuda a visibilizar y honrar esta flor emblemática y a sus cultivadores. Esta fecha conmemorativa sirve como plataforma para recordar al público el orgullo nacional que representa esta planta y la labor constante de quienes la hacen florecer cada año.
Redacción

