Escala de Grises - La transformación de la tradición

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - La transformación de la tradición

En vísperas de su primer Grito de Independencia, el presidente solicitó que el festejo fuera pacífico y fraterno. Aunado a esto, anunció que gritaría un total de 20 ¡vivas!: “La Cuarta Transformación significa también alegría y recordar a los que nos dieron patria, justicia y libertad”, dijo en un video; tras invitar al pueblo mexicano a acompañarlo en el Zócalo de la Ciudad de México.

Después del anuncio, Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada, no perdieron la oportunidad de expresar su opinión: “¿Para qué distorsionar la tradición del grito, una ceremonia que nos une a los mexicanos? ¿Se trata de hacer que también eso nos divida?” y “El grito soberbio de López es para sí mismo y los 20 ‘vivas’ son para satisfacer su gigantesco ‘ego’”, comentaron respectivamente en sus cuentas de Twitter.

A pesar de estas declaraciones, el evento del 15 de septiembre en la CDMX se realizó sin ningún percance y tuvo un impacto positivo en la percepción de López Obrador como presidente. El festejo tuvo una duración aproximada de nueve horas, se transmitió en vivo y estuvo conformado por presentaciones artísticas de los 32 estados de la República.

Minutos antes de las once de la noche, las 130 mil personas que asistieron al evento (según datos de la secretaría de Seguridad Ciudadana) aclamaban a López Obrador con gritos como “es un honor estar con Obrador”.

AMLO, acompañado de su esposa, la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller; apareció en el balcón de Palacio Nacional, momentos después de recibir la bandera. Los “vivas” estuvieron dedicados a la Independencia, Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende, Leona Vicario, las madres y padres de nuestra patria, los héroes anónimos, el heroico pueblo de México, las comunidades indígenas, la libertad, la justicia, la democracia, nuestra soberanía, la fraternidad universal, la paz y la grandeza cultural de México.

Tras el último “¡Viva México!”, las y los asistentes enardecieron en aplausos, y empezaron a corear “sí se pudo”, “presidente” y “no estás solo”. Estas mismas muestras de apoyo popular se observaron en Twitter, plataforma en la que varias cuentas expresaban su conformidad con lo sucedido y celebraban tener a un presidente que les representara de verdad.

A partir de los buenos resultados y la aprobación que desencadenó la conmemoración de la Independencia en la Ciudad de México, podemos tomar en cuenta aspectos importantes sobre la percepción que se tiene de López Obrador.

Las modificaciones a la ceremonia “tradicional” del Grito de Independencia fueron un completo acierto. Desde la invitación, hastael ánimo reflejado en aspectos tan simples como el pasillo vacío por el que desfilaron el presidente y la no primera dama.

Al contrario de lo que opinó Vicente Fox al respecto, cuando dijo “que solito y poca cosa se veía López en el balcón de palacio”, la planeación de este año nos demostró que AMLO está dejando ver una diferencia muy marcada en lo que respecta a administraciones anteriores y coherencia en lo que respecta a la austeridad.

Lo mismo sucedió con el festejo dentro de Palacio Nacional, donde, en vez de cena de gala, hubo una variedad de antojitos mexicanos para 500 invitados; entre los que se encontraban integrantes del gabinete, los subsecretarios y 90 embajadores, cada persona con un boleto más para algún acompañante.

Los “vivas” agregados son una excelente muestra de reconocimiento incluyente, no sólo para los personajes que participaron en la Independencia, sino también para los elementos que forman parte indispensable de la nación y que López Obrador ha involucrado en la imagen de su gobierno.

Algunas personas expresaban su consternación porque “todo salió muy bien, muy bonito”, pero no hay que olvidar que nuestro presidente está hecho para eventos así, para ser el protagonista y recibir todos los vítores que la gente esté dispuesta a entregarle. El tono de su voz, su postura y su rostro no hacían más que reflejar satisfacción.

Y no es para menos. Después de 18 años buscando estar en ese lugar, López Obrador ha logrado posicionarse en la historia como el presidente al que la gente apoyó genuinamente. Un gran porcentaje de la ciudadanía se sintió representado por AMLO y eso es algo que nadie podrá borrar, por lo menos de esa noche.Por otra parte, este es el primer año y nada más han pasado 10 meses de La Cuarta Transformación, habrá que ver cómo avanza el presente gobierno y lo que nos trae el tiempo las próximas cinco vueltas al sol.

Sí, el 15 de septiembre fue un evento emotivo sin precedentes en el que la gente argumentaba que, por fin, tenían “algo qué festejar”; empero, si sabemos reconocer los aciertos, también debemos seguir pendientes de los errores del gobierno.

La inseguridad, la violencia, los feminicidios, la impunidad, los elevados índices en homicidios dolosos y desapariciones, el crimen organizado y la postura del presidente respecto a los temas anteriores; me motivan a pensar que el último “viva” está incompleto: ¡Que viva México, pero que viva en serio!

 

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