Escala de Grises - De memorias y castigos

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - De memorias y castigos

El pasado cinco de junio, una serie de figuras públicas de la televisión mexicana e internet decidió promocionar (tal cual) entre sus seguidores el voto por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Aunque hubo quien le metió su toque personal y hasta aseguró que no le gustaba hablar sobre política, pues era un tema muy polémico, el discurso en las repentinas “opiniones” de las celebridades era prácticamente el mismo.

A través de una sesión de preguntas y respuestas en las que les preguntaban por quién votarían, estas personas decían que, después de haberlo pensado mucho e informarse al respecto (sic.) habían decidido optar por el PVEM, ya que las propuestas que manejaban eran las mejores. De manera orgánica (ajá) mencionaron la cuenta del Partido Verde, invitaron a sus seguidores a votar al día siguiente y siguieron con lo suyo.

Sin embargo, la comunidad en internet, como casi siempre, no pasó la situación por alto. Después de que 30 personas “influyentes” replicaran exactamente el mismo patrón, la situación estaba bastante clara. Además, esta fue la misma estrategia que usó la fuerza política en 2015, cuando solicitó a ciertos personajes que tuitearan algo respecto a sus propuestas.

Luego de que la situación se hiciera viral, la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) ordenó a las personas involucradas que eliminaran el contenido en el que sugerían que sus seguidores se inclinaran por dicho partido en las elecciones que ocurrirían el día siguiente (las más importantes en la historia del país, sobra decir).

Este tipo de comentarios ocurrió durante el periodo establecido como veda electoral por la misma casa de la democracia, lo que implica que tres días previos a la elección y hasta la hora del cierre, quedará prohibido difundir cualquier contenido que pueda mermar las preferencias electorales de la ciudadanía. Durante las elecciones del 2021, el periodo de veda electoral comenzó el 3 de junio y finalizó el 6 de junio, una vez que todas las casillas cerraron.

Lo más importante aquí es que esta regla no aplica únicamente para los partidos políticos o las personas participantes en el proceso electoral, sino para toda la ciudadanía, las autoridades, servidores públicos, etc. También los medios de comunicación están inscritos en esta norma, pues no se pueden publicar encuestas sobre la intención del voto o contenido que pueda influir de alguna manera en la sociedad.

Así es, estas personas forman parte de la ciudadanía y, por supuesto, tampoco podían haber hecho sus historias, aunque se tratara de una bonita dinámica de preguntas y respuestas. Ahora, usted podría decirme que eso es limitar su libertad de expresión y que sí, son personas públicas, pero también forman parte de la población votante.

¿Pueden hablar de política así como usted y yo hablamos con nuestros círculos cercanos? Claro. ¿Es un delito promover el voto por un partido que les pagó entre 10 mil y 20 mil pesos por mención? Por supuesto. ¿Se violó la veda electoral? Ya no tenemos dudas al respecto. ¿Esta es una muestra más de que al PVEM le importan muy poco las leyes? También es evidente.

Como habrá de imaginarse, los ataques en contra de estas 30 personas no tuvieron piedad alguna y más allá de los memes, esta situación es tan solo la punta de un iceberg que lleva años nadando entre lo que conocemos como “política mexicana”. Se lo decía en la Escala de Grises pasada, el hartazgo político y la desconfianza en las instituciones no son problemas recientes que llegaron con la administración de cierto presidente.

Respecto a la situación en particular, resulta impactante que un partido político prefiera pagar una multa de miles de pesos, además de una cifra exorbitante, con tal de generar polémica, de que su nombre logre resonar todo lo que no pudo durante los tres meses de campaña porque simplemente no había razón alguna para que las propuestas de esta “fuerza política” resultaran relevantes de alguna manera.

Ahora, resulta increíble que estas personas [no necesariamente necesitadas de dinero] decidan hablar sobre un tema que, como ya vimos, desconocen y, además, incurrir en un delito sin siquiera considerar lo que esto podría representar. Ese es otro de los problemas más graves, ¿no le parece? ¿Cómo ser conscientes del impacto de nuestra voz cuando no nos involucramos con lo que sucede más allá de nuestra burbuja de privilegio?

Una ciudad dividida

Uno de los fenómenos más comentados durante los últimos días fue la aparente división en la Ciudad de México respecto a los partidos que gobernarán las alcaldías durante los próximos años. Entre memes clasistas que utilizaban el contraste entre las zonas que triunfó el PAN o Morena para hablar de impuestos, conciencia de clase, Amar te duele y hasta acontecimientos históricos como el muro de Berlín, la decisión de la ciudadanía nos dejó clara una situación que, por lo menos de este lado de las letras, no esperaba hasta las siguientes elecciones presidenciales.

El triunfo de una coalición sin sentido frente al partido del gobierno en turno es un reflejo de los tantos errores que se han cometido desde la silla presidencial hasta los cargos de representación popular en la base de la pirámide, además de un retroceso… Aunque sea en términos de ideología, lo que nos lleva a otro punto bastante comentado durante los últimos años: la izquierda en México está inclinada hacia la derecha.

Finalmente, esto también representa que en la capital y en el país hace falta mucho para lograr una garantía de derechos humanos, una sociedad independiente, una economía justa, un alto a la precarización, visibilizar a los grupos minoritarios y atender sus necesidades, etc. No es que nos encante bailar “Follow the leader”, es que resulta muy complicado elegir entre opciones que parecen tan similares, aunque los discursos nos indiquen lo contrario.

Clap and wave:

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