Serpientes y escaleras - La beben o la derraman

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - La beben o la derraman
Se acabaron la etapa de las promesas, es tiempo de comenzar a cumplir

La beben o la derraman

Aunque hasta ahora la gobernadora y su equipo han sido prudentes en las expresiones que emiten respecto a la administración anterior, en los pasillos de poder el comentario generalizado habla del tiradero administrativo y financiero que encontraron en casi todas las áreas. Por donde se vea hay problemas, procedimientos irregulares y desvío de recursos. Frente a esta situación aplica la máxima: la beben o la derraman.

Lo evidente es inocultable: la administración de Cuauhtémoc Blanco deja muchos pendientes financieros, jurídicos, sociales y profesionales al nuevo gobierno; las ocurrencias del exgobernador y el haber dejado el mando a su hermano tuvieron consecuencias muy graves que ahora comienzan a aparecer sobre los escritorios de los nuevos responsables de las secretarías.

La manera como llegaron algunos funcionarios y como se fueron luego de seis años de ejercer el cargo explica los enormes faltantes económicos ocasionados en las dependencias; hay quienes asumieron la responsabilidad en la medianía económica y terminaron con un enorme patrimonio que nunca intentaron ocultar.

Pero como en política la regla del juego es “lo que hace la mano hace la tras”, todos en ese régimen le metieron la mano al presupuesto, hicieron negocios a costa del erario y multiplicaron sus bienes sin que nadie les dijera nada, porque es exactamente lo mismo que hizo el gobernador, su hermano y las figuras más allegadas a él, como su primo y la ex jefa de la gubernatura.

Nada cambió del sexenio de Graco Ramírez al de Cuauhtémoc Blanco y quizá nada cambie en seis años cuando Margarita González Saravia deje el cargo. La corrupción gubernamental no camina sola, viene acompañada de complicidad y ambas se cubren con el manto de la impunidad. Es fácil decir que se erradicarán las malas prácticas, que se castigarán las acciones ilegales y habrá justicia, pero hacerlo no es tan sencillo porque implica renunciar a las canonjías.

De unos años a la fecha la regla de la política es hacerse rico en el menor tiempo posible sin preocuparse de las consecuencias, porque casi nunca las hay. Ejemplos de corrupción gubernamental hay muchos, destacan los de Manuel Martínez Garrigós, Jorge Morales Barud y Antonio Villalobos en Cuernavaca, Sergio Valdespín o Raúl Tadeo Nava en Cuautla, Julio Espín en Puente de Ixtla y Manuel Agüero en Jiutepec, solo por mencionar algunos. En el terreno estatal la corrupción ha sido característica en todas las administraciones del presente milenio e igual que en los municipios o el congreso, nunca ha pasado nada.

La construcción del equipo de gobierno de Margarita González Saravia se basa en la idea de combatir la corrupción, erradicar las malas prácticas, acabar con la impunidad y hacer un mejor gobierno para todos. La meta es plausible, pero si esperamos que se cumpla con las personas que conforman la nueva administración estatal, lo que queda es una apuesta corta, una meta difícil de alcanzar, porque al momento de armar el equipo se privilegió más la amistad que el talento y se están sumando figuras de medio pelo que hacen dudar que lo prometido pueda lograrse.

Conducir una administración estatal no es sencillo, ni puede hacerlo una sola persona; la capacidad del equipo es obvia, porque de ello depende que las metas del gobernante se consoliden y el estado avance. Es imposible lograr cosas buenas con funcionarios malos.

El desafío para la gobernadora González Saravia es mayor porque no hay bases sólidas desde las cuales iniciar, en algunos casos se arrancará de cero y en otras áreas, incluso, lo harán con saldo negativo. Precisamente por ello, porque la situación que le heredaron es compleja, la habilidad de los funcionarios será fundamental, lo mismo que su capacidad para deslindarse de las malas prácticas pasadas.

A diferencia de los últimos dos gobernadores que durante la mitad de su sexenio (o más) se la pasaron culpando a sus antecesores de los problemas que tuvieron, hasta ahora Margarita González Saravia no ha entrado a esa dinámica, ni se ha escudado en el discurso de justificación.

Por el contrario, la gobernadora es proactiva, optimista y firme en sus ideas, mantiene altas las expectativas, pero debe medir hasta qué punto puede aguantar la bomba de tiempo que le dejaron quienes se fueron. No me refiero a repetir el discurso trillado de echarle la culpa a los que ya no están, sino a actuar de manera firme y contundente en aquellos casos donde deba hacerse, porque se violentó la ley, se abusó del cargo o se desviaron recursos.

Para nadie en Morelos es secreto que el gobierno de Cuauhtémoc Blanco fue corrupto, desvió dinero público y en muchos casos actuó fuera de la ley; Graco Ramírez fue igual, hizo las mismas cosas aunque, dicen en los pasillos de poder, en menor medida que el oriundo de Tepito. El tabasqueño hizo un gran negocio con la reconstrucción; el futbolista lo hizo con la pandemia.

En este momento el comentario en los pasillos de poder versa sobre los negocios del gobierno anterior, en la manera como muchos funcionarios se enriquecieron y la actuación burda e ilegal de algunas áreas de la administración pública. Hoy se confirma lo que se veía a lo lejos, pero era difícil afirmar sin elementos: los cuauhtemistas fueron tanto o más corruptos que los graquistas y quizá, como siempre, ninguno pague por lo que hizo.

Margarita González Saravia ha sido insistente en el discurso de acabar con la corrupción, en la urgencia de cambiar la manera de actuar de los gobiernos, reivindicar el servicio público y hacer mejor las cosas.

Lo anterior pasa ineludiblemente por la justicia, por acciones que validen el mensaje y confirmen que estamos ante una gobernante diferente. En el corto plazo la gobernadora no va a poder resolver el problema de inseguridad, no acabará con la violencia, no resolverá el retraso estructural del estado, ni mejorará la situación económica de miles de ciudadanos. Lo único que sí está en sus manos y lo puede hacer de inmediato, es proceder contra los ladrones, iniciar acciones legales contra los corruptos y llamar a cuentas a quienes con sus acciones traicionaron la confianza de la gente.

Si no actúan, serán cómplices y la historia se repetirá.

·         posdata

El tiempo para que se interponga una controversia constitucional contra el Haber de Retiro que se aprobaron recientemente los integrantes del Poder Judicial de Morelos está por vencerse.

La secretaria de Hacienda Mirna Zavala ha dejado claro que para el siguiente año fiscal las pensiones y las jubilaciones de los trabajadores están por encima del bono que se otorgaron los magistrados del TSJ; el consejero jurídico ha dicho que el Ejecutivo estatal combatirá jurídicamente esta reforma, por el enorme impacto financiero que representa para el erario.

El presidente del Poder Judicial Jorge Gamboa ha referido que el Haber de retiro aprobado recientemente representa más de mil millones de pesos, cifra que debe ser considerada en el presupuesto estatal.

Este tema pondrá a prueba la capacidad profesional de la consejería jurídica estatal y la congruencia de la administración de Margarita González Saravia, que insistentemente habla de tener una actuación pública menos onerosa y más responsable.

Lo que intentan los magistrados del Tribunal de Justicia de Morelos es un abuso que no puede ser permitido, se trata de un intento de recuperar a través de una pensión vitalicia el dinero que pagaron por las magistraturas, porque con la reforma judicial aprobada a nivel federal su periodo concluirá el siguiente año y no será por los 14 que los nombraron los diputados.

El gobierno de Margarita González Saravia ha dejado claro en voz de diferentes funcionarios que no está de acuerdo con el Haber de Retiro y que combatirá jurídicamente la reforma. Corresponde al consejero jurídico hacer valer legalmente la decisión de su jefa.

Edgar Maldonado no puede perder su primera batalla legal, sería un duro golpe político para él y un daño financiero enorme para el estado.

·         nota

El futuro para el fiscal Uriel Carmona Gándara luce cada vez más complicado a pesar de que mantiene a raya a sus diputados.

La gobernadora Margarita González Saravia no quita el dedo del renglón, insiste en la necesidad de renovar la fiscalía porque su titular está “sumamente desgastado” y enfrenta varias carpetas de investigación que ponen en entredicho su probidad y en nada ayudan al trabajo que debe realizar.

Pero la presión más grande para el fiscal morelense viene de fuera, de la federación, porque la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no olvida el caso del feminicidio en donde, dijo recientemente en su conferencia de prensa mañanera, Uriel Carmona “falsificó pruebas para tratar de hacer pasar un feminicidio como una muerte por broncoaspiración”.

El tiempo ya no es aliado del titular de la FGE: sí mantiene el control sobre los legisladores del PAN, Morena y PRI, logrará contener el intento de destituirlo, pero hay otros caminos a través de los cuales se le podría expulsar y aún si ninguna de estas opciones avanza, su periodo concluirá en febrero del 2027, con Claudia Sheinbaum y Margarita González aún al frente de los ejecutivos federal y estatal, vigentes las carpetas de investigación en su contra.

El caso de Uriel Carmona Gándara se ha convertido en referencia constante de Sheinbaum Pardo, siempre como ejemplo de corrupción, complicidad y relaciones delictivas. Item más: en la última alusión al fiscal de Morelos la presidenta recordó que el abogado les envió material pornográfico a ella y a la entonces procuradora Ernestina Godoy.

No hay manera de que el abogado Carmona salga bien librado de esta lucha, solo es cuestión de tiempo para que lo vuelvan a colocar en el banquillo de los acusados.

¿Cuántos de quienes hoy lo protegen desde el congreso se sumarán a la lista de enemigos de la presidenta de México?

·         post it

La semana pasada varios medios nacionales comenzaron a ventilar la denuncia por violación presentada ante la FGE contra el exgobernador y actual diputado federal Cuauhtémoc Blanco Bravo.

La agraviada es su media hermana Blanca Fabiola, quien asegura que los hechos ocurrieron en 2019 en la residencia oficial del gobierno estatal, cuando ella era funcionaria de la Secretaría de Desarrollo Económico.

La denuncia por violación en grado de tentativa quedó registrada en la carpeta SC01/9583/2024 de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Morelos; el inmueble donde habría ocurrido los hechos, la Residencia Oficial o Casa Morelos, también fue mencionado en un caso previo de violencia doméstica que invlucra a Ulises Bravo Molina, medio hermano del exgobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo. ¡Qué bonita familia!

Aunque figuras cercanas al futbolista refieren que se trata de un ataque político orquestado por el fiscal Uriel Carmona Gándara, la denuncia existe y sigue un procedimiento judicial y debate mediático que una vez más ha colocado a Cuauhtémoc Blanco en el ojo del huracán por un hecho de violencia contra mujeres, justo cuando una mujer encabeza la presidencia de la república y otra la gubernatura de Morelos.

Como diputado federal Blanco Bravo tiene fuero procesal, lo que no tiene es inmunidad pública ante las críticas y cuestionamientos que generan sus acciones y las consecuencias legales que derivarían de la denuncia presentada en su contra.

El juicio público puede ser hoy más peligroso que una demanda legal.

¿A poco la 4T quiere tener entre sus filas a un presunto violador? 

·         redes sociales

Imagina lectora lector queridos, trabajar un año como magistrado y recibir un haber de retiro que equivale al pago del 70 por ciento de tu sueldo de por vida, que en pesos es más o menos 70 mil.

Así se las gastan los magistrados de Morelos.

¡Hasta parecen diputados!    

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