Serpientes y escaleras - Tiempo de la política
En opinión de Eolo Pacheco
Primero fue la seguridad, ahora es la política; la estrategia está cambiando.
Tiempo de la política
Los encuentros del secretario de gobierno con los alcaldes electos son un buen mensaje político porque abren una nueva etapa en la relación entre autoridades estatales; aunque el jefe de la política interna siempre ha mantenido comunicación con los actores de poder en la entidad ahora se ve una nueva estrategia, más dinámica, menos rígida, más interactiva y sobre todo de mejor entendimiento. El cambio en la manera de hacer política desde el ejecutivo es una buena señal para la segunda mitad del sexenio.
Luego de los resultados de la elección pasada algunas cosas están cambiando en el ambiente político estatal, por un lado destaca la desaparición de varios partidos políticos, entre ellos el de la Revolución Democrática que era el refugio natural del régimen anterior, aunque algunos graquistas fundaron su propia organización política (Morelos Progresa); el rechazo ciudadano a su oferta fue evidente al no ganar una sola posición en la contienda electoral.
Pero lo sobresaliente no está en el reacomodo de piezas en el escenario partidista, sino en los nuevos equilibrios de poder que dejó la contienda de junio. Aparece en primer plano la derrota electoral de Morena y el resurgimiento de otros partidos; el mapa político cambió, en la cámara de diputados surgió un bloque opositor más inteligente, experimentado y estructurado que podría hacer ver su suerte al gobernador si no se entiende la situación y actúa en consecuencia.
Destaca la agenda del secretario de gobierno, porque a diferencia del pasado reciente Pablo Ojeda se ve más dueño de la situación, más en su papel de conductor del gabinete y decidido a atajar los problemas que pudieran venir por el cambio de autoridades.
Los encuentros con presidentes municipales electos, dicho por ellos mismos, ha sido bueno en todos los sentidos: el funcionario estatal acude con buen ánimo, se nota conciliador, es receptivo de las opiniones y busca consensos con todos los presentes. Atrás quedó el estilo impositivo de Hugo Eric Flores, ahora vemos una política más cordial, más sensible, pero sobre todo más efectiva.
Varias veces he señalado en este espacio que de lo que haga la oficina política en los próximos meses dependerá el futuro del régimen en los siguientes tres años; obvio: el ejecutivo estatal necesita ser el gran conciliador del estado, debe tomar el liderazgo y tiene que anticiparse a los problemas. Ello se logrará solo a través del diálogo, de la conciliación y del entendimiento con las demás fuerzas políticas y las autoridades electas.
La primera mitad del sexenio ha sido compleja y ello deriva en buena medida de que en este periodo casi no se hizo política; nadie pone en duda la imagen, personalidad y carisma del gobernador, pero esas cualidades están relacionadas con su carrera deportiva, no con su desempeño como autoridad. Al gobierno estatal le ha faltado trabajo político y conciliación para que la buena imagen pública del futbolista se traslade al gobernador; parece que finalmente lo han entendido y lo comienzan a hacer.
Frente a las especulaciones de una posible salida anticipada de Cuauhtémoc Blanco aparecen cambios interesantes en el planteamiento del gobierno estatal; primero fue el ajuste en la estrategia de seguridad y ahora vemos un replanteamiento en la operación política. Obviamente estos movimientos debieron hacerse desde antes, pero aún es tiempo de implementarlos y sí pueden lograr buenos resultados.
El liderazgo es un capital intangible e inexistente actualmente en Morelos; en el panorama hay muchas autoridades y líderes políticos, pero muy pocos líderes. Por supuesto están algunos alcaldes y exalcaldes con representatividad en sus municipios, pero ninguno ha podido posicionar su imagen e ideas más allá de las regiones en donde se encuentran. Tampoco existe un liderazgo en el gobernador, entre los diputados, en los partidos políticos ni en el poder judicial; incluso en la iglesia católica el obispo Ramón Castro ha venido a menos porque ya no tiene la representatividad social que tuvo hace algunos años.
Sin liderazgos consolidados lo que queda es un panorama descompuesto por los conflictos sociales y las constantes peleas de poder. Los últimos años han sido de caos en la entidad y esta situación no es privativa de la actual administración, la vemos desde hace varios sexenios y se magnifica con la lucha por el poder que cada tres años desatan los procesos electorales.
El caldo de cultivo para una crisis política y social está presente en la agenda estatal y por ello varios temas han explotado en los meses recientes; lo que trata de hacer Pablo Ojeda es cambiar la forma como se ha operado desde la secretaría de gobierno en los últimos años, abre canales de diálogo y de comunicación y al hacerlo anticipa conflictos.
Si la jefatura política del gabinete hace lo que le corresponde, si al secretario Ojeda lo dejan actuar como sabe y el resto de los secretarios alinean su trabajo en un mismo sentido, las cosas pueden mejorar sustancialmente para el gobierno estatal y para el estado. La apertura mostrada con las autoridades municipales electas no puede ser la única que promueva el ejecutivo estatal, lo mismo se debe hacer con el poder legislativo y con el judicial, con los sectores empresariales y con las organizaciones sociales. El primer encuentro es con el secretario Pablo Ojeda, pero después ese diálogo se tiene que dar directamente con el gobernador.
Lo peor que puede hacer una administración es aislarse y lo peor que le puede suceder a un gobernador es quedar atrapado en una burbuja de auto complacencias. Eso parece que está cambiando a partir de lo que se ve las áreas de seguridad y de gobierno; falta que las demás oficinas del ejecutivo hagan lo propio y con resultados demuestren su lealtad al Cuauhtémoc Blanco.
A estas alturas del sexenio ha quedado claro una vez más que no se puede gobernar solo; para que las cosas funcionen es necesario el trabajo coordinado de todos los que tienen una responsabilidad política y una posición de toma de decisión.
Se acabó el tiempo de Superman, ahora es la época de los Superamigos.
- posdata
Las historias se cuentan de manera distinta, dependiendo el ángulo desde la cual se vean; lo ocurrido ayer por la tarde en la calle Diana en la capital de Morelos es un ejemplo.
Los primero que se supo es que había dos personas sin vida tiradas a media avenida; de inmediato comenzaron a surgir comentarios en redes sociales que hablaban de una ejecución, del ataque armado contra dos personas que viajaban en una motocicleta; incluso hubo algunos que narraron como desde una camioneta los habían rafagueado.
Poco a poco surgió más información: decían que se trató de un accidente de tránsito y luego de un ajuste de cuentas en la disputa por el territorio.
La historia se viralizó rápido porque en el cielo volaba a baja altura el helicóptero de seguridad del estado y eso llamaba mucho la atención; a partir de ello también se construyeron historias: algunos hablaban del robo a un banco, del ataque a una persona que circulaba en su auto custodiado por una motocicleta y hasta de un duelo de auto a auto. Alguien más audaz refirió que el hecho estaba relacionado con la recompensa que el estado ofrecía por un líder criminal.
Más tarde con la declaración de una de las víctimas se supo que fue lo que sucedió: una pareja retiró dinero de un banco y al salir en su vehículo fueron interceptado por las dos personas de la motocicleta, se opusieron al robo, los delincuentes les dispararon y el conductor, quien portaba una pistola repelió el ataque, hirió a los delincuentes, los hizo huir y en su huida chocaron con un taxi. Las víctimas, quienes también fueron impactadas por las balas de los ladrones se trasladaron por sus propios medios hasta un hospital, donde posteriormente una autoridad los contactó.
En tiempos como los actuales en donde la información se comparte por todos desde cualquier plataforma hay que tener mucho cuidado con lo que se lee. Las historias de violencia se han vuelto cosa de todos los días en nuestro país, este año se perfila como el más sangriento de toda la historia de México, pues a la mitad del 2021 ya se contabilizan más de 91 mil homicidios en el país.
Precisamente por eso hay que ser prudente con el manejo de la información, en lo que se opina y en lo que se lee. Lo sucedido ayer en Cuernavaca fue trágico porque dos personas perdieron la vida, pero se trató de un robo frustrado, no de una ejecución ni del asesinato de personas inocentes; con todo respeto dicho, las víctimas no fueron quienes perdieron la vida, sino quienes iban a ser asaltados: estos recibieron disparos de sus atacantes y se defendieron.
Los tiempos también son claves en el manejo de la información; entre más se tarden las autoridades en explicar los hechos, más historias como las anteriores se pueden contar sobre cosas que no ocurrieron.
Los vacíos que se dejan se ocupan.
- nota
La candidata del Partido Acción Nacional en el primer distrito local Andrea Gordillo presentó una impugnación al resolutivo del Tribunal Estatal Electoral, que revirtió su triunfo para concedérselo a la morenista Alejandra Flores.
Sin tomar en cuenta que los magistrados del TEE son leales a los intereses del subsecretario Rabín Salazar y Alejandra Flores es su hija putativa, lo interesante será ver como resuelven las instancias federales el tema, porque hasta donde se sabe la panista ganó en el conteo de votos inicial y volvió a ganar en el recuento de estos.
Muchas veces hemos visto como los juzgadores federales dan palo a las sentencias del tribunal electoral morelense, pero hay que entender que en estos tiempos también esas instancias se han alineado a los intereses de la 4T, por lo cual existe una amplia posibilidad de que ratifiquen el triunfo de la candidata de Morena.
En el reacomodo de piezas en el congreso local el gran perdedor fue el Partido Acción Nacional, porque le quitaron una diputación que ya habían ganado en las urnas y otra que obtuvieron por la vía plurinominal.
Esto, por supuesto, no interesa mucho a los hermanos Terrazas, porque “aiga sido como aiga sido”, los tres seguirán conectados al presupuesto y van a poder negociar en los próximos años.
A menos que en la próxima elección Juan Pablo Adame las gane la dirigencia.
- post it
La tala de árboles en Cuernavaca es casi tan grave como la cantidad de fugas de agua potable que hay en las calles de la ciudad; la de Antonio Villalobos no solo ha sido una administración corrupta e incompetente, también ha provocado el más severo ecocidio en la capital de los últimos años.
Los últimos meses que le quedan como alcalde se han convertido en el semestre de Hidalgo para los funcionarios de la comuna; los amigos de Villalobos están tratando de llevarse lo más posible en el tiempo que les queda como administradores de la ciudad.
Es tan grande la torpeza de Antonio Villalobos que no solo cree que ya tiene todo pactado con José Luis Urióstegui, ahora presume que será delegado federal en Guerrero.
Para tonto no se estudia, se nace.
- redes sociales
Las redes sociales son maravillosas para compartir información, pero depende de que canales se utilicen puede uno estar bien informado. Hechos como los del miércoles pasado en la calle Diana son un claro ejemplo de ello: la noticia corrió rápido, pero sin ser totalmente cierta; se habló de dos muertos/heridos por arma de fuego, pero después de ello aparecieron múltiples historias construidas en torno a lo que se suele llamar “teléfono descompuesto”.
Este tipo de noticias causa mucho daño a todos: a la gente la desinforma, le provoca una imagen distorsionada de la realidad y en algunos casos genera pánico; para los gobiernos el efecto es terrible, porque daña severamente la imagen y echa por tierra cualquier acción positiva que se tenga.
La falta de información oportuna genera vacíos muy peligrosos.
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