Cuando sea demasiado tarde... - Morelos arde.
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
El estado se está derrumbando. El sexenio pasado vivímos en una de las crisis institucionales más grandes que ha visto este estado, si no es que el país. El propio gobierno organizaba conciertos por los que se desaparecía más del 50% de lo presupuestado para los eventos. Se endeudó al estado por miles de millones de pesos que se esfumaron en un Mercedez Benz que encontraron en la frontera con Suiza. A la Universidad se le retuvo el presupuesto por tres meses, tuvimos a un Pequeño dictadorcillo que decidió que era más importante tener la razón que el salario de 10,000 trabajadores. La cúpula del estado estuvo ocupada por seres infectos, parasitosos, prepotentes, arbitrarios, y corruptos. Más o menos estaba así el panorama cuando Graco Ramírez, el pequeño, su damota y un puñado de individuos que quién sabe de donde salieron, tuvieron que abandonar Morelos porque ya no podían ni salir a comer sin llevarse una manifestación de repudio de la población morelense. Por aquí jamás se les va a volver a apreciar, así que háganse el favor de no volver.
Luego llega el Cuau. Insisto en que su error fue lanzarse por la gubernatura del segundo estado más pequeño del país. En aquel entonces todavía era alcanzable la presidencia, hoy en día el desgaste mediático y los vínculos políticos no le alcanzarán para si quiera pensar en la grande. Ahora tendrá que pedirle asilo al pequeño Graco, pues muy poco probablemente podrá salir a comer por aquí una vez que haya terminado su mandato. Digo, de por sí no creo que lo haría, el señor viene una vez por semana y eso cuando de plano hay que aparecer el público, en tres años jamás se le ha visto supervisando las labores de una inundación, o en el campo del sureste. Personalmente desconozco a qué se dedique el gobernador de Morelos, pero les voy a contar un poco de cómo han estado las cosas las últimas dos semanas.
Ahora ha comenzado la moda de incendiar coches. Desconozco si son hechos aislados, pero no me parece fortuito que empiecen a aparecer columnas de humo en los mismos días que arrecia el asesinato en la capital. Las noticias no dicen mucho, sólo que se quemó un auto y se presentan las fotos. Debo de admitir que el video del auto incendiado que se escapa calle abajo es emblemático de la procuración de justicia en Morelos: hasta un vehículo sin conductor es capaz de escapar de las fuerzas del orden y no desaprovechar la oportunidad para dejar destrozos a su paso. Ya dejamos atrás a las fosas clandestinas y los embolsados. Pasamos de las porciones de individuo o individua envueltas en bolsas de plástico regadas por los ejes viales. Recuerdo una nota de hace dos o tres años que sostenía que se había encontrado un cadáver dentro de una cajuela, y que dentro del vehículo se había encontrado una cabeza, que se presumía pertenecía al cadáver de la cajuela. Mi sentido común me llevaría a pensar que así es, pero la objetividad exige atenerse a las pruebas forenses necesarias para determinar tal cosa. Estoy seguro que ahora, tres años después, ya se tenga la seguridad de si la cabeza pertenecía al cadáver, porque nuestras autoridades jamás pierden los cadáveres y siempre terminan las pesquisas relevantes a la procuración de justicia.
Hoy en día ya estamos en los asesinatos múltiples a plena luz del día. La impunidad que impera es tal, que el delincuente se sabe seguro de su éxito. He visto reportes de hasta 5 o 6 vehículos despojados con lujo de violencia, transeúntes que son despojados de sus posesiones en plena vía pública, y por supuesto, 4 o 5 individuos asesinados a plena luz del día, posiblemente en el mismo evento. Entiendo que con la economía detenida, los maleantes también estén pasando tiempos difíciles, lo cual se potencia con la impunidad absoluta que impera en el glorioso estado de Morelos.
Ya no es por el Covid, apreciado lector. Si no tiene usted a qué salir de su casa, simplemente ya no lo haga. El resto del año va a ser una combinación de crimen, delincuencia, impunidad, corrupción, y despojo arbitrario. Todo eso sin considerar el panorama nacional, las sabias decisiones del pelmazo en turno, y la relación principalmente con el vecino del norte, ahora que su presidente se anda quedando sin silla. Ya ven que agarraron al General, estoy muy interesado en ver cómo termina ese tema.
La seguridad ha muerto, y sálvese quien pueda.