Zapata no está muerto; sigue vivo mientras no haya justicia para el campo: Ignacio Taibo

El funcionario que forma parte de la llamada Cuarta Transformación, presidió junto con el presidente municipal de Ayala, Isaac Pimentel Mejía, y José Manuel Sanz Rivera, Jefe de la Oficina de la Gubernatura, el evento cívico-militar que se realizó en el poblado de Anenecuilco, ahí en lo que fuera la casa donde nació, y que hoy es un museo histórico, que fue rehabilitado y remodelado.

Dijo que él no quería venir en representación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, porque difieren del discurso, “yo tengo otras ideas y otro discurso; nada más imagínense venir en lugar de AMLO; no, por eso le expresé que no podía, aquí estoy en su representación, aunque él tiene otra visión de las cosas, y yo, pues también”.

Manifestó que tras su asesinato, un 10 de abril de 1919, en la ex Hacienda de Chinameca, el pueblo creó un rumor sobre que no había sido Emiliano el que murió, sino un primo suyo, un amigo que se parecía a él, porque “un dedo que lo tenía cortado, y que no era él porque en una de sus manos tenía esa característica; la verdad es que estaba muerto, pero, el pueblo buscaba tener esa esperanza de mantenerlo vivo, y si, hoy sigue vive en miles de campesinos”.

Aseguró que no hay descafeinamiento que pueda con la figura de Emiliano Zapata Salazar. “Los pueblos construyen los mitos que necesitan, los construyen, los arman, los elaboran, los dejan correr al paso del tiempo, los alimentan, y cuando estos mitos tienen arraigo en la tierra, y tienen un sustento  histórico sólido, se vuelven parte de la identidad de la nación.

Zapata es identidad de la nación; somos mexicanos gracias, entre otras cosas, a Zapata, al zapatismo y a mi adorado Pancho Villa, desde las lejanas fronteras del norte”, detalló.

Precisó que el pueblo rumoró que el “Caudillo del Sur” no estaba muerto. “No, no lo mataron, obviamente estaba muerto; lo que ocurría es que había una voluntad popular de abajo hacia arriba que no quería que muriera, no quería que Zapata se muriera, porque Zapata, junto con Pancho Villa, encarnaban lo mejor de la revolución, encarnaban el ala izquierda del proyecto no negociable de tierra para su pueblo, de justicia social tantas veces aplastada”.

Dio a conocer que él escribió un libro por allá de los años 70’s, en donde el personaje principal buscaba al Zapata vivo, escondido en alguna montaña de Morelos; después le dijeron que hiciera un guion para una película que se filmó, pero, que nunca se exhibió, precisamente porque ahí se manejaba que Zapata, no estaba muerto, seguía vivo, porque se vía un Zapata armado que cabalgaba por calles de la ciudad de México.

Paco Ignacio Taibo señaló que algunas fotos de Zapata, cuando estaba vivo, son interesantes, porque el rostro de Emiliano, tiene una mirada acuosa, de neblina, como de tristeza que contrastan con la primera y la segunda fase de la Revolución; como diciendo nos van a matar a todos.

Esas fotos nos han perseguido, las tenemos ahí para que se nos aparezcan en los sueños y nos digan que la justicia no ha terminado, este país no ha logrado la justicia básica de devolver el poder del campo a los campesinos”, mencionó.

Abundó que este país tiene deudas consigo mismo, y la imagen de zapata es un recordatorio permanente de lo que sucedió.

El representante presidencial, reconoció también al morelense zapatista Rubén Jaramillo, como el gran continuador del zapatismo en México. “Eso es lo que vine a que Zapata no está muerto, que sigue vivo”, puntualizó.

Momento después, una vez terminada la ceremonia oficial, el representante presidencia, Paco Ignacio Taibo se reunió con campesinos que demandan el no funcionamiento de la Termoeléctrica, ubicada en el poblado de Huexca, municipio de Yecapixtla, quienes le pidieron una reunión con AMLO.

Los opositores a la Terminal de Ciclo Combinado, le expusieron la necesidad de ser escuchados por el presidente de la República, y así poder tener un diálogo sobre el conflicto que permanece por el presunto funcionamiento de la Termo eléctrica.