Yo tengo otros datos - El Presidencialismo: es parte de la genética histórica.

En opinión de Carlos A Galicia

Yo tengo otros datos - El Presidencialismo: es parte de la genética histórica.

Es tiempo de innovar en el CELE – UAEM.

 

Uno de los temas centrales a nivel nacional, tanto, en el ámbito académico como político, es sin lugar a duda, la preminencia del presidente frente a los demás poderes. Es una discusión interminable y seguramente, seguirá siendo un tema que en este siglo se continuará escribiendo libros, tesis, y se realizarán foros, seminarios, etc.

Las reformas que se han realizado en el país no han logrado contrarrestar este fenómeno que sigue estando en boga. ¿y todo por qué? Simplemente porque el siglo XX se construyó a partir de la figura presidencial. El titular del Poder Ejecutivo Federal era la figura más importante del escenario político, como resultado de la inestabilidad y caos que prevaleció durante el siglo XIX.

Las grandes revueltas y golpes de estado que produjeron en dicho siglo obedecieron a la lucha por la conducción del país. Las pugnas entre conservadores y liberales estuvieron plagadas por la existencia de algún monarca o presidente. Por fortuna se desterró a la monarquía como forma de gobierno y se apostó al régimen presidencial.

Con la institucionalidad del PRI (con todas y sus facetas) se dedicó a apoyar la figura presidencial para mantener el orden, estabilidad y canalizar los ímpetus de los políticos y líderes. Fue a partir de la reforma de 1997 que institucionalmente en el Congreso de la Unión se contrarrestó la presencia del presidente como el gran legislador. Perdió mayoría absoluta.

 La aparición de los Órganos Constitucional Autónomos inhibe las acciones del Poder Ejecutivo, primeramente, porque no forman parte de algún poder público, aunque en su momento, cuando John Ackerman, se dedicaba a la academia e investigación, consideró que estos órganos, podrían considerarse como el cuarto poder, si bien, no de jure, sí de facto, por la labor que desempeñan con respeto a los poderes públicos. 

Ahora bien, qué se debe hacer para aminorar la preeminencia del presidente con respecto a los demás poderes. Primeramente, modificar la concepción de que este país se construye a partir de la mayoría. Si el presidente tiene la mayoría en el Congreso automáticamente tiene asegurado sus propuestas, y en gran medida las reformas constitucionales que desee implementar, (aunque, en el actual régimen, todo lo quieren hacer por decreto presidencial). Segundo. El sistema de control interno, la fiscalización deberían ser actividades permanentes en todos los ámbitos de la administración pública. Tercero la revocación de mandato debería de convertirse en un instrumento de los ciudadanos, no de partidos políticos ni de grupos de poder. Cuarto. Que la Suprema Corte actué como un Tribunal Constitucional que sus integrantes sean propuestos por organizaciones no gubernamentales y que los órganos camerales se integre la mayoría con la suma de las minorías y no con una sola fuerza política, pero para eso, es importante que el mismo poder modifique al poder, es decir que exista voluntad presidencial para aminorar la preeminencia del poder presidencial, sólo así se podrá tener un equilibrio entre los poderes. Pero antes, se tendrá que cambiar la mentalidad gubernamental en la cual la diferencias forman parte de la esencia para crear consensos, reconocer que se tiene que gobernar para todos, independientemente, de que no sean partidarios de las mismas ideas ni tampoco que pertenezcan al mismo partido en el gobierno.

 Los mexicanos para todo queremos organizar estructuras administrativas con la figura del presidencialismo. En una escuela existe la figura del presidencialismo. El presidente de la sociedad de alumnos, de padres de familia, el jefe de grupo, jefe de academia, el jefe del departamento de… en algún evento escolar se nombra en primera persona al titular que preside tal evento. Lo mismo ocurre en una colonia para todo nombramos a un presidente, el presidente del comité de obra, presidente de la comisión de vigilancia, presidente de la sociedad de colonos, o bien, el ayudante municipal actúa de manera unísona, independiente de algún órgano que se encargue de tomar decisiones de manera colegiada. Nuestra tradición como pueblo está acostumbrada a respetar la figura de un solo hombre. El presidencialismo es parte esencial de la genética histórica del pueblo de México. Ya es tiempo de modificarlo y de empezar a construir órganos colegiados.

Oportunas.  

Es tiempo de innovar en el CELE - UAEM

 La Pandemia trajo como consecuencia la afluencia de la tecnología y el florecimiento de las plataformas digitales. La era digital se manifestó principalmente en las escuelas. Es de suma importancia que en el caso del Centro de Lenguas Extranjeras (CELE-UAEM) produzca nuevos proyectos alternativos en los cuales se aproveche la tecnología en el proceso de enseñanza-  aprendizaje de los idiomas. Hoy, se requieren desarrollar plataformas acordes a cada idioma en los cuales los alumnos tengan acceso a diccionarios digitales, usos de formas gramaticales, spelling, corrección de escritura. Y algo muy importante que existan convenios de colaboración con universidades, tanto, de habla hispana, como de universidades de otras lenguas, para que los alumnos puedan inscribirse a cursos, clases o seminarios de manera digital con algún maestro de cualquier universidad del mundo.  De lo contrario seguiremos anclados en el viejo modelo educativo; en el que alumno se conecta a una pantalla digital para recibir la misma clase como si estuviera de manera presencial, la única diferencia es que los alumnos lo hacen a través de una pantalla. Como dijeran los jóvenes… ¡así que chiste!