Cuautla, territorio de comercio sexual
Las sexoservidoras son obligadas a ¨prostituirse¨ por la presión de personas que tienen el “control” de su trabajo
Falta fortalecer las capacidades de los tres órdenes de gobierno contra este delito: CNDH
El municipio de Cuautla es un territorio de trata de personas y comercio sexual, denunciaron meretrices.
Asimismo, dijeron que son obligadas a “prostituirse”, a causa de la presión de personas que tienen el “control” de su trabajo y, en algunos casos, las más “jóvenes” son trasladadas a otras entidades o países.
De igual forma, coincidieron en que no tienen “alternativas”. He ahí la razón por la que se dedican a este oficio.
Del mismo modo, argumentaron que sus quehaceres son entre semana y, aún más, en los días viernes, sábados y domingos.
Manifestaron que, a la vez, enfrentan el fenómeno de las drogas, lo que hace “más difícil” su labor, puesto que tienen que consumirlas. La mayoría está en el estatus de “madres solteras”; por tanto, éstas han pedido el apoyo de las autoridades (en medio de esta contingencia de covid-19: se quedaron sin “clientes”).
María “N”, por ejemplo, ofrece sus “servicios” en burdeles de la zona. Comentó que, a partir de la declaratoria de la pandemia (que obligó al confinamiento), sus ingresos han venido “a la baja”. Agregó que tiene “muchas necesidades”, como pagar el “agua, gas, luz” y otros.
Con base en el “Diagnóstico sobre la situación de la trata de personas en México 2019”, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, “… todos los días, mujeres y hombres de diferentes edades se convierten en víctimas de uno de los delitos más complejos a los que la sociedad y los gobiernos se pueden enfrentar. La trata de personas y las diversas formas de explotación implican una cadena de acciones, circunstancias y complicidades muchas veces invisibilizadas que impiden identificar claramente a quienes cometen estos crímenes y, peor aún, a las personas y comunidades que son potencialmente más vulnerables a ser afectadas”.
En el documento, la dependencia federal afirma que, desde el 2003, se ratificó el “Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente de mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional”.
Sin embargo, “aún falta fortalecer las capacidades de los tres órdenes de gobierno para abordar todas las áreas temáticas que implican el combate” a este delito.