Tareas para el 2020. De la aprobación del presupuesto al combate a la corrupción y acoso laboral
En opinión de Aura Hernández
“Tenemos un flagelo adentro de carácter ético. Cuando el afán de hacer plata se mete adentro de la política nos mata a la izquierda.”
José Mujica
En días pasados fue tendencia en redes sociales, la noticia de que el Consejo de la Judicatura Federal destituyó e inhabilitó a un impartidor de justicia por diez años, por haber acosado a diez mujeres. Hoy por la mañana, el Presidente de la República dijo en su conferencia mañanera que las épocas de saqueos al erario, pertenecen al pasado y que se sigue limpiando la casa de arriba para abajo.
Tanto las medidas del Consejo de la Judicatura en contra de los abusos que aún se comenten sobre todo en lo que se refiere a la violencia contra las mujeres, así como las investigaciones que sobre corrupción se realizan en el Ejecutivo, son dignos de aplauso y para quienes estamos en las instituciones solo por nuestro trabajo, constituye una luz de esperanza de que en esos espacios pervivirán los más capaces.
En el caso del Poder Judicial, es innegable que a pesar del gran esfuerzo y del discurso público de su máximo representante sobre el combate a estas prácticas nocivas, el acoso laboral y sexualgozan de cabal salud. Si no, habría que indagar un poco también en los ámbitos administrativos de las más altas esferas para darse cuenta que ahora con el pretexto de las reestructuraciones y de la austeridad, el acoso parece destinado a perpetuarse.
Sin duda, en nombre de limpiar la casa se han cometido excesos, y las cifras sobre desempleo en el último año, dados por INEGI son una muestra de que algunas medidas están teniendo afectaciones estructurales, además de las afectaciones a la dignidad de las personas.
La semana pasada en este espacio, me refería aquí a una máxima del Presidente López Obrador en relación con el poder, que dice que éste, solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de la gente, y hoy la traigo a cuentas porque desgraciadamente, es evidenteque eso no ha permeado aún capas muy altas de los gobiernos y el barrido de arriba para abajo no ha avanzado mucho. Espero no falten las escobas.
En el estado de Morelos, aun cuando el discurso contra la corrupción y el acoso no es tan potente como en el ámbito federal, pero, por tratarse de gobiernos que llegaron al poder con una coalición política que enarbolaba la lucha contra esas malas prácticas, es de esperarse que recuerden el mensaje de las urnas. La gente ya no quiere nuevos ricos surgidos de la política, ya no quiere actos políticos en donde se practique el acarreo y la cooptación y tampoco quiere policías al servicio de los carteles de la droga, ya no quiere Presidente municipales con guaruras e inalcanzables.
Y sobre todo deseamos que haya gobernabilidad en el estado, pues es una verdadera afrenta para la ciudadanía, que a estas alturas del año 2020, los municipios y los poderes del estado no tengan un presupuesto aprobado porque los integrantes de la Legislatura están enfrentados.
Lo peor del tema es que, si no se resuelven cosas tan fundamentales como estás, que además tienen una prescripción precisa en las normas que nos regulan, cuándo pasaremos a que se combata la corrupción y el acoso en las instituciones públicas de Morelos, si el nivel de la gobernabilidad no nos da ni siquiera para aprobar el presupuesto que contempla la Ley, y que esperanza que se limpien las corporaciones policiacas, eso se antoja todavía mucho más lejano
Pero la peor afrenta es que no se garantice la seguridad de la ciudanía, que haya enfrentamientos entre corporaciones policiacas por una supuesta protección a cárteles y secuestradores. De sobra sabemos que no es fácil gobernar, pero los políticos están ahí por voluntad propia, porque ellos eligieron que su trabajo sea servir a la sociedad, entonces ni hablar, seguiremos exigiéndoles.