¿Desde dónde hablar de violencia?
En opinión de Dra. Roselia Rivera Almaza
El inicio del mes de abril de este 2022, el Estado de Morelos fue de nueva cuenta trending topic por diversos eventos relacionados con actos de violencia en sus diversas expresiones, todas ellas tan lesivas y al mismo tiempo tan comunes que ya no podemos decir que se trata de un fenómeno sorprendente ni extraordinario, sino que la violencia es una situación que con un alto grado de probabilidad puede ocurrirle a cualquiera.
Ahora bien, uno de los varios eventos de violencia que llamó la atención de colectivos y de ciudadanos es el relacionado con la reacción de los elementos de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, por las protestas realizadas en la Paloma de la Paz, donde un grupo realizó pintas al monumento y bloquearon la vía pública. El motivo fue denunciar un caso de violencia vicaria, señalando como víctima directa a la menor Nikté G.D. quien se dice fue sustraída por su progenitor a quien además se le atribuye tráfico de influencias. Importante resulta de este evento, detectar desde donde se pretende hablar de violencia y cuál es el mensaje con el que vamos a conducirnos.
En primer lugar, nos encontramos ante el planteamiento de una madre afectada porque a pesar de que jurídicamente su menor hija debía estar bajo su custodia, el progenitor aprovecha la tramitología judicial que cargada de formalismos se aletarga, es ineficaz y con ello se esta retardando la entrega de la menor a su madre, esto sin contar con las supuestas influencias del progenitor. Cabe señalar que sobre este punto la autoridad competente es el Tribunal Superior de Justicia del Estado, considerando desde luego que las partes cuenten con capacidad económica para sufragar una representación legal que pueda litigar el asunto en las instancias respectivas.
Durante el planteamiento de la protesta se invocó una expresión de moda que empieza a colocarse en el vocabulario de la masa: “violencia vicaria” ¿hasta donde se puede probar su existencia en ese caso concreto? Vale la pena reflexionar si el área de psicólogos del Departamento de Orientación Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, incluso si todos los psicólogos parte del sistema estatal cuentan con la experiencia, la capacitación, los recursos para emitir dictámenes sobre la existencia o no de este tipo de violencia ¿Es suficiente con invocarla? agregando además la errónea apreciación de que siempre se comete por hombres en contra de mujeres y en todos los casos en donde hay menores de edad. También deben valorarse otras circunstancias por las que puede existir la negativa de un progenitor a entregar a sus hijos al otro progenitor. Las causas pueden ser muchas y no en todos los casos es por dañar a la madre.
En segundo lugar, también podemos hablar de la violencia que sufren los ciudadanos que están afectados y dolidos por la manera en la que se daña una escultura, en este caso a la paloma de la paz, que es parte de su patrimonio cultural, de su identidad, que incluso en otros momentos ha sido punto de reunión para celebrar y por ello la sociedad se ha organizado para restaurarla.
En tercer lugar, resultaría muy difícil justificar la existencia de un estado de derecho para mayorías y casos especiales pero para otros no, atendiendo a que los elementos de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, con las carencias que gusten atribuirles están obligados a detener a quien cometa delitos, no para unos si y para otros no.
Analicemos el discurso de algunos sectores que justifican el vandalismo y el daño a la propiedad, generalmente ante la frustración y el dolor por la perdida de un ser amado por feminicidio, entonces resulta poco cuando dicen: Romper todo, quemar todo…lo gritan violentamente, al mismo tiempo ¿En donde queda la solidaridad, la empatía de una sociedad que es indolente? ¿Hasta donde apoyar la lucha feminista para atender diversas expresiones de violencia contra las mujeres? Aquí se trataba de violencia vicaria a la que se sumó la actuación policiaca que dicen se extralimitó atentando contra la libertad de expresión.
Finalmente surgen diversas dudas: ¿Cómo debe ser la actuación policiaca? ¿Sólo deben perseguirse delitos en donde el bien jurídico protegido sean monumentos? ¿Por qué los cuerpos policiacos no aparecen para evitar feminicidios o bien cuando las mujeres son violentadas?
Desde otra postura: ¿sentirte abanderada por un movimiento feminista te da el derecho a dañar el patrimonio cultural de todos, de ese empoderamiento violento se trata? ¿pedir el cese de violencia con violencia? ¿acaso no resulta incongruente desde la lógica elemental?