Breves de Abogados y Políticos - Insensibilidad en la FGJ
En opinión de Alejandro Corona Markina
El viacrucis de poner una denuncia en la Fiscalía General del Estado, lo vivió una pareja radicada en Los Cabos, Baja California Sur, misma que decidió pasar el fin de año en Morelos, con la mamá de ella, que vive aquí. A ésta, le pidieron prestada su camioneta (marca Honda CRV), para hacer compras. Luego, pasaron a la colonia La Joya de Jiutepec, a visitar a personas conocidas.
Eran aproximadamente las 17:00 horas, cuando en la calle Plata, cerca del campo deportivo, tres tipos se acercaron a la pareja para exigirles las llaves de su vehículo, sus teléfonos y sus valores en general. Indefensos, entregaron todo lo que les pidieron los maleantes, pero éstos, no conformes con el botín, le exigieron al hombre que corriera y sujetaron a la mujer por el cuello, al estilo de la “llave china”.
Sin más remedio, el masculino corrió como pudo, mientras que, divertidos, los malandros le disparaban a los pies. Esta distracción fue aprovechada por la mujer víctima, quien se liberó y corrió en sentido contrario.
Los malosos se llevaron la camioneta sin problema. En tanto, el hombre era apoyado en un templo religioso y ella en una casa a la que se metió como pudo. Reportaron el robo vía telefónica y, luego, familiares fueron por ellos para hacer la denuncia en la Fiscalía General del Estado.
Pero el viacrucis de poner la denuncia apenas empezaba. Resulta que cuando acudieron ante la Fiscalía de Robo de Vehículos, les pidieron copia del INE de la propietaria, quien ya había llegado y mostró el original. Era de noche y no había copiadoras abiertas para obtener una copia. El ministerio público simplemente se negó a iniciar la carpeta de investigación, hasta que no le dieran una copia del INE.
Desesperada la mujer y al ver que el GPS señalaba el lugar de ubicación de la camioneta, llamaron a amigos y familiares para que les apoyaran para conseguir la dichosa copia, como si a estas alturas de la vida -en donde tenemos tanta tecnología- no fuera posible que se agregara a la carpeta una imagen escaneada o fotografiada de la misma. El tiempo pasó y la señal del GPS se perdió. Los rateros se salieron con la suya, gracias a laFiscalía General del estado (FGE).
No hay investigación en la FGE. Todo eso es simulación y aunque recibe un presupuesto anual de más de mil millones de pesos, eso no sirve para maldita sea la cosa. No es atrevido decir que los malandros están coludidos con algunos servidores públicos de la Fiscalía, pues tal parece que hacen estas cosas a propósito.
El pasado jueves, el regidor del Partido Acción Nacional, Alfredo Giovanni Lezama Barrera, fue asesinado arteramente dentro de un gimnasio en Cuautla. Se encontraba haciendo unos ejercicios en los aparatos, cuando un maleante llegó y vació su arma en contra de su humanidad. No más seis tiros le dieron y la sangre corrió a chorros dentro del gimnasio “Body Fusion”. Todo gracias a la impunidad. Allí, la oportunista aspirante a gobernadora, Lucía Virginia Meza Guzmán, quien es de ese mismo municipio, exigió al gobernador que se aclare el crimen.
Pero realmente a quien debe exigirle aclarar el crimen es a su amigo el fiscal, Uriel Carmona Gándara. Constitucionalmente la investigación de los delitos corresponde a las fiscalías y él es el responsable de que exista tanta impunidad en los ilícitos que se cometen. Tiene un oneroso presupuesto que no se audita y que ocupa para pagar a periodistas de alto nivel como Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín y Joaquín López Doriga. El chayote de ellos le sale caro a la procuración de justicia morelense. También usa el enorme presupuesto para pagar a los enviados de los diputados que impiden que sea depuesto y procesado. Pero en la fiscalía no tienen para sacar o escanear una maldita copia de la credencial de elector de las víctimas. ¡Hágame usted el favor!
Si verdaderamente Lucía Meza está preocupada por la impunidad, que pida a su amigo Uriel que renuncie. Todos sabemos que Claudia Sheinbaum va a ir tras él, tan pronto tome posesión del cargo de presidenta y se agote el tiempo que Carmona Gándara tiene al frente de la fiscalía. Pero también deberá ir contra sus protectores, como son los diputados de la legislatura actual. Por cierto, Lucía nunca será gobernadora.