YO TENGO OTROS DATOS
En opinión de Carlos A Galicia
Uno de los aspectos centrales en los procesos electorales es sin lugar a duda la cultura política. Pero antes de abordar el tema es necesario preguntarnos de que está hecha esta amalgama. La cultura política tiene que ver con símbolos, lenguaje, hábitos, costumbres, valores, que se reproduce entre los gobernantes y los gobernados. Es lo más difícil de erradicar en un pueblo, porque forma parte de su identidad. Se podrá introducir nuevos elementos a la cultura política, pero cambiarlos por completo es casi imposible, si no es que imposible. A que vienen esta reflexión, bueno, a que en las campañas políticas que se están llevando a cabo en estos momentos se siguen reproduciendo los mismos hábitos y costumbres. El baile de chínelos están presente en casi todas las campañas políticas, los tambores, los banderines y las camisas bordadas con el nombre del candidato y del partido. Las canciones que hacen alusión al perfil del candidato y desde luego, no podían faltar los trípticos, un documento en el que se señala las cualidades del candidato. Desde luego, resaltan las virtudes delaspirante que aparentan ser extraordinarias, como son: su experiencia, preparación e incluso su talento. Pero lo que más llama la atención es su actitud de tratar de aparentar que es un hombre o mujer del pueblo, que conoce las necesidades de la comunidad. Que es el momento de cambiar, de transformar la realidad. El candidato asume una posición crítica con respecto al gobernante en turno, rechaza y minimiza su función pública. Todo está mal, no ha hecho nada. Pero lo que resulta risible y posiblemente algunos ciudadanos con sentido común y con consciencia seguramente se habrán de reír, cuando los aspirantes consideran que a ellos no les va a temblar la mano, que están dispuestos a ponerle solución a los problemas, que ya basta de que el municipio siga en esas condiciones. Lo que de plano si es motivo de reflexión y de cuidado son aquellos candidatos que aspiran a ser diputados. No tienen ni idea de que se trata, para que sirve o más bien cuál es el papel de un legislador. Hacen declaraciones como de llegar a la legislatura aprobaré apoyos para los grupos vulnerables, centros de apoyo y asesoría para mujeres, créditos al campo. Cuando muchas de estas propuestas ya existen y forman parte de las políticas públicas existentes, pero como existe un desconocimiento y una completa ignorancia de lo que significa legislar, se les hace muy fácil hacer propuestas.
Es pertinente que los partidos políticos junto con sus candidatos elaboren una propuesta legislativa, para conocer sus directrices al respecto. Porque algunos con tal de ganar proponen hasta las perlas de la virgen, y las joyas de la patrona de México no están en venta, ni mucho menos se prestan al mejor postor. Así que ya es tiempo de que dejen de tomarle el pelo a la ciudadanía y mejor presentes propuesta congruentes y veraces. ¡Ah! Y otra cosa. La ciudadanía no quiere prohombres o mujeres maravillas que vienen a solucionar los problemas por completo. Lo que el pueblo quiere es que le hable con la verdad. Que es lo que están dispuestos a solucionar y que es lo que no pueden arreglar. No tanto porque no quieras o no puedan, sino por hay intereses de por medio o bien, no están dentro de tus competencias. Así que los viejos esquemas de hacer campañas políticas ya quedaron atrás. Hoy se requiere algo nuevo, algo diferente, que el pueblo en verdad les crea.
Oportunas.
Lo que no se entiende es la posición de algunos legisladores de Morena que defienden a uno de sus diputados, lo acusan de abusar de un menor. Sus correligionarios justifican su proceder argumentando que no estaba en funciones, cuando cometió su fechoría, que dicha actividad la realizó durante el tiempo que se comprende cómo vida privada. Es totalmente risible el argumento. Porque cuando un ciudadano es votado y obtiene la mayoría de votos es elegido, una vez que adquiere esta categoría es un ciudadano electo para ocupar un cargo de elección popular. El ritual en nuestro marco normativo es que ese ciudadano electo tendrá que protestar el cargo, es decir que jura respetar la constitución y las leyes que de ella emanan. Por lo tanto, ese ciudadano deja de ser un simple ciudadano y se convierte en funcionario, o representante. Es un ciudadano electo que realiza una función pública. ¿ Entonces, en qué momento se puede separar su función pública de su vida privada? ¿Cuándo no está en su oficina, o en su curul? Que argumento tan endeble… lo único que muestran es una completa ignorancia