Sobrepoblación y autogobierno, realidad en penales de Morelos

De acuerdo con datos del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2019 los penales del estado se encuentran con sobrepoblación, además, la asociación “Reinserta” señala que los penales de Morelos están dentro del 75% de aquellos con “autogobierno” en el país; las cifras no ayudaron a evitar el amotinamiento que dejó 6 muertos la semana pasada.

Hace algunas semanas el Instituto Nacional de Estadística Geografía (INEGI) reveló en una publicación cifras acerca de la sobrepoblación en diferentes penales ubicados a lo largo y ancho del país, dentro de los datos duros que ofrece dicho documento se observan las cárceles morelenses.

En el desplegado por el INEGI se asegura que actualmente los Centros de Reinserción Social ubicados en la entidad, independientemente de su estatus federal o estatal sobrepasan su capacidad de población con casi el 16 por ciento, en otras palabras, albergan a más individuos de los que permiten su capacidad.

En su informe el INEGI señalaba que “el exceso” de sujetos privados de su libertad en los diferentes penales del país, en este caso del estado, “suponía un riesgo para la operatividad, administración, así como para la estadía de los propios reclusos y los custodios”.

Esta advertencia quedó muy clara la semana pasada en el Centro de Reinserción Social (Cereso) Atlacholoaya, donde los custodios se vieron rebasados por los reclusos que protagonizaron un amotinamiento que dejó un saldo de 6 muertos.

Además del riesgo, comprobado, para internos y custodios, significa también una mayor inversión y desgaste en la vida útil del mobiliario y las estructuras (edificios), lo que requiere que se destinen mayores fondos cada año que resultan en una disminución de financiamiento a otras áreas, tales como salud, educación, obras, entre otras.

Aunado a esta problemática de sobrepoblación, los penales en México sufren de autogobiernos, administrados por los propios funcionarios a cargo de los centros de reclusión o de bandas delictivas que operan al interior.

Para la asociación “Reinserta”, que investiga y da seguimiento a los programas de reinserción social implementados por el estado en los reclusorios, al menos uno de los penales del estado adolecía de los llamados autogobiernos, señalando al Cereso de Atlacholoaya, tanto para su área de lo femenil como en el varonil.

Lo anterior fue expresado en una conferencia de prensa celebrada el pasado 25 de octubre en Toluca, Estado de México, por la cofundadora de la asociación Saskia Niño de Rivera, donde presentó las últimas cifras y los desafíos en materia de “reinserción social en México para el 2020”, donde aseguró que al menos el 75% de los penales en México atraviesa por esta problemática.

Deficiencias señaladas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos

El pasado 11 de abril del año en curso, el Ombudsperson nacional, Luis Raúl González Pérez, presentó una serie de datos sobre evaluaciones y deficiencias en sistema penitenciario nacional, donde aseguró que “si no se atienden los problemas del sistema penitenciario nacional, no podrá superarse la situación de inseguridad e injusticia”.

El funcionario señaló que México no podrá superar la situación que enfrenta en materia de seguridad y justicia si no revisa y atiende los problemas de su sistema penitenciario, problemática “al que como sociedad no se quiere voltear a ver, ni interesan la situación y realidad que allí se viven”.

En su comunicado, Luis Raúl González, dijo que las deficiencias detectadas con mayor incidencia en los centros estatales se refieren a la separación entre procesados y sentenciados, las deficientes condiciones materiales y equipamiento e higiene de las áreas de dormitorios, insuficiente personal de seguridad y custodia, el hacinamiento y por último la falta de actividades laborales y de capacitación para el trabajo.

También se identificaron como deficiencias importantes la falta de prevención y atención de incidentes violentos, así como las condiciones de autogobierno/cogobierno; en el 34 por ciento de los centros estatales persiste la sobrepoblación y en 32 por ciento hacinamiento, con áreas que rebasan de manera importante su capacidad, entre ellos los penales del estado de Morelos.