¡¡Me dueles México!! - Mitad Bestia, Mitad Humano
En opinión de Alicia Vázquez Luna
Cuando decidí estudiar Derecho propios y extraños me recomendaban estudiar otra licenciatura, argumentaban que el Derecho no se hizo para las mujeres y otros decían que era muy fácil y que tenía cerebro para una ingeniería hasta me ofrecieron llegar a Ciudad Sahagún. ¡Necia! Estudié Derecho. Después vino lo peor, decidí por la materia penal, entonces fue cuando entendí: es más difícil el derecho que una ingeniería.
El comportamiento humano es i m p r e d e c i b l e. Eso es lo verdaderamente difícil. ¿Qué significa?
El cerebro tiene un conjunto de interrelaciones, una parte es pensante, razona, procesa y delibera. La otra es la del placebo, la emocional. Esto tiene su origen en la formación evolutiva del hombre mismo. El hombre durante millones de años solo funcionó por el placer, hasta que un día su cerebro evolucionó. Sin embargo, continúa el cerebro reptiliano actuando como una bestia.
Me van a disculpar, cuando un sujeto viola a una menor de edad, a una vulnerable niña, ¡ese sujeto es una bestia!
Los niños a pesar que la UNICEF se ha encargado de impulsar la consciencia de toda la humanidad en virtud de su vulnerabilidad, seguimos observando casos escalofriantes, degradantes de una humanidad que parecen no tener freno y como si el cerebro no hubiera evolucionado. Lo peor es que cuando nos enteramos de actos como los del fin de semana en la colonia Carolina donde un sujeto demostrando sus más bajos instintos bestiales violó y privó de la vida a una pequeña de tan solo seis años, no dejo de lamentar la degradación en la que estamos inmersos.
Más me duele ver que todos nos quedamos sentados, ya decía Albert Einstein “la vida es peligrosa, no por los malos, sino por los que nos sentamos a ver lo que pasa”. NO debemos permanecer solo con la indignación, es justo señalar que como sociedad ya debemos reaccionar. Hay un Congreso que requiere de la exigencia de los ciudadanos, un sistema de justicia que debe ser más consciente de las víctimas, porque el garantismo no debe ver solo a los reos, detenidos, imputados o acusados; hasta cuándo vamos a entender que todo lo que hagamos repercute en la sociedad. Si le apostamos al garantismo de los imputados, estos mismos nos sorprenderán algún día violentando nuestros derechos.
Los delincuentes de manera bestial atacan a nuestros niños, porque saben que hay impunidad, así que no temen por la reacción de los enjuiciadores.
Es también importante señalar que como sociedad no somos ni solidarios ni empáticos, tal parece que ya nos estamos acostumbrando al mal.
¿Por qué un sujeto viola a una niña de tan solo seis años y después la priva de la vida?
Algunos dirán ¿por qué su madre no estaba con ella, por qué estaba sola?
Con independencia de dónde estaba su madre o padre, nadie en ningún lugar ni en ningún tiempo debería atentar contra un menor de edad, sea niño o niña, solo o acompañada. Todos deberíamos estar buscando que se haga justicia en nombre de esa pequeña que no hacía daño a nadie. La filosofía china dice que para saber en qué nivel de degradación esta una sociedad solo basta analizar el trato a los niños. ¡Sí, nos estamos degradando!
¡Qué triste, qué dolor!
Le pido amable lector, elevar una oración por ese ángel que ya no está con nosotros y que ha sido víctima de una humanidad que no ha dejado de ser mitad bestia, mitad humano.
¡Me dueles México!