AMLO y ANAYA, ¿Por el rumbo de Ortega y Maduro?
En opinión de José Román
Lo preocupante de la persecución o juicio que se pretende hacer a Ricardo Anaya, no es si es o no culpable, que considero tiene los posibles elementos de culpa, sino las formas que indican que el camino a seguir por AMLO será siguiendo los pasos de Nicolás maduro y Daniel ortega, sus aparentes maestros para eliminar a los probables candidatos opositores en la elección de 2024. Se pretende al igual que a Rosario Robles, primero detenerlo para inhabilitarlo políticamente o castigarlo y después averiguar su delito. Es, la justicia al revés.
La independencia tanto del poder judicial como de la fiscalía de la república es vital en una democracia porque se elimina la posibilidad de las dictaduras. Pero cuando la fiscalía es manejada a capricho del presidente, es un proceso que jamás debe permitirse para no regresar al pasado. México por desgracia aun no está a salvo y se están repitiendo los hechos y los poderes de hecho que en los viejos tiempos del PRI eran usuales. AMLO, definitivamente es un nostálgico del ayer perdido, pero igualmente es alumno de dos personas que con su ejemplo ha demostrado como la izquierda se apodera del poder a la fuerza sometiendo a los órganos independientes del estado.
Ricardo Anaya exhibió hace algún tiempo su interés en participar en las elecciones presidenciales del 2024 y en ese momento se puso en la mira del presidente. Para prolongar lo que él considera su legado, necesita limpiar el camino de opositores posibles y eliminar a los personajes que él llama “los adversarios” De esta forma, descalifica opositores y allana el camino bien para él o para quien designe.
Recordemos que Daniel ortega lleva 15 años en el poder mediante argucias que lo han perpetuado, lo que ha copiado Nicolás Maduro en Venezuela, teniendo en su haber 7 años en el encargo que debió dejar y mediante complicidades ha prolongado gracias al uso de la fuerza, lo mismo que el Nicaragüenses Daniel ortega: Consecuencia, ambos pueblos están empobrecidos, en ruina y su población en fuga millonaria de ciudadanos. Usan esos gobiernos a la tropa para someter la voluntad de los opositores y AMLO ha coqueteado entregando canonjías a las fuerzas armadas para ponerlos de su parte. De alguna forma tenemos un estado con cierto poder militarizado a partir del actual gobierno.
¿Anaya es culpable? Sí posiblemente, pero al igual que cualquier ciudadano tiene derecho a un juicio justo y tiene que probarse en su persona que efectivamente ha recibido el dinero que se le señala por aprobar la reforma energética y que ese dinero está en su poder o lo estuvo. Los testigos que afirman el hecho no son prueba suficiente para determinar su culpa, no por que lo defienda, sino por congruencia. El testimonio es una prueba subjetiva que para resultar válida requiere se confirme con otra u otras, de preferencia documentales o para estar al día, de video y al parecer, no las hay. Es sospechoso que AMLO ordenara se exhibiera el expediente en que basa su acusación la fiscalía y que la fiscalía, teóricamente independiente, presurosa, lo exhibiera. El reto de Anaya es digno de destacar porque pone en entredicho el valor de la equidad y la justicia que opera en la mente de AMLO: Retó Anaya a AMLO a que se presenten ante la fiscalía sus hermanos, Pío y Martín al mismo tiempo que él y con igualdad de trato, sean juzgados. Esto justo para el principio del derecho, pero no para la mente de AMLO que desde luego no habló de aceptar el reto. Y es que, de sus hermanos, se ven los pesos, se habla del dinero y su posible corrupción, de Anaya, solo lo refieren 2 testigos, unas referencias bancarias fuera del país que aún no se acredita a plenitud su origen. AMLO posiblemente esté cometiendo el error de Graco: Hacer crecer al enemigo político, que fue el caso del suertudo Cuauhtémoc Blanco, al que convirtió en víctima y hoy medio gobierna el estado.
El peligro latente del país está en los riesgos de que los actos del presidente sean un preludio de la tentación de querer prolongar directa o indirectamente su poder y su pensamiento después de las próximas elecciones. Por lo mientras nos ha entregado una muestra de que el camino a seguir, si es que lo continúa, es el de Nicolás Maduro y Daniel ortega, dos dictadores de muy triste antecedentes que como plaga han destruido todo en sus países y que, de dejarlo pasar, seríamos los que seguiríamos ese camino.