A Nivel Banqueta - El barrio, un aliado para transformar

En opinión de Francisco Valverde Prado

A Nivel Banqueta - El barrio, un aliado para transformar

En muchas de las ciudades de nuestro país: la violencia, desorden y poca planeación, han hecho de la mayoría de ellas, sitios inseguros, de mala calidad y en donde la calidad de vida es paupérrima.

¿Qué hacer? ¿Cómo cambiar nuestras ciudades? Una y otra vez escuchamos la misma cantaleta en la boca de nuestros gobernantes: ¡no hay dinero para obra pública! Francamente me parece maravilloso que los recursos sean escasos, ¿por qué? Lo que necesitamos no es obra pública y menos más toneladas de concreto que terminen por destruir lo poco que aún nos queda por rescatar: el espacio público y lo que en él sucede.

Cuando hablamos del espacio público, hablamos del espacio de todos, el espacio que no tendría por qué obedecer a intereses particulares más sí, a los intereses de la comunidad. Nadie sabe más que los vecinos y habitantes de un barrio, colonia o poblado. Cuando hablamos de parques, mercados, áreas para estar y convivir, los verdaderos expertos y aliados son las personas que terminarán por vivirlo. Dicho de otra forma: no necesitamos diseños, necesitamos lugares para estar, en los cuales sea posible acercar a las personas por medio de nuevos lazos de confianza, intercambios económicos y culturales que fortalezcan la identidad y sentido de pertenencia. 

Un espacio público de baja interacción y mala calidad, resulta difícil cambiarlo como por arte de magia, con un plano o proyecto arquitectónico pero sí, llevar a cabo acciones a muy corto plazo que puedan probarse y refinarse, como asientos, cafés al aire libre, arte público, jardines comunitarios, murales y distintos elementos que terminen por construir lugares cómodos y agradables para estar.

El mejor aliado para la transformación de un jardín o parque, es el barrio, los vecinos que lo conforman y quienes idealmente, terminarán por cuidarlo y respetarlo al reconocerlo e identificarlo como parte de una nueva forma de vida, donde el principal beneficiado es la comunidad.

En Cuernavaca no tenemos experiencias en las cuales los vecinos y habitantes de una colonia o poblado, hayan sido parte de la solución. Si pensamos en La Estación, Vista Hermosa o Acapatzingo, todos ellos, espacios con distintas necesidades pero con una misma solución: mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Ser gobierno, llegar y construir un parque o espacio que a ningún vecino consideró, suele terminar en un triste abandono y con poca o nula  apropiación de la comunidad.

Uno de los enemigos a vencer en cualquier esfuerzo que busque mejorar a nuestras comunidades, siempre será el famoso “no se puede, no lo lograrás, es un sueño guajiro”, o una utopía. En la realidad, entre más sencillo, más fácil de lograr y sobretodo, comenzar.

Si al presupuesto le falta un cero o dos, mejor aún, seamos creativos y trabajemos con lo más valioso: las personas.

"Las ciudades tienen la capacidad de proveer algo para cada uno de sus habitantes, sólo porque, y sólo cuando, son creadas para todos: Jane Jacobs”

 

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