Ciencias Agropecuarias celebró Día Nacional de la Nochebuena

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Ciencias Agropecuarias celebró  Día Nacional de la Nochebuena

Integrantes del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), impartieron este día tres conferencias a estudiantes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), con motivo del Día Nacional de la Nochebuena, que se celebra cada 8 de diciembre.

 

En el auditorio “Gabriel Baldovinos de la Peña” de esta unidad académica, las y los alumnos de las distintas licenciaturas, recibieron información amplia sobre los antecedentes históricos de esta flor, así como su importancia económica actual y los avances en los estudios sobre su mejoramiento genético y productivo.

 

Lucía Vera Curzio, profesora investigadora de la FCA, responsable de la organización de esta actividad, destacó la importancia cultural y económica de la flor de nochebuena en México.

 

Dijo que la nochebuena, cuya temporada de mayor florecimiento es durante el mes de diciembre, se ha convertido en el símbolo de las festividades navideñas. Su historia se conecta con las tradiciones indígenas y con las prácticas coloniales, así como hoy con los avances científicos contemporáneos.

 

En México, enunció la académica de la UAEM, se produjeron en 2020, más de 16 millones de plantas de nochebuena; Morelos es uno de los estados productores de la planta, lo cual genera alrededor de 3 mil 500 empleos directos y más de 7 mil 500 empleos indirectos durante la época. Agregó que Estados Unidos se ha convertido en un importante mercado que genera un ingreso superior a 250 millones de dólares anuales, incluyendo también a Alemania y Holanda.

 

La investigadora aseguró que además de su importancia económica, la flor de nochebuena no sólo es un ícono navideño, sino que para México representa un compromiso pluricultural y con la biodiversidad. 

 

Cabe destacar que en este ciclo de conferencias participó Faustino García Pérez, uno de los investigadores del Inifap, que forma parte del equipo científico que labora en un programa federal de Mejoramiento Genético de la Flor de Nochebuena.

 

La flor de Nochebuena, conocida en náhuatl como Cuetlaxóchitl, que significa "flor de cuero" o "flor que se marchita", es un símbolo fundamental de la Navidad a nivel global. Su origen es completamente mexicano, nativa de regiones tropicales y subtropicales de México, lo que la convierte en un regalo invaluable de nuestro país para el mundo. Cada temporada decembrina, millones de hogares y espacios públicos se engalanan con sus brácteas (hojas) de colores vibrantes, predominantemente rojas, creando una atmósfera festiva instantánea.

Más allá de su evidente valor ornamental, la producción de esta flor representa una actividad económica crucial para miles de familias productoras en diversas entidades de la República. Este cultivo estacional genera una importante derrama económica y un gran número de empleos directos e indirectos, desde la siembra y cuidado durante meses hasta su cosecha y distribución final. La flor de Nochebuena es, por ende, un pilar del sector florícola nacional, dinamizando las economías locales justo a tiempo para el cierre del año.

El estado de Morelos tiene un papel protagónico en este escenario productivo, consolidándose como uno de los principales productores a nivel nacional. El clima y las condiciones geográficas del estado son ideales para el desarrollo óptimo de la Euphorbia pulcherrima, permitiendo obtener plantas de alta calidad y belleza. Esta producción morelense no solo abastece la demanda interna, sino que también contribuye a la exportación de estas plantas, llevando un pedazo de México a mercados internacionales.

Ciertamente, el cultivo de Nochebuena en Morelos es un motor de desarrollo rural, brindando sustento a comunidades enteras que han perfeccionado las técnicas de cultivo a lo largo de generaciones. Los productores morelenses dedican meses de arduo trabajo, que a menudo comienzan desde junio, asegurando que las flores alcancen su máximo esplendor justo a tiempo para las festividades navideñas. La dedicación y el conocimiento ancestral se combinan con prácticas agrícolas modernas para garantizar una cosecha exitosa.

De hecho, la riqueza genética de la Nochebuena mexicana es vasta, con más de cien variedades nativas identificadas, aunque las variedades comerciales a menudo se basan en patentes extranjeras. Rescatar y promover las variedades nacionales es un desafío importante para los investigadores y productores mexicanos, buscando preservar la diversidad biológica original y potenciar su cultivo. Morelos juega un rol vital en la conservación de esta riqueza genética.

Socialmente, la Nochebuena fomenta la unidad familiar y comunitaria, pues su presencia es un recordatorio visual de la paz y la esperanza asociadas con la temporada navideña. La tradición de adornar con estas flores se ha arraigado profundamente en la cultura mexicana, siendo un elemento indispensable en altares, nacimientos y decoraciones, uniendo a las personas en torno a símbolos compartidos.

Un aspecto a considerar es el desafío que representa la competencia con las variedades patentadas internacionalmente, que dominan gran parte del mercado global y generan millones de dólares en ventas. Los productores mexicanos, incluidos los de Morelos, trabajan para mantener su relevancia en un mercado competitivo, destacando la calidad y el origen auténtico de sus flores.

Específicamente en Morelos, la actividad productiva de la flor de Nochebuena ha llevado a la implementación de programas y festivales locales que celebran esta tradición y promueven su consumo justo. Estos eventos no solo impulsan la economía regional, sino que también educan al público sobre la importancia cultural y biológica de la flor originaria de la zona.

Asimismo, es esencial reconocer que detrás de cada flor hay un esfuerzo considerable y un ciclo de cultivo que demanda atención meticulosa a factores como la luz, la temperatura y el riego. Este cuidado intensivo subraya la pericia de los agricultores morelenses, quienes manejan estos delicados equilibrios para producir las plantas sanas y coloridas que llegan a nuestros hogares.

El reconocimiento del 8 de diciembre como el Día Nacional de la Nochebuena en México ayuda a visibilizar y honrar esta flor emblemática y a sus cultivadores. Esta fecha conmemorativa sirve como plataforma para recordar al público el orgullo nacional que representa esta planta y la labor constante de quienes la hacen florecer cada año.