¡Vivos los queremos, vivos jamás los tendremos!
En opinión de José María Román
El tema central es y siempre debió ser encontrar y castigar a los culpables o de la desaparición o del asesinato de 43 normalistas que dicen eran normalistas. Pero no fue así: politizaron el asunto, es decir, lo complicaron TODOS: gobierno federal, estatal y ni se diga los municipales. El tema colateral es y debe ser acreditar lo que en mi opinión se carece, al definirlo este gobierno como CRIMEN DE ESTADO, sin tener el gobierno ni los elementos ni las posibilidades de lograrlo.
Al respecto, el entonces opositor AMLO del gobierno Peñista fue criticar y criticar la no aclaración de la ausencia de 43 muchachos que al parecer no se dedicaban a estudiar, sino a promover cuestiones sociales. Y lo menciono porque la sociedad de sus impuestos paga para que en Ayotzinapa se formen maestros, no conflictivadores sociales, algo de lo que dentro de la tragedia, poco se habla. Ya en el poder y a casi 4 años de gobierno en el fondo la 4t solo concluye lo mismo que ya antes dijo el ahora acusado Murillo Karam. El entonces procurador lo dijo como verdad histórica en su momento. Esa ausencia de los jóvenes a la fecha nadie va a poder aclarar y castigar, unos porque ya han fallecido como miembros de los Guerreros Unidos que son señalados como actores materiales o miembros del ejército, o los policías municipales. Otros porque los intereses en su momento son y han sido protegidos desde el gobierno federal pasado y presente, unos más porque están en el extranjero y de tontos se presentan a ser chivos expiatorios que en este gobierno se les da y los utilizan con regularidad.
Pero esto de fabricar o buscar culpables en este gobierno ha sido recurrente al menos en dos casos para mantener a sus simpatizantes entretenidos: Rosario Robles, que al salir de la cárcel la suplen con el señor Murillo Karam. En el gobierno de Peña Nieto, el chivo expiatorio que al final salió inocente cuando no debió haber salido así, fue Elba Esther, la maestra de primaria millonaria y líder sindical.
¿De qué se acusa a Murillo Karam?, dicen que de CRIMEN DE ESTADO. En el fondo de nada trascendente o que no debiera haber hecho dentro de sus funciones de Procurador: establecer la verdad que a su criterio, después de haber analizado los hechos de este asunto, declara como verdad histórica. ¿Que se equivocó?, tal vez, pero para sostener su culpabilidad el gobierno actual necesita acreditar, que a la fecha no está demostrado, que hubo de parte de Murillo Karam, la intencionalidad, elemento esencial para su culpa. Por eso el señor solo es un chivo expiatorio y si acaso demostraran algo, lo único válido es acreditar o que recibió instrucciones de alguien o de que hubo intereses acreditados para dar carpetazo al asunto, claro. Eso no es de saliva, es de PRUEBAS. En cuanto a las más de cien personas que de alguna forma se detuvo y muchos de ellos siguen en la cárcel, saldrán libres y no culpables de este asunto porque a la fecha, no hay nada concluyente que se sepa que sostenga o que son autores materiales o actores intelectuales de la ausencia o asesinato de los muchachos que se han dicho normalistas. Ninguno y poco se observa será declarado autor material o intelectual de su asesinato por una razón muy sencilla como legal: EL CUERPO DEL DELITO. Así lo ha referido la ley porque sin cuerpo del delito, ¿Cómo declaras culpable a alguien? No se puede, se requiere la presencia de los muertos o sus restos acreditados plenamente. Si fueron cremados como se menciona, estamos ante la nada, porque nada se demostrará, vamos, al parecer, ni siquiera cenizas. A lo máximo que puede aspirar el gobierno (y tengo mis reservas) es que se declaren algunos culpables de desaparición forzosa cuya sentencia es muy diferente a la de asesinato y es posible que ya la hayan cumplido algunos de los detenidos. Ya en 2015, cuando este tema era candente me permití escribir en nuestro diario ese mismo criterio que aun sostengo. Es más, ni el propio ex presidente de Iguala, EL MORENISTA DE HUESO COLORADO, amigo de AMLO JOSE LUIS ABARCA será declarado culpable que es de los que tenemos aparentemente más ligado al asunto.
Pero hay otras interrogantes no resueltas y cabos sueltos no atados: ¿Quién autorizó a esos jóvenes a estar fuera del internado haciendo labores no propias de su tarea que era estudiar?, lo obvio es que fuera el director de la normal, personaje del que se sabe poco y menos que haya sido llamado a juicio. ¿Porque autorizo esa salida?, ¿Conque fines? ¿Quién pagó el autobús que los trasportaba? ¿Qué hacían esos muchachos fuera de su internado a esas horas?, ¿la escuela financió el viaje? Si el autobús fue robado por los jóvenes, entonces hablamos de delincuentes viajando en un autobús, NO DE ESTUDIANTES. Pero no se atreven a decirlo, les da miedo a los funcionarios. ¿Podemos culpar a Murillo Karam por definir a su criterio la verdad histórica, sí esa era precisa y legalmente su función? ¿Qué se equivocó?, primero se tendría que demostrar con hechos, enseguida quedar en la ley (no hay efectos retroactivos, la constitución lo prohíbe expresamente) que es culpable por establecer un criterio cuando ese era su trabajo. ¡NO! Por eso jamás podrá culpársele. En los hechos han dado un tinte político al asunto, ante la incapacidad o posibilidad de demostrar con pruebas las culpas de alguien. Es como el tema de Rosario Robles que ya no daba para más por ser una venganza política de AMLO al no perdonar que se haya pasado a las filas del PRI no obstante ser su amiga, y al salir la sustituyen por Murillo Karam para tener entretenidos a sus seguidores, generalmente personas que no se les da el análisis y que aplauden como focas que metan a la cárcel a los de la MAFIA DEL PODER, sin darse cuenta que ahora ellos, sus simpatizantes y nosotros los de a pie, que estamos en manos de la nueva MAFIA EN EL PODER, o sea la 4t. Total: más circo, teatro, maromas, pero de apuros no salimos.