Columna Desde la Torre - Te conozco bacalao
En opinión de Roberto Enrique Rodríguez Guerrero
Predecibles y cuasi idénticos en su forma de gobernar, los dictadores de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Rusia, sumándose México, en su discurso magnifican al pueblo, pero ellos deciden quién es el pueblo, insustituibles en su verborrea para anestesiar a sus millones de seguidores asignándoles una mesada para que asistan y aplaudan. López Obrador, pretende sobrepasar ese modelo ruin y explotador, haciéndose de las diferentes armas de extorsión política, por un lado la supuesta maldad de los ricos que oprimen y no dejan progresar a los pobres, los medios de comunicación que se organizan para ir en contra de sus dislates, que analizan y critican objetivamente ,con dignidad, no apoyan ciegamente al sistema, y dejaron de ser el apoyo al régimen que en realidad era un lastre, que impedían forjar la opinión pública y poner sobre la mesa, de manera extraoficial, los temas que eran relevantes para el medio, para el gobierno, se finiquitó el control poblacional y ahora las instituciones que se marcan como opositores a su pretendida destrucción de los órganos autónomos, proyecta desaparecer para dejar sin contrapesos su gobierno, su sueño, el gobierno de un solo hombre.
La cortina de humo del ejercicio ciudadano, otro distractor más que lleva en el fondo destruir el Instituto Nacional Electoral – INE- acción que llevará a partir del 11 de abril, desacreditando a esa institución, en su visión afirma “que tiene que ser autónomo verdaderamente, que ahora no lo es. Y podría estar en el Poder Judicial. Un poder autónomo, independiente, con gente íntegra, honesta, intachable, pero no lo que estamos ahora padeciendo”. Reafirmó que presentará una iniciativa de reforma a la Constitución en materia electoral una vez que pase la Consulta de Revocación de Mandato, la trampa es tener a la mano la herramienta para buscar atropellar la democracia, utilizando cantidades millonarias y los recursos de la nación para su proyecto dictatorial.
Desaparecer al INE, es eclipsar la democracia, pues dejaría de tener reglas el país, y la certeza jurídica sobre el proceso electoral, nos invadiría la incertidumbre de quien gobernaría por un tiempo determinado, impidiendo en mejorar los procedimientos electorales para que estos sean más sencillos, de ahí que, es momento de participar para evitar continúe siendo sobresaturados , sin intromisiones continuar realizando elecciones limpias, competitivas; fueron décadas de avances en nuestra incipiente democracia, ahora los mexicanos tienen la realidad de que para gobernar un país, tiene que ser a través de las elecciones y en este caso cuenta mucho la pulcra organización que lleva el INE, que es un pilar en los procesos electorales, que hay que preservar y colaborar para simplificar su operación. Por ningún concepto se debe de regresar al modelo de los años 70´s, cuando el gobierno a través del secretario de gobernación se erigía como presidente del consejo electoral, queda en la memoria lo cínico, irracional y corrupto que a la fecha es Manuel Bartlett Díaz, que anunció que se había caído el sistema, y por dedazo quedó como presidente Carlos Salinas de Gortari, candidato del PRI, partido que durante décadas careció de funcionarios especializados, desde el palacio nacional determinaban quienes ganarían la elección de conformidad a la orden presidencial, que marginó a la ciudadanía y no le permitió su empoderamiento como actualmente existe. López Obrador en sus complejos quiere, anhela regresar al pasado en el que se formó como politiquillo.
El único objetivo de Andrés Manuel López Obrador es eternizarse en el poder, no tiene en su proyecto mejorar y tener un país digno y justo para todos. Llevará a cabo todo los atropellos que se requieran, al fin y al cabo goza de una total impunidad, con nuevo vocabulario para manipular la naturaleza de la brutal ingobernabilidad, la violencia y la corrupción en México, todo delito que en el pasado era satanizado, pero en la administración de la 4ta.- Destrucción-, los sinvergüenzas quedan santificados, convirtiendo a los delincuentes en una espiral que promueve más violencia, corrupción e ingobernabilidad que sacude a nuestra nación, nada les importa generar mayor pobreza originada por la pésima gestión en las políticas públicas, innegable naufragio que lo solucionan con la desinformación en sus mañaneras, sembrando la confusión en la ciudadanía, en algunos malestar y que otros continúen adormecidos y no vean la realidad. AMLO pretende cambiar el significado de su fracaso, transformando el fondo para que lo inaceptable sea aceptable, y lo indigerible sea asimilado. López Obrador manifestó que acabaría con la corrupción y lo único que hizo fue empoderarla, con el pisoteo sanguinario del Estado de Derecho, marcando el camino para que se pierda la realidad y tener una población adormecida , que empieza a salir de ese letargo aterrorizante y se percata de la maniobra de la reelección confirmada por el compadre presidencial, Félix Salgado Macedonio; por si algo no marcha bien, instruye y mete como cuña al ejército en las actividades civiles, ahora son los defensores de las obras faraónicas de López Obrador, ya les “obsequió” el AIFA,- con 54.6% de sobrecosto, inicialmente eran 75 mil millones de pesos, y el día de su inauguración, una obra inconclusa, llevan gastados 115 mil 981 millones de pesos, viene el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, una vez que se concluyan se llevarán a su bolsillos los millones de pesos jamás auditados, ¿haber quien se anima a devolver “la copa” a los militares? Tampoco rinden cuentas de 25 mil 460 millones de pesos de los 32 mil 175 millones que reciben de nuestros impuestos, por “seguridad nacional”; y manejan dos mil 700 sucursales del Banco del Bienestar. Por el momento, esa es la penosa realidad de nuestro país, que se encuentra en el umbral del poder absoluto, se tiene amaestrados a diputados fedérales, senadores, varios gobernadores, la SCJN y a los militares con las maletas repletas de dinero, con el cosquilleo en su ego de que uno de ellos puede ser el próximo presidente de la República. Todo lleva un proceso, disfrazado para aminorar la gravedad de los hechos que son adversos, pero López Obrador es tan predecible, que ya es de la opinión pública su desfavorable proyecto dictatorial.
La última y nos vamos: “Te conozco bacalao, aunque andes disfrazao”: primero te decías demócrata y eres el autócrata enmascarado; repetías que eras honesto y no permitirías más este flagelo, ahora lo ocultas para beneficio de tu propia familia. Manifestaste que no utilizarías el encargo constitucional para vendettas, y en tu discurso y acciones, muestran lo contrario, pierdes el tiempo en perseguir a tu sombra en lugar de ponerte a trabajar. Andrés Manuel ¡huácala, das asco!