Serpientes y escaleras - Las historias del fiscal

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Las historias del fiscal

La clase política morelense es especial: discuten la legalidad de la detención del fiscal, pero no hablan de los delitos que cometió

 

Las historias del fiscal

Las acciones legales y políticas que sigan a la captura de Uriel Carmona podrían continuar en las próximas semanas, producto de las pesquisas que el gobierno federal y la fiscalía de la Ciudad de México llevan a cabo. El proceso hasta ahora está centrado en la audiencia que tendrá lugar el próximo mes de septiembre y en la notificación oficial del proceso al gobierno de Morelos por parte de las autoridades capitalinas, de ello derivará la solicitud que el jefe del ejecutivo estatal haga al congreso para nombrar a un nuevo fiscal, a menos que antes Carmona obtenga su libertad. El debate en esta historia no es solo jurídico, es político y también es social.

La razón que provocó la captura del Fiscal de Morelos es la acusación que la Fiscalía de la Ciudad de México hizo en su contra por entorpecer la investigación sobre el feminicidio de Ariadna Fernanda; recordemos que el cuerpo de la joven fue encontrado sin vida en un paraje de Tepoztlán y según la fiscalía local su cuerpo no presentaba signos de violencia; además informaron que  “luego del análisis se determinó que su muerte fue resultado de una severa congestión alcohólica y la consecuente broncoaspiración”; según las autoridades morelenses la joven falleció por causas naturales.

La familia de Ariadna Fernanda no aceptó el peritaje de la fiscalía de Morelos y solicitó a la de la Ciudad de México que practicara una nueva autopsia al cuerpo; los resultados de los médicos capitalinos determinaron lo opuesto a los morelenses: el cuerpo de la joven presentaba golpes que le habría causado la muerte.

A partir de ahí la historia se comenzó a construir en lo jurídico y en lo político; las autoridades de la CdMx acusaron a las de Morelos de negligencia, de entorpecer el proceso y falsear el peritaje; en paralelo la fiscal de la CdMx, la jefa de gobierno y el presidente de México catalogaron al fiscal Uriel Carmona como protector de un feminicida. Las acusaciones no vinieron solas: además de informar públicamente sobre los resultados de la autopsia, la FGJCDMX reveló el video en donde se observa a una persona cargando el cuerpo de Ariadna Fernanda e hizo pública la reconstrucción de los hechos, identificando a quienes la habrían privado de la vida.

Con estos elementos la opinión pública se volvió en contra del fiscal de Morelos, pero sobre todo se abrió la rendija jurídica que los opositores políticos a Uriel Carmona Gándara requerían para actuar en su contra. La postura de la fiscalía morelense se volvió indefendible porque la hipótesis de que Ariadna Fernanda habría muerto por causas naturales (“por borracha”, según habría dicho el alcalde José Luis Urióstegui en un chat con el fiscal) era inaceptable. El golpeteo público al abogado Gándara fue monumental, lo encabezó la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y fue secundado por el presidente López Obrador. En ese momento el fiscal morelense debió advertir que lo que se le venía no era solo una lucha legal, también sería una batalla política.

Lo que tiene tras las rejas a Uriel Carmona son sus acciones y omisiones en el feminicidio de Ariadna Fernanda, pero lo que puede venir aparejado a ello podría ser más delicado. Desde un punto de vista técnico el delito que se le imputa al fiscal de Morelos no es grave y ni siquiera ameritaría prisión preventiva, porque como su abogado lo señaló tras su audiencia, no existe ningún tipo de riesgo de que influya en el caso toda vez que la investigación ya no está en su cancha. Ahí entró el factor político, por ello el razonamiento jurídico de la defensa no fue escuchado.

Tras la captura de Carmona Gándara se han iniciado varios procesos para tratar de sacarlo de prisión; su defensa tramitó un primer amparo que incluyó una solicitud para evitar el cateo de su casa y luego otro para que no sea extraditado. Posteriormente vino la controversia del presidente de la mesa directiva del Congreso de Morelos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra las acciones de las fiscalías General de la República y de la Ciudad de México en la detención de Carmona Gándara; al diputado Francisco Sánchez y los defensores del fiscal les molestó que, según ellos, se violó el fuero constitucional y se violentó la autonomía estatal, pero no dicen nada sobre el artero asesinato de la joven Ariadna Fernanda.

Ese es un dato importante en esta historia: a pesar de que la acusación contra el titular de la FGE es por proteger a un feminicida, quienes sacan el pecho por él olvidan el feminicidio y centran el debate en el fuero; llamativo, insisto, porque el fuero no fue concebido como un instrumento de impunidad, ni es un permiso para cometer delitos, item más: de acuerdo con lo que establece el artículo 136 de la constitución de Morelos “… Para proceder penalmente en contra de los Secretarios de Despacho, el Auditor General de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, el Fiscal General del Estado, los Magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Morelos, los Magistrados del Tribunal Electoral del Estado de Morelos, el Magistrado del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes, así como el Consejero Presidente y los Consejeros Electorales del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana, el Comisionado Presidente y los Comisionados del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística, los Presidentes Municipales, Síndicos y Regidores, por la comisión de delitos durante el tiempo de su cargo, no se requerirá la Declaratoria del Congreso del Estado en la que señale si ha lugar o no a la formación de causa.”

Pero el meollo de esta historia, insisto, no está en lo legal, sino en lo político; a Uriel Carmona lo querían fuera de la fiscalía desde hace mucho tiempo por el rol que jugaba en la lucha de poderes y el tutelaje que ejercía sobre el congreso; el principal error del fiscal no está en lo que hizo en el caso de Ariadna Fernanda, ese fue el motivo que permitió su detención, su traspié fue suponer que podría enfrentarse al presidente de México y a la jefa de gobierno capitalina, que con la fuerza local podría vencer al poder político federal y que ya acorralado y a punto de ser detenido, se lanzó a la yugular de López Obrador, de Claudia Sheinbaum, de Adán Augusto, de Julio Scherer, de Olga Sánchez y hasta de su amigo Rabindranath Salazar.  

La detención del fiscal de Morelos no fue como cualquier otra, desde el operativo que se implementó quedó claro que se trata de un asunto mayor y la manera como han actuado las autoridades relacionadas con el caso confirman que existe una línea política para mantenerlo en prisión; incluso la vigilancia que hasta ahora hay en su domicilio particular muestra que la historia no concluyó con su detención.

Con el transcurrir de los días otros temas relacionados con la actuación de Uriel Carmona al frente de la Fiscalía de Morelos han comenzado a hacerse públicos a través de filtraciones; en ellas se evidencia la manera como se conducía la dependencia y la forma como, sugieren, operaba el fiscal.

Es en este punto la narrativa tiene nerviosos a muchos personajes de la vida pública local, sobre todo a quienes aparecen en los chats y estarían relacionados con acciones que pudieran ser consideradas como un delito, como el caso del regidor de Cuernavaca Fernando Carrillo.

La decisión del gobierno federal de actuar contra el fiscal de Morelos quedó clara desde que la Secretaría de Gobernación emitió aquella carta en donde se inconformaba con la postura de la suprema corte respecto al fuero y anunciaba lo que haría; los observadores se dieron cuenta en ese momento de que la suerte de Uriel Carmona estaba echada.

Lo mismo puede decirse hoy de las filtraciones, lo que se lee en los chats que forman parte de las (en plural) carpetas de investigación dejan ver que el caso Ariadna es solo uno de los asuntos que el fiscal tiene pendiente con la justicia federal; las denuncias se harán públicas cuando Uriel Carmona deje de tener fuero y entonces otros personajes podrán ser llamados a cuentas.

Por eso varios andan muy nerviosos.

·         posdata

El Partido Acción Nacional ha tomado la decisión de postular a José Luis Urióstegui como candidato a la gubernatura de Morelos en el 2024; al menos eso comentan panistas cercanos a los hermanos Martínez Terrazas. “Por eso le están pegando con el tema del fiscal”, añaden a manera de justificación sobre los chats que habría sostenido el edil con Uriel Carmona.

Puede ser que en esta lucha política el alcalde capitalino y virtual candidato del PAN a la gubernatura de Morelos haya quedado en medio de fuego cruzado y sea objeto de ataques con tintes electorales, pero eso no quita el hecho que en la carpeta de investigación contra Uriel Carmona, aparece varias veces el nombre de José Luis Urióstegui vinculado a dos casos concretos: el feminicidio de Ariadna Fernanda y el ¿suicidio? de Erika Medina Moctezuma.

Sobre el primero la relación se a partir de una conversación en la que Urióstegui habría sugerido al fiscal que presentara la muerte como natural bajo la lógica de que “se ahogó por borracha”; en el segundo caso la historia va más allá y tiene que ver con el cambio del peritaje, para asentar que la pareja sentimental del regidor Fernando Carrillo se habría suicidado.

Esta es la versión completa del chat que sobre el caso de Ariadna Fernanda habría sostenido el alcalde con el fiscal, según se lee en la carpeta de investigación:

“José Luis Urióstegui: Esa es la mejor versión que se va a manejar Lic.

JLU: No hay de otra, se ahogó por borracha

Uriel Carmona Gándara: Pus a ver como salgo y digo esa pendejada, van a querer mi cabeza

JLU: Como tu decidas Lic. Es eso o se van a chingar a tu conocido

JLU: Que si no es tu hijo no veo por que lo quieres encubrir

UCG: Son situaciones más delicadas y privadas

JLU: Bueno ahora si que tu tienes la última palabra, saludos”

Guardadas las proporciones, el presidente municipal de Cuernavaca puede quedar en la misma situación que el fiscal de Morelos; como abogado, Urióstegui sabe el alcance de la investigación y lo que implica su participación en estas dos historias.

Puede ser que detrás de las filtraciones y ataques exista un interés político-electoral, pero al igual que con Uriel Carmona, se la pueden cuadrar jurídicamente. Sobre todo ahora que ha decidido competir por la guberatura.

·         nota

Primera llamada: el colectivo Divulvadoras ha alzado la voz y exige a la fiscalía que se revise el caso de Erika Medina ante la sospecha de “posibles acuerdos” con autoridades para cambiar la categorización del feminicidio a suicidio.

“Las especulaciones deben ser esclarecidas y despolitizadas” afirma Andrea Acevedo, vocera de uno de los grupos sociales más activos en el tema de la violencia contra la mujer.

La sospecha existe. La FGE está obligada a actuar.

·         post it

Carlos de la Rosa advirtió y cumplió: el miércoles pasado inició el proceso legal contra el constructor que lo acusó de cometer actos de corrupción.

Bien por el abogado.

·         redes sociales

¿Si José Luis Urióstegui fuera gobernador de Morelos, también sería marioneta de los hermanos Martínez Terrazas, como lo es ahora como alcalde?

Esa sumisión lo tiene metido en un problema muy serio, de acuerdo con lo que se ve en la investigación contra el fiscal.

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