A Nivel Banqueta - El fin de la corrupción, la 4T, el diablo y la divina providencia

La tragedia griega que vivimos actualmente en México es más grave de lo que parece. Nada más destructivo que un verso satánico, cuando los derechos humanos fundamentales de toda persona están en riesgo de ser ser aniquilados por un valor o rasgo cultural.

Teoría que parte del célebre libro de Salman Rushdie, “Los versos satánicos” y de la experiencia del renacimiento de Palermo. Cuando un valor o rasgo cultural, es utilizado para acabar con los derechos humanos de una persona, ese valor, ese rasgo, se convierte en un verso satánico. Así es como el honor y la familia han sido utilizados por la mafia para matar, robar, en nombre del honor, en nombre de la familia.

En una de las visitas que Leoluca Orlando, ex alcalde de Palermo, Italia, realizara a nuestro país, dio un claro y siniestro ejemplo de un verso satánico a la mexicana: el que no transa no avanza. Un valor que ha destruido mucho de los somos y podemos ser como nación.

En nuestro México existen muchos versos satánicos y gracias a muchos de ellos, Morena ganó la presidencia de nuestro país, pero tan destructiva y aniquiladora es una dictadura (PRI) que duró más de 70 años que el odio y resentimiento social al que tanto le ha sacado jugo Andres Manuel López Obrador y sus secuaces. Rasgos culturales como: “el rico tiene porque se lo chingó o robó, los empresarios son unos ojetes, ese güerito mamón, los pobres de México son culpa de la clase productiva o él que tiene más es porque a alguien se lo quitó” , son conceptos y creencias que finalmente fueron capitalizadas por AMLO y movimiento. Por si fuera poco, con ello ahora tenemos a un estado que utiliza toda su fuerza, recursos e instituciones para destruir a todo aquello que dice odiar pero no nos engañemos, nos seamos ingenuos, ésto nada tiene que ver con la lucha anti corrupción, el liberalismo o el cambio verdadero. Por el contrario, si algo tiene el actual gobierno, es un conservadurismo al extremo, no sólo pretende creer que el mundo no ha cambiado, también busca en su máximo acto de esquizofrenia, regresar al tiempo de los dinosaurios y los combustibles fósiles, ¿ignorancia, estupidez o la combinación de ambos?

Se nos ha dicho una y otra vez que la corrupción ya no existe, gracias al poder mesiánico o super poderes de AMLO y seguidores. La pureza de la 4t es absoluta, ni la nieve había soñado -jamas- con ser tan blanca y pura. La apuesta es tan radical y fundamentalista, como la de los Talibanes: o estas con nosotros o habrás de morir por infiel.

El problema con el que uno se encuentra al desear -de todo corazón- creerle a nuestro presidente se llama: ¡realidad! Qué hacemos con todos los nuevos ricos de este sexenio, con los goles de Morelos, con los cortes de carne descubiertos en “el refri” de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y titular, Rosario Piedra Ibarra. Con la multiplicación de los bienes inmuebles de Erendira Sandoval (Secretaria de la Función Pública) y John Ackerman (esposo y activista de izquierda), que tan sólo en nueve años compraron cinco propiedades de contado. “¿Quién pompo?” 

¿Será que el resentimiento y el odio les han hecho justicia y finalmente lograron sublimar sus más profundos sentimientos al (por fin) ser parte de los ricos?

Si algo nos ha dejado claro la 4T es que no se trataba de devolverle al pueblo lo robado o de la recuperación legal de un botín, sino de su redireccionamiento. La justicia histórica que tanto necesitaba México, ahora sabemos que en la práctica, significa cambiar el dinero de lugar, de unas manos a otras, para más tarde poder  “ser blanqueado” por los poderes de MORENA y divina providencia.

¿Cómo podemos ser los mexicanos tan fáciles de engañar? ¿Tan grande es nuestro resentimiento social que el único camino para lograr la santidad es por medio de la destrucción?

La única forma que los seres -terrenales y humildes- han encontrado para avanzar en la lucha contra la corrupción (no sólo en México pero en el mundo entero) ha sido por medio de las instituciones. Justo lo que AMLO está destruyendo al hacer de ellas, un brazo armado de Al Qaeda, ¡perdón, 4T!

Cuando este gobierno termine, no sólo seremos mucho más pobres, también tendremos un país con instituciones hechas pedazos y sin fuerza alguna, instituciones que costaron sangre a miles de mexicanos para su creación. Digamos que si México fuera comparado con un cuerpo humano, al termino de este sexenio, tendremos a un cuerpo cuyos órganos en su inmensa mayoría, estarán enfermos y atrofiados. Este será el precio que habremos de pagar por hacer del odio y falsas creencias, armas para aniquilar a todo aquél que piensa diferente y se atreve a disentir.

Uno de los trucos más exitosos que el diablo llevara acabo, fue el hacernos creer que él no existía.

¡Al diablo con las instituciones!

Satanás, relegado a una condición errante, vagabunda, transitoria, carece de morada fija; porque si bien a consecuencia de su naturaleza angélica, tiene un cierto imperio en la líquida inmensidad o aire, ello no obstante, forma parte integrante de su castigo el carecer... de lugar o espacio propio en el que posar la planta del pie.

DANIEL DEFOE, Historia del diablo.

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