Todas y todos vs la depresión

En opinión de Lorena Elizabeth Castillo

Todas y todos vs la depresión

La depresión o desánimo es una enfermedad mental que puede afectar a
personas de todas las edades, cualquier género y condición y,
específicamente, en el caso de las mujeres, es factible afrontar esta
afección con perspectiva de género, a fin de   considerar los factores
sociales, culturales y económicos que afectan su salud mental.


El tema viene al caso porque el pasado lunes 13 d enero se conmemoró,
precisamente, el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, por lo que
es pertinente atender este llamado global para emprender y fortalecer
acciones locales y efectivas contra este mal, para lo cual debemos
implementar estrategias de las políticas públicas en la materia.


En nuestro caso, a nivel municipal capitalino, a través de los
programas del Instituto de la Mujer de Cuernavaca, durante este 2025,
trabajaremos en reconocer y validar las emociones de las usuarias ya
que es s fundamental crear espacios seguros, donde las mujeres se
sientan escuchadas y validadas en sus sentimientos.


Es necesario también identificar y desafiar estereotipos de género,
puesto que los roles y expectativas de género contribuyen al
decaimiento emocional. Entre ellos, la violencia de género y la
doméstica, el acoso y la violencia sexual son también factores
significativos en la melancolía o postración de las mujeres.


Resulta importante cuestionar y desafiar estos malos modelos
conductuales que, a pesar de los cambios alcanzados, aún obligan a
muchas mujeres a padecer rechazo, trata de personas y maltrato
psicológico y emocional.


Además de lo anterior, urge ampliar y fortalecer las tareas ya
implementadas en centros de salud, instituciones e instancias de
apoyo, como la terapia centrada en la mujer, ya que este recurso debe
ser sensible a las necesidades y experiencias de las mujeres y abordar
los factores de género que contribuyen a la depresión.


De igual manera los grupos de apoyo y las redes sociales pueden
proporcionar un sentido de comunidad y conexión, lo que puede ser
especialmente beneficioso para las mujeres que experimentan
abatimiento emocional; así como la educación e información sobre el
fenómeno de la tristeza crónica, ayuda a reducir el estigma que sobre
las pacientes se suele aplicar.


Por último y no menos importante, es fundamental garantizar el acceso
a servicios de detección oportuna de este daño a la salud mental,
organismos e instituciones que sean sensibles a las necesidades de las
mujeres y aborden los factores de género. Recordemos que cada mujer es
única y es importante adaptar las estrategias de intervención y
respaldo a las necesidades individuales de cada persona.