Breves de Abogados y Políticos - Graco se apodera del TSJ

En opinión de Alejandro Corona Markina

Breves de Abogados y Políticos - Graco se apodera del TSJ

Los diputados del llamado G-15, de plano sin pudor alguno se quitaron la máscara y mostraron de manera cínica su rostro de Graquistas, corruptos y miserables en las designaciones de magistrados y magistradas del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), donde al parecer, a los requisitos establecidos en la convocatoria, agregaron el de tener juicios pendientes con la justicia o haber quebrantado la ley.

Aunque se dice que, en la selección de los nuevos togados, el principal ganón fue el todavía fiscal Uriel Carmona, esto es cierto a medias, pues en realidad éste es sólo una pieza (tal vez la más importante) de la maquinaria que marca el regreso ¿en realidad algún día se fue? del tabasqueño Graco Ramírez, quien de ahora en adelante tendrá el poder de enjuiciar a quienes un día prometieron enjuiciarlo.

Para explicar lo anterior, hay que ver las piezas que ahora tendrá en el Poder Judicial el ex gobernador Graco Ramírez:

1.- María Luisa Sánchez Osorio, esposa del fiscal Uriel Carmona Gándara. Este es uno de los casos donde decimos que al parecer se agregó el requisito de tener cuentas pendientes con ley, ya que ella tiene el antecedente de haber enfrentado y perdido un proceso en la entonces Procuraduría General de la República, por actos de contra la administración de justicia, cuando fue Juez; asimismo, fue acusada en seis Procedimientos de Responsabilidad Administrativa en el propio Tribunal Superior de Justicia y en la Fiscalía General de Justicia se le siguió la Carpeta de Investigación número SJ01/9813/2014, también por presuntos delitos contra la administración de justicia. Claro, como la institución la dirige ahora su esposo, todo fue “arreglado” de un día para otro. Pero además, fue irregular la forma en que ocupó la Notaría número Seis, cuya patente tiene precisamente Uriel Carmona Gándara, ya que supuestamente acreditó prácticas notariales por 24 meses para tener la calidad de aspirante a fedataria, pero lo hizo mientras fungía como juez de primera instancia, lo cual está absolutamente prohibido por el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Morelos, que impide a los servidores de la institución, la realización de actividades distintas (a excepción de la academia) al ejercicio del cargo. Así, con todos estos “muertitos en el closet”, los diputados la consideraron más apta que otros perfiles inscritos en la convocatoria.

2.- Anahí Bahena López, quien fuera ex directora de Asuntos Administrativos de la Consejería Jurídica del Gobierno con Graco Luis Ramírez Garrido Abreu y esposa del secretario general de éste, Ángel Colín Bahena. Ella también tiene cuentas pendientes con la justicia, pues se comprobó que mintió para obtener una de las “pensiones doradas” que se dieron al final del corrupto sexenio del tabasqueño. Fue vinculada en octubre de 2019, por los delitos de Falsificación y Uso de Documento Falso. Por cierto, la constancia “chueca” se le dio por parte del Ayuntamiento de Yautepec, que entonces estaba a cargo del hoy diputado Agustín Alonso, quien alegremente votó para que sea nueva magistrada. ¿Esto no es ilegal? Si no es ilegal es inmoral, como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ciertamente, ¿con qué calidad moral puede juzgar a otros una persona que comprobadamente es una delincuente? Ella la libró por las influencias que tiene, pero entonces ¿Cómo garantiza que no va a vender sus sentencias al mejor postor?

3.- Juan Gabriel Vargas Téllez, abogado personal de Graco Ramírez. El ex gobernador también ordenó a sus diputados hacer magistrado a quien hasta hace unas semanadas lo había representado en el proceso que se le sigue por ejercicio abusivo de funciones públicas.

4.- José Anuar González Cianci Pérez, jurista que, si bien tiene los méritos suficientes para el cargo -y no se le conocen antecedentes de corrupción-, es otra pieza clave de Graco Ramírez y del propio fiscal Uriel Carmona, pues fue Consejero Jurídico del primero y hasta antes de ser designado magistrado, era el secretario particular del segundo.

De la misma fiscalía proviene Miriam Janet Uribe Peralta, que de policía ministerial pasó a Ministerio Público y ahora magistrada. Así, estas piezas se suman a las que ya tenía Graco en el TSJ (a través de su fiscal), como lo es Francisco Hurtado Delgado -quien al igual que Anuar, antes de ser magistrado era secretario particular de Uriel-; Martha Sánchez Osorio, cuñada de Uriel y los que se acumulen de los recién llegados, como la hija del ex presidente del PRI, Jorge Meade Ocaranza, Cecilia Verónica López González, quien antes ya había tratado de ser diputada y de quien -dicen-, ni por equivocación ha pisado un juzgado en toda su vida, menos aún sabe de procesos judiciales.

Hay otros magistrados cuestionados por sus conflictos de interés, algunos más que provienen la política y otros con antecedentes obscuros, deudores alimentarios y otras “joyas” de su pasado, pero para los diputados del G-15 nada de eso importó.