Yo tengo otros datos.

En opinión de Carlos A Galicia

Yo tengo otros datos.

Uno de los temas pocos tratados en el ámbito académico y social es lo referente a - ¿cuándo un político debe retirarse? - Observamos que un futbolista profesional se retira, cuando por lo regular presenta algunos síntomas y condiciones físicas en su cuerpo; el jugador se cansa, se agota en la cancha, ya no tiene la misma habilidad y destreza en el campo. De igual manera se puede observar a un cantante o actor, que decide retirarse, porque su voz es pausada sin fuerza, se agita al hablar, sus movimientos son lerdos. Y así podríamos decir de muchos profesionistas o profesionales; mujeres y hombres del espectáculo, que llega a una etapa de su vida que deciden retirarse de su actividad pública porque su cuerpo y mente ya están agotados.

Pero, entonces, ¿Qué sucede con un político? ¿ por qué no se retira de la vida pública? Si, anteriormente hemos dicho que un futbolista o un actor o actriz se retira cuando pierde habilidades, destrezas, capacidades, y su cuerpo y mente se encuentran agotados.

Un político también debería retirarse, dejar el espacio para nuevos cuadros. Existen políticos mexicanos que quieren seguir participando en política como si todavía tuvieran la lucidez y brillantes que suele brindar la juventud, como es el caso de Porfirio Muñoz Ledo, un hombre que ya le dio a este país, y que hoy, se encuentra en la etapa de la senectud, cuando lo que debería de hacer es irse a descansar, dedicarse a una actividad de recreación, de esparcimiento, de vez en cuando impartir alguna conferencia, o dar entrevistas. Pero, ¿dedicarse a la política?, tratar de reelegirse para un cargo de elección popular, o bien, querer ser embajador de México en Cuba, y en estos momentos ser promotor de una organización política. Nueva República. Por mucha experiencia y conocimiento que haya acumulado, su cuerpo y su mente ya no son aptas para una actividad política.

 Desafortunadamente no existe legislación alguna de cuándo debe retirarse un político, no es lo mismo cuando debe retirarse un servidor público. Estamos hablando de dos aspectos diferentes.

En ocasiones se cree que el político es indispensable, es único e irremplazable. Ya lo dijo Boris Johnson, ex primer ministro del Reino Unido…” En política nadie es indispensable” y menos cuando los años se han acumulado en nuestro cuerpo.

Sin embargo, no es una cuestión legal, es una razón ética, de conducta de saber cuándo un hombre que ha realizado una función pública debe retirarse. En México, es un tema que se tiene que trabajar mucho en la academia como en el ámbito social; es un aspecto cultural que tiene que irse modificando. El político debe aprender a retirarse a tiempo y en tiempo, no porque alguna enfermedad le impide continuar, sino porque ya no es un referente de aceptación entre la ciudadanía, pero sobretodo porque ya perdió habilidades, destrezas, capacidades para dedicarse a una actividad como es la política en la cual se requiere de diálogo, tolerancia, respeto, capacidad para negociar. Ayudaría más su retiro porque permitiría nuevos cuadros y nuevas ideas. Que en política si son indispensables y necesarias.

 

 

Oportunas

  En el Centro Morelense de la Artes (CEMA), Institución que fue creada durante la Administración de Jorge Carrillo y que durante el periodo de Marco Adame tuvo un esplendor cultural y artístico, y con Graco Luis bajo la intensidad, en estos momentos se observar poco avance en cuanto a actividades artísticas y culturales en la entidad.

Pues resulta que abrió sus cursos de verano entre los cuales se encuentra el de escultura y cerámica. Jóvenes interesados se inscribieron en el curso.  Para ello, la institución le solicitó al participante la cantidad de ciento cincuenta pesos para que tuviera derecho a su credencia y a un seguro de estudiante, además de los mil quinientos pesos de inscripción.

Los alumnos que se inscribieron se presentaron el día lunes 18 a tomar sus clases, las autoridades del plantel les informaron que no se abrió el curso, porque fueron muy pocos los inscritos, y por lo tanto tenían que elegir otro curso, el de pintura estaba agotado, sólo quedaba uno, el de ballet.  los jóvenes inscritos se molestaron y reclamaron la devolución de su dinero. Las autoridades inventaron unas series de cláusulas, para evitar el reembolso, y cambio les dijeron que deberían de aceptar el curso de ballet avanzado.

 Ante esta situación surgen una serie de preguntas: ¿Por qué el personal del plantel no previo el cupo del curso con anticipación y, además, porque les hizo gastar a los alumnos en un seguro y en una credencial, si no estaban seguros de que se abriría dicho curso? ¿No es algo injusto e incongruente?