¨Yo tengo otros datos¨ - La oportunidad de cambiar el destino: votando
En opinión de Carlos A. Galicia.
Tenemos que agradecer a los medios de comunicación y en especial a la prensa escrita por ocuparse de registrar los sucesos que acontecen en la entidad; gracias a sus testimonios podemos enterarnos de los acontecimientos y conocer los eventos que marcan la historia política en la entidad. Sin embargo, aún es insuficiente para comprender dichos fenómenos, se requiere de análisis, investigación y de un estudio riguroso para conocer las causas y efectos de algunos eventos.
En ese sentido, habría que preguntar; ¿En dónde está la academia? y ¿los científicos sociales? No basta que los periodistas realicen su labor diariamente y que registren los acontecimientos en la radio, televisión o prensa escrita, ya sea en la modalidad por redes o analógicas.
En el Estado de Morelos, han ocurrido una serie de eventos en las dos décadas de este siglo que son de suma importancia. Fuimos testigos de una transición “democrática” (aunque sería mejor llamarla transición partidista). Por primera vez a la gubernatura arriba un partido político de oposición después de una larga tradición de haber ocupado la primera magistratura un solo partido político. (PRI), posteriormente llega a ocupar la titularidad Graco Luis Ramírez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Y actualmente el Partido Encuentro Social (PES), a través de su candidato Cuauhtémoc Blanco que ocupa la titularidad del Ejecutivo.
Esto es a grosso modo la trasferencia del poder. Sin embargo, los hechos no ocurrieron de manera tan simple, sino que ocurrieron una serie de sucesos que marcaron el rumbo de la historia política de la entidad, como por ejemplo la supremacía de un grupo político- familiar, denominada la Sagrada Familia, de la cual arribo al poder uno de sus integrantes, y que está incrustada en el Partido Acción Nacional. Posteriormente el arribo de Graco Luis Ramírez, oriundo de Tabasco, personaje político habituado a jugar más a nivel nacional, identificado con la izquierda sistémica; es esa oposición que funciona como servidor del régimen y desde luego, es un ápice para fortalecer al sistema político. Llega a Morelos para hacer política y logra convertirse en gobernador. Finalmente, la llegada de un personaje de la farándula futbolística que sin saber nada de política y con una deficiente preparación escolar arriba al poder político.
Estos son los acontecimientos que habría que estudiarse, pero no desde la óptica periodística, sino sociológica, politológica y antropológica, incluso desde otros ángulos como la económica, etnográfica y jurídica para comprender que ha significado la afamada transición y preguntarse porque Morelos sigue con un letargo en su crecimiento y desarrollo a diferencia de otras entidades.
Es conveniente resaltar que el hilo conductor de la historia lleva una continuidad, esto no quiere decir que la historia se rompe y empieza a partir del siguiente periodo gubernamental.
Lo más lamentable de esta indiferencia científica es que los morelenses no logramos entender las causas que dan origen a ciertos sucesos ni tampoco logramos comprender el pasado para entender mejor el presente y desde luego, poder diseñar el futuro.
Hace falta estudios que permitan conocer los fenómenos políticos, sociales, culturales y económicos que han marcado la historia política de este Estado.
Morelos es una colectividad que repite constantemente patrones culturales, es común que se justifique constantemente en nombre de las costumbres y tradiciones, suele refrendar su enorme legado histórico del cual se siente muy orgulloso, sin comprender que en mucho de los casos ese discurso es un instrumento que beneficia más a la clase social en el poder y en especial a las élites.
Este seis de junio tenemos la oportunidad de cambiar o de repetir la historia, depende de cada ciudadano tomar consciencia y acudir a las urnas a depositar su voto; en la inteligencia de que estas elecciones son inéditas; veintitrés partidos políticos participan con sus respectivos candidatos en la arena electoral. Cabe señalar que algunos candidatos pertenecen a las élites; otros repiten, buscan la elección continua, con la intención de continuar en el cargo, y existe un reducido grupo de candidatos que por primera vez participan en un proceso electoral, busca obtener la mayoría de votos para convertirse en candidatos electos.
Esperemos que los ciudadanos no se equivoquen y voten por candidatos que tengan las mejores propuestas, pero sobretodo una vez que ganen no estén dispuestos a hacer negocios con el cargo, que su actuación se realice con honestidad, y que su desempeño lo hagan apegados a la ley, así como sus acciones gubernamentales se ajusten a la transparencia y rendición de cuentas. Espero no pecar de ingenuidad y creer que todavía es posible construir un mundo político cada vez mejor. Pero, además, ojalá en lo subsecuente la academia y los científicos sociales morelenses logren estudiar y analizar los acontecimientos que han marcado la historia política de la entidad.