Escala de Grises - La Línea Dorada

El 3 de mayo de 2021, pasadas las diez de la noche, un paso elevado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México se desplomó. La tragedia en la que dos vagones del tren cayeron sobre la avenida ocasionó la muerte de 26 personas y dejó a casi 100 más con heridas significativas.

Tras dos años y medio de impunidad en el caso, de que ninguna persona se hiciera responsable de lo ocurrido y de meses enteros de presuntas reparaciones en la estructura, el martes 30 de enero se reabrió la llamada “Línea Dorada! con la presencia de las autoridades de la CDMX.

Martí Batres, jefe de Gobierno, encabezó un evento desde la estación Tláhuac para asegurar que, “después de un trabajo profesional y técnico”, la línea es completamente segura que podrá reconectar el suroriente con el resto del territorio capitalino, lo que beneficiará enormemente a la población.

Por otro lado, el director del Sistema de Transporte Colectivo también aseguró que se habían comprobado todas las pruebas de seguridad, por lo que las 20 estaciones distribuidas en 25 kilómetros son absolutamente confiables para los 400 mil usuarios que viajan cada día desde Mixcoac hasta Tláhuac.

Sin embargo, en ningún momento se habló sobre las víctimas que perdieron la vida mientras regresaban a casa. No se mencionó que el accidente en cuestión se convirtió en el más mortífero del transporte hasta el momento. No se habló sobre las autoridades ni las constructoras involucradas, no se abordaron las omisiones ni la negligencia.

El olvido estuvo presente en el discurso de reapertura y lo mismo ocurrió con la justicia a lo largo de este tiempo. Como si el acuerdo reparatorio al que llegaron con las víctimas bastara como garantía de que una tragedia de tal magnitud no volverá a ocurrir. ¿Y la investigación? ¿Y el proceso en contra de los funcionarios, supervisores de obra y personal responsable?

El transporte eficiente es un elemento indispensable de todas las ciudades y, a pesar de la relevancia que tiene en la CDMX, las administraciones pasadas y presentes (ojalá futuras no) continúan restándole presupuesto y mantenimiento. La negligencia en el accidente de la Línea 12 está clara.

Las dudas que quedaron en el aire después del desplome no se han resuelto, a pesar de los acuerdos monetarios y las manos lavadas por parte de los exservidores públicos. ¿Por qué no se realizaron los trabajos de mantenimiento? ¿A dónde se fueron los recursos destinados a ese propósito?

La Línea 12 es la más reciente de todo el metro en la Ciudad de México y, aún así, la tragedia la alcanzó más rápido que a cualquier otra. ¿Cuáles fueron los errores iniciales de la construcción? ¿Cuál fue el material que se utilizó en su construcción y por qué no se pudo prever una situación como la ocurrida en mayo de 2021?

Ahora, no pequemos de ingenuidad y observemos la fecha precisa en la que terminaron los trabajos de reconstrucción y las pruebas de seguridad. ¿Realmente necesitaban más de treinta meses para que la Línea 12 del Metro funcionara de nuevo? ¿No necesitaban pruebas de seguridad y revisiones exhaustivas que tomaran más tiempo y arruinaran la jornada electoral?

Las coincidencias en este tema no existen y el gobierno de la Ciudad de México, así como la administración de López Obrador, lo tiene muy presente. Mientras Martí Batres celebraba un logro con el que estuvo mínimamente involucrado, el grupo de víctimas que no accedieron al acuerdo monetario propuesto exigía seguridad en el transporte y no es para menos.

Solucionar los errores cometidos en la Línea Dorada deben ir mucho más allá de reparaciones económicas, negociaciones millonarias entre el presidente y el dueño de la constructora. Se necesita un compromiso por parte de las autoridades citadinas para que una tragedia así no vuelva a ocurrir jamás.

¿Cómo? Sin corrupción, destinando los recursos necesarios al mantenimiento de las vías y los trenes, con capacitación constante a los operadores del metro y con mejores condiciones para los usuarios que destinan hasta cuatro horas de sus días para viajar a sus trabajos y esperan llegar seguras a casa.

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