DELAY - Palabra y música
Leonardo Compañ Calzada y Ana Barona en Cultura
“La música es la perfección del alma”.
Edgar Allan Poe
Resonancia de caos, principio de existir. En el desconocimiento de la voz, el rostro se olvida. Invadidopor los sentidos de tiempo, en el fluir de las olas está la partida, a través del sonido emanado por tus fuertes tañidos dorados, que iluminan el camino entre la oscuridad de la noche. Instaurando así la calma de paz verdadera. Yen el equilibrio conferido por el péndulo, transportas aquel ondulado manto, que transmite los secretos de la existencia.
La palabra como unidad léxica y su representación gráfica, ha sido desde sus inicios un factor muy valioso para la música. El lenguaje es un medio de comunicación, considerado una capacidad propia del ser humano para transmitir emociones, ideas, pensamientos, conocimientos y expresarse uno mismo como individuo, para de esta forma poder existir. Con un conjunto de sonidos ordenados, de tal manera que puedan ser ejecutados por un sujeto en diferentes tonos y volúmenes, a un ritmo comprensible, codifican un pensamiento o emoción, para que el receptor en la decodificación, lo convierta en una imagen mental, sentimiento o acción.
En este caso, para denotar la importancia y la unión de la palabra con la música, abordaremos un poema con mucha musicalidad: “The Bells” (Las Campanas), del poeta, narrador, crítico, gran maestro de la literatura de terror, fundador del relato policial y de ciencia ficción, también reconocido como uno de los mejores cuentistas de todos los tiempos, Edgar Allan Poe (1809 – 1849). El poema al que hacemos referencia es de estilo gótico, compuesto en mayo de 1848, publicado de manera póstuma en la edición de noviembre de 1849, en la revista Sartain’s Union Magazine. Cuando la esposa de Allan Poe, Virginia Clemm, fallece, el poeta se sumerge en una profunda depresión que lo lleva a un vacío creativo. Marie Louise Shew, mujer que ayudó a Poe al cuidado de su esposa cuando se encontraba en agonía, le sugirió escribiera algunos versos sobre el llamado de unas campanas. Es muy probable que Shew fuese una posible colaboradora en la composición de dicho poema. “Las Campanas”, es un poema que remite al lector a un mantra o una invocación a los espíritus que habitan la oscuridad y la luz. En el repetir de la palabra “bells”, notamos un insistente llamado, que nos genera el efecto del tañido de las campanas, creando así, una sensación de irrealidad al lector. Pero también cuenta con términos desconcertantes, como “tintinnabulation” (tintinábulo), que es una palabra vinculada a una campanilla de viento que muy a menudo tenía la forma de una figura fálica elaborada en bronce, representaba un falo mágico – religioso que servía para la protección de diferentes males, entre ellos el mal de ojo, pero además atraía la buena fortuna y la prosperidad.Otro término que usa Allan Poe en “Bells”, es la palabra “Ghouls”, la cual hace referencia a unas criaturas necrófagas que abundan los cementerios. Estas criaturas se convertirían en un futuro, como una inusual raza de vampiros en la literatura gótica. A medida en que vamos avanzando en los versos, la trama se oscurece, inundándose de sugerentes siluetas nocturnas. Actuando como una especie de letargo o de sueño inducido, que en su ocaso, las visiones se transforman en una pesadilla. El suave y dulce tañido de las campanas, con sonoridad y color del inicio, se convierte en una lúgubre sinfonía al final.
A continuación algunos versos del poema en inglés y su respectiva traducción:
Bells
I / Hear the sledges with the bells – / Silver bells!/ What a World of merriment their melody foretells! / How they tinkle, tinkle, tinkle,/ In the icy air of night!/ While the stars that oversprinkle / All the heavens, seem to twinkle/ With a crystalline delight; / Keeping time, time, time, / In a sort ofRunic rhyme, / To the tintinnabulation that so musically wells / From the bells, bells, bells, bells, / Bells, bells, bells – / From the jingling and the tinkling of the bells.
Traducción:
Las campanas
I / Escuchad a los trineos con las campanas, / ¡Plateadas campanas! / ¡Qué mundo de alegrías predicen sus melodías! / ¡Cómo cantan, cantan, cantan, / En el aire helado de la noche! / Mientras las estrellas que centellean, / A través del cielo, parecen parpadear / Con un placer cristalino; / Manteniendo el tiempo, tiempo, tiempo, / En una especie de rúnica rima /
Al tintinábulo que tan musicalmente mana / De aquellas campanas, campanas, campanas, campanas, / Campanas, campanas, campanas – / Del vibrar y repicar de las campanas.
El ejemplo anterior nos demuestra que la palabra y la música siempre irán de la mano, uniéndose entre sí, para dar a luz a las más grandesobras maestras del arte. Por ello sabemos, que la palabra, aun sin que haya trazo alguno para transmitir conocimientos, ideas o emociones, la música estará presente en cada uno de nosotros. ¡Somos palabra, somos música!
Y con este último artículo, agradezco a los colaboradores que compartieron en esta columna su gran cultura sobre el tema; la maestra Ana Barona, quien nos ha ilustrado de una manera fenomenal con su gran conocimiento en música, filosofía e historia, y al maestro Patricio Calatayud, que nos brindó una entrevista muy valiosa con conocimientos de gran nivel académico, les agradezco mucho, por contribuir y haber sido parte de esta columna, así como a todos nuestros queridos lectores. ¡Muchas gracias!
Twitter: @LeonardoCompan | FB: Leonardo Compañ