Serpientes y escaleras - Margarita gobernadora

Hay una dama entre los aspirantes a la gubernatura de Morelos en el 2024

Margarita gobernadora

Por primera vez en su historia, en el 2024 Morelos podría tener una gobernadora. La posibilidad de que esto ocurra depende de que la ley obligue a los partidos políticos a postular a una dama y de que el electorado apoye esta postulación. Si esto ocurre Margarita González Saravia se perfila como candidata del Movimiento de Regeneración Nacional con altas probabilidades de ser la próxima gobernadora.

Aunque no es originaria de Morelos, la directora de la Lotería Nacional es una morelense por vecindad que ha pasado toda su vida en la entidad; aquí se ha desarrollado profesionalmente y aquí están asentados los negocios de su familia. Lo que diga un acta de nacimiento respecto al lugar donde vio la luz por primera vez es secundario, dado que su arraigo e identidad están fuera de dudas.

Los ideales y pensamiento político de Margarita González siempre han estado del lado de la izquierda; durante años ha participado en movimientos sociales, casi desde que inició el movimiento obradorista se incorporó a él y desde entonces se ha mantenido en la lucha que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Su salto de la secretaría de turismo estatal a la dirección de la Lotería Nacional no es casual, deriva de su cercanía con el presidente de México; desde ese espacio González Saravia se convirtió en una aspirante natural a la gubernatura de Morelos, sobre todo porque en el escenario local morenista no existe una dama con sus características y su reconocimiento social.

De cara al proceso electoral del 2024 margarita González ha comenzado desde hace varios meses una labor de promoción y acercamiento con diversos sectores del estado; cada fin de semana acude a los municipios, realiza reuniones informativas y de promoción de los ideales de la 4T.

Frente a Margarita González no hay otra figura femenina que dentro de Morena le haga sombra, ni por la cercanía con el presidente de México, ni por su presencia en la entidad; otras dos mujeres que eventualmente apostarían por ese espacio son la dirigente estatal del PT Tania Valentina y la senadora Lucía Meza. En ambos casos la posibilidad de ser postuladas es nula: la primera se ha colocado en abierta pugna con el gobernador Cuauhtémoc Blanco desde el congreso y la segunda se mueve al ritmo del senador Ricardo Monreal, una figura cada vez menos grata en el movimiento de Cuarta Transformación.

Para que Margarita González Saravia obtenga la candidatura al gobierno de Morelos bajo las siglas del Movimiento de Regeneración Nacional y aliados en el 2024 lo prmero que debe ocurrir es que la candidatura se defina por el principio de género, es decir, que la ley obligue a Morena a postular una mujer. En ese supuesto la directora de la Lotería Nacional lleva la delantera no solo por su cercanía con el partido, también porque es la mujer mejor posicionada y con más rentabilidad electoral. En una valoración abierta, en donde se midan a los aspirantes de ambos géneros, es muy difícil que Margarita gane la encuesta.

Superado este paso lo que sigue es igual de importante: Margarita González Saravia puede ser la candidata de una alianza encabezada por Morena, pero sin el apoyo de otros actores locales sus expectativas de triunfo disminuyen sustancialmente.

A pesar de nuestra historia revolucionaria y pensamiento de izquierda, Morelos es un estado conservador en materia de género. Se pueden argumentar muchas cosas en contrario, es posible hablar del crecimiento de los movimientos feministas, de la apertura de género y las nuevas leyes que protegen a las mujeres, pero cuando se trata de elecciones la realidad es otra: el voto es mayoritariamente para un hombre, empezando por el voto de las mujeres. Ahí están los números de las últimas elecciones.

La necesidad de que González Saravia construya alianzas electorales va más allá de una lógica de género, se trata de una situación obligada para cualquier candidato de cualquier partido: sin unidad las posibilidades de triunfo disminuyen.

Morena es un partido complejo de origen, se conformó con la suma de muchas corrientes de pensamiento y políticos de todos los partidos; también hablamos de una institución que se volvió moda y que derivado de su potencial electoral ha atraído a muchas figuras de mala fama y con mucha cola, que emigran a Morena con la única intención de mantenerse vigentes.

La combinación de personalidades hace al Movimiento de Regeneración Nacional una caja de Pandora, un experimento explosivo que puede estallar a la menor provocación, como ha ocurrido en el pasado cuando algún grupo o candidato se siente desplazado o no comulga con quien resultó ser abanderado.

Margarita González es una mujer respetable, reconocida en Morena, pero aún con poco conocimiento social más allá de algunos núcleos de izquierda: item más: dentro del partido forma parte de un grupo minoritario, de un ala disidente que no obtuvo ninguna posición en la última elección de consejeros estatales.

Si la condicionante de género se impone no queda duda que la candidata será ella, pero para ganar la elección la dama requerirá el apoyo de las figuras que mueven al partido, que se mantienen vigente ante la opinión pública y que pueden acompañarla en otras posiciones de la contienda.

Como jefa del ejecutivo González Saravia puede hacer un buen papel: es una mujer honesta, con identidad y experiencia en la administración pública en los tres niveles de gobierno. Un elemento que ha caracterizado a Margarita es la congruencia, su perfil conciliador y su honestidad; esto es un buen principio, pero para que el paquete sea completo se requiere además de un buen gabinete, de figuras que realmente le ayuden y que no carguen historias de corrupción. Hoy Margarita no tiene equipo.

La directora de la Lotería Nacional es una precandidata fuerte, pero para ganar la postulación y luego la contienda depende de que se aplique la lógica de género y de que los otros aspirantes fuertes de Morena la ayuden. Si alguno de estos dos supuestos no se cumple difícilmente la veremos sentada en la silla del ejecutivo. En ambos casos la dama debe fortalecer su área de comunicación para conectar mejor con la población y para mostrarse como una aspirante fuerte por su perfil y trayectoria, no solo por una regla de género.

La comunicación al viejo estilo de la izquierda mexicana es romántica, pero ya no sirve, no funciona porque apuesta a los mismos nichos de siempre y no llega a la mayoría de los electores potenciales. Para ganar la candidatura Margarita depende de una decisión de partido, pero para ganar la elección González Saravia necesita votos. Y esos no los va a conseguir con la promoción que hace.

Margarita González Saravia es una fuerte aspirante a la gubernatura de Morelos, es una mujer honesta, valiosa y cien por ciento morenista, pero necesita de mucho más que eso para convertirse en la primera gobernadora de Morelos.

Por cierto: la probabilidad de que la gubernatura de Morelos se defina por género es mucho más complicada de lo que algunos afirman.

·         posdata

Ricardo Mejía Berdeja aspira a la candidatura de Morena al gobierno de Coahuila, pero el partido levantó una encuesta y el subsecretario de seguridad pública federal quedó en tercer lugar, por tanto, no será postulado.

Unas horas después de que se dieran a conocer los detalles de la encuesta Mejía Berdeja alzó la voz, acusó a la dirigencia de Morena de actuar de forma facciosa y desconoció los resultados. Visiblemente molesto el funcionario federal acusó al partido de las mismas viejas prácticas que cometía el PRI en el pasado y amagó con abandonar al Movimiento de Regeneración Nacional. La respuesta del presidente fue contundente: quien no esté a gusto o de acuerdo puede irse.

Ricardo Mejía Berdeja no es un funcionario cualquiera, se trata de un personaje de primer nivel en el gabinete federal, encargado del área operativa de la secretaría de seguridad y por lo mismo, en relación constante con el presidente Andrés Manuel López Obrador. El subsecretario es, además, alguien afectivamente cercano al presidente.

Lo que ocurrió en el proceso de selección interna de Morena en Coahuila muestra la manera como el movimiento transformador está procesando sus candidaturas a los gobiernos estatales; contrario a lo que algunos afirman de que todo se define por la cercanía profesional, el afecto personal o la promesa del presidente, las decisiones que está tomando el partido son políticas y comienzan por el posicionamiento individual de los aspirantes. Veámoslo localmente:

Ninguno de los precandidatos en Morelos tiene el nivel profesional ni la cercanía personal que tiene Ricardo Mejía Berdeja con el presidente López Obrador; es equivocado suponer que la postulación del 2024 derivará de una “promesa” como lo afirman los cercanos a Rabindranath Salazar, por la cercanía personal, como en el caso de Margarita González o por amistad, como sucedería con la figura de Víctor Mercado a través de Cuauhtémoc Blanco. Todas estas hipótesis se desvanecen viendo lo que acaba de suceder con la candidatura de Coahuila.

Cualquiera de los aspirantes a representar al Movimiento de Regeneración Nacional en el 2024 debe tener claro que el primer filtro que deben superar es la encuesta. No importan los aspectos personales o coyunturales que rodean al proceso electoral, lo mismo que pasó en el pasado reciente en Oaxaca y ahora en Coahuila exponen el camino de Morena en la selección de sus candidatos.

En Morena como en cualquier otro partido puede haber mano negra en la encuesta, pero para que eso suceda (y eventualmente el presidente intervenga), el aspirante debe estar bien posicionado en la encuesta.

Por muy cercano que sea un político del presidente, si no está en los primeros lugares de la encuesta difícilmente será postulado.

·         nota

El primer triénio del gobierno de Graco Ramírez destacó por ser el periodo de mayor crecimiento en materia de corrupción del país, según datos del Inegi.

La dependencia compara la situación de personas víctimas de soborno en cada una de las entidades federativas mexicanas entre el 2013 y el 2021; en ese estudio se determina que con Graco Ramírez como gobernador la corrupción creció de forma desproporcionada en Morelos, ubicándo a la entidad en los primeros lugares en ese rubro.

Los datos muestran que las personas que sufrieron peticiones de mordida al hacer trámites públicos o requerir servicios en 2013 ocuparon el 7.7 por ciento del total, lo que colocaba a la entidad en el sitio veinticuatro a nivel nacional.

Tres años después de que Graco Ramírez llegó al gobierno estatal, las víctimas de soborno se incrementaron al triple y Morelos se convirtió en líder nacional en ese rubro. Los números expuestos por el Inegi involucran a personas mayores de 18 años que debieron realizar trámites en oficinas públicas o solicitar servicios.

La corrupción del graquismo fue general, estuvo en los funcionarios que malversaron recursos, en la familia del gobernante que saqueó la entidad y también en la operación del gobierno, donde gran parte de los ciudadanos fueron víctimas.

A pesar de eso la administración actual no ha podido hacerle nada al tabasqueño.

·         post it

En menos de un año en el gobierno que encabeza José Luis Urióstegui han aparecido un funcionario acosador de mujeres y otro adicto.

¡Qué bonito ayuntamiento!

·         redes sociales

El alcalde de Jojuta ha hecho de las redes sociales una extensión de su vida; casi todo lo que hace lo refleja en esos espacios; el edil es afecto a subirse al tren del meme, sin pensar que todos los excesos son malos.

La ligeresa como se comunica Juan Ángel Flores con la gente le ha granjeado simpatías, pero el abuso de esos espacios también le comienza a crear una imagen de chavorruco.

A dos años de la elección y uno de que inicie el proceso electoral, el jojutlense ha logrado un buen posicionamiento social, pero también una fama que a la vuelta del tiempo no ayudará a su causa.

¿Morelos necesita alguien tan frívolo al frente del gobierno? Ya tuvimos a Sergio Estrada.

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

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