Yo tengo otros datos - Transporte con dudas; Obra inconclusa

TECA-  acéfalo  

Uno de los aspectos que es esencial para el bienestar de la población es el transporte. Un buen transporte genera comodidad,  seguridad y certidumbre en viajar  al ciudadano. Si este servicio es deficiente el usuario vive en la incertidumbre y en constante riesgo. . En ese sentido, la autoridad debe procurar que dicho servicio se encuentre en óptimas condiciones para darle certeza a la población.

 En Morelos, las tarifas del transporte son muy elevadas, razón por la cual no es compatible con el estado en que se encuentran  las unidades vehiculares, porque algunas de ellas se encuentran en mal estado, son deficientes e incómodas.

Por tal motivo es muy benéfico  que el gobierno que encabeza la señora Margarita González Saravia  se haya reunido con los transportistas para tratar el tema, sin que existan sobresaltos, ni amenazas de ambas partes. En el encuentro quedo manifestado el diálogo, la tolerancia  y la coordinación de los interesados. 

  Es significativo considerar que el área encargado de Transporte y Movilidad del gobierno debe definir una estrategia más eficaz  para ofrecer mejores resultados,  Es consabido que en la dependencia relacionada con el transporte, en anteriores gobiernos,  se cometieron  actos de corrupción, ha sido una práctica muy usual, y todo esto obedece a que algunos ciudadanos no tienen en regla sus documentos, y esto también ocurre con los permisionarios.  Por lo tanto observamos que, existen rutas que exhalan grandes cantidades de monóxido de carbono, los asientos son incómodos porque están mal distribuidos, manubrios deficiente. 

En el caso de los taxis existen unidades que están muy maltratadas, y en el interior  los  asientos  están deplorables y en algunos se encuentran sucios.

Es oportuno señalar que las autoridades del transporte se han enfocado más a la tramitología; le ponen mayor atención a que el permisionario cumpla con los requerimientos de papeleo que les exigen, no tanto, en  ofrecer un servicio de primera.  Pocas veces o más bien nunca revisan en qué estado se encuentra las unidades.

 Ahora bien, el tema de transporte no es sólo que el gobierno se allegue de recursos, que muchas veces esa es la razón primordial a la que se enfoca la autoridad. Si no de regular la movilidad, la vialidad en coordinación con los ayuntamientos y también en respetar derechos laborales.

  Cabe señalar que los trabajadores del transporte no cuentan con seguridad social,  mientras que el permisionario aumenta sus ganancias, el trabajador del volante no cuenta con prestaciones.

 Por otra parte,  es urgente que los choferes de rutas  y de  taxis adquieran cursos de capacitación acerca de la vialidad, de relaciones humanas, de  cuidado y trato de personas de la tercera edad y discapacitados. Es menester señalar que los operadores del volante brindan un servicio público y a cambio, reciben del usuario un pago por dicho servicio.

En ese sentido la autoridad se ha hecho “de la vista gorda”, porque no ha querido subsanar dicha problemática. Sólo se enfoca a recibir mayores ingresos.

 Existe un desorden en la vialidad, hay lugares que se adueñan los taxistas para subir pasaje sin previa autorización de la autoridad, para ejemplo el IMSS, los taxista suben o bajar pasaje en la puerta principal. Cuando debería de ser un espacio libre para  que pueda el derecho ambiente descender y ascender a su paciente. Lo mismo ocurre en la glorieta de la “luna” se apoderaron de dicho espacio, sin autorización. En las terminales de autobuses ocurre lo mismo; se encuentra estacionados en la puerta.

 En Morelos los transportistas se han convertido en un grupo de presión y no en un colectivo que presta un servicio público y es que en los anteriores gobiernos se prestó para hacer  alianzas política con tintes electorales, muchas veces en beneficio de los candidatos del partido oficial o bien rendir culto a la personalidad del gobernante en turno.

  Lo más alarmante que ocurre en el medio del transporte es que existen personas de la tercera edad que operan los taxis, son choferes. Cuando por su misma edad, sus reflejos, su vista y sus destrezas ya no son confiables. A todo esto la autoridad no dice nada, ni siquiera les importa.

 Hoy, es la gran oportunidad de cambiar las condiciones del transporte en la entidad, de hacer posible lo que tanto pregona este gobierno, que es un gobierno “de transformación”. Todo dependerá de la voluntad política del gobernante para hacer realidad que sus palabras se conviertan en hechos.

Refilón

En frente de Las oficinas de  Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) existe un estacionamiento que no expide boletos, simplemente te anotan en un cuaderno a qué hora entras; no existe extinguidores ni tampoco se observan documentos a la vista del ayuntamiento. El servicio de los baños se encuentra en condiciones paupérrimas. Es un terreno  que habilitaron para que los trabajadores de CAPUFE  estacionen sus vehículos mientras laboran. Lo sorprendente es que la autoridad municipal ni estatal está enterado, y si lo están, seguramente, están protegiendo a alguien, que no paga impuestos. Debe ser “un pez gordo” que no ha caído en las redes de las autoridades.

Obra inconclusa

 Afuera de las instalaciones de la Cruz Roja existe una obra pública que lleva semana inconclusa. Abrieron la calle para instalar un tubo y los trabajadores se fueron,  dejaron un montículo de tierra; hasta el momento la obra sigue igual; no se ha cerrado, y el tubo se encuentra descubierto. Tal situación  provoca un cuello de botella justo en esa esquina, lo que impide la libre  circulación vehicular para llegar a la Facultad de Medicina de la UAEM. Y la autoridad municipal ni enterada esta.

¿Olvido o poca importancia?

Abogados laboralistas se preguntan si ya van a nombrar a la titular del Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TECA), porque desde que llegó el titular de la Secretaría de Economía, hace casi tres meses,no ha nombrado al titular, es su responsabilidad hacerlo, pero al parecer se le ha olvidado. En estos momentos se encuentra una encargada del despacho. Que no puede tomar decisiones – según ella- precisamente por su carácter de encargada, por lo tanto, todo está paralizado.