Serpientes y escaleras - Justicia

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Justicia

La gobernadora ha prometido cambios de fondo. El primero es aplicar la ley

 

Justicia

Aunque la nueva administración estatal se caracteriza por el entusiasmo de su titular, el arranque del gobierno está lejos de ser un paseo por el parque. Poco a poco la gobernadora y su equipo se están dando cuenta del desorden que les dejaron y la grave situación financiera que atraviesa el estado; frente a Margarita González Saravia hay una sociedad atenta, entusiasmada, pero impaciente por ver las promesas transformadas en acciones. La justicia es parte sustantiva del cambio.

El vigor mostrado por Margarita González Saravia en estos meses es sintomático de una mujer empeñada en lograr transformaciones perceptibles en el menor tiempo posible; la dama no ha parado de recorrer el estado desde hace más de dos años: primero construyendo una estructura que le permitiera obtener la nominación, después convenciendo a la gente de que le otorgara el voto y ahora escuchando de viva voz lo que el ciudadano necesita.

Propios y extraños están sorprendidos de la fuerza física de una mujer que no ha descansado, que inicia sus jornadas de trabajo muy temprano y las concluye a altas horas de la noche; a quienes la acompañan todos los días les cuesta seguirle el paso, reconocen que duermen poco, que han sido días muy intensos y saben que no se ve cuándo disminuirá el ritmo.

Pero aunque el empeño de la jefa del ejecutivo es aplaudido por todos, la solución de los problemas no se lograrán en el corto plazo, porque existen factores que no están bajo el control del gobierno. Veamos:

1-     El fin de semana se suscitó un incidente violento dentro del penal de Atlacholoaya, lo que motivó que el secretario de seguridad reconociera lo mal que se encuentra la estructura penitenciaria estatal. Aunque de inmediato se anunciaron cambios y acciones para atender la crisis, el esfuerzo que se haga no mejorará la grave situación delictiva y violencia que caracteriza a la entidad desde hace más de diez años.

2-     En este arranque de administración el gobierno estatal ha enfocado su estrategia mediática en la colocación de cientos de anuncios espectaculares promocionando la nueva imagen gubernamental con frases trilladas que, si bien pueden ser agradables a la vista, no cambiarán en nada la percepción que el ciudadano tiene del gobierno. Ese no es el camino para hacer que la gente confíe en sus autoridades.

3-     Antes de dejar el cargo, Cuauhtémoc Blanco ordenó a su equipo acabarse los recursos económicos del año fiscal y dejar vacías las cuentas; la indicación fue obedecida por la mayoría de los funcionarios quienes, en algunos casos, asignaron obras y contratos a sabiendas que los trabajos ni siquiera se iniciarían en su periodo.

4-     En todas las áreas de la administración hay procedimientos que podrían dar pie a acciones legales en contra de quienes fueron los titulares; hay oficinas que representan focos rojos, como la DGPAC, el sector salud, agricultura y la comisión estatal de agua, en esos lugares comienzan a saltar asuntos que obligan a los nuevos titulares a actuar, porque las faltas cometidas son imperdonables y omitirlas conlleva asumir la responsabilidad.

Estos son algunos de temas urgentes de la agenda del gobierno estatal, solo en lo referente a la actuación del propio gobierno y ninguno podrá ser resuelto en el corto plazo, por las implicaciones sociales, presupuestales, políticas o legales que traen aparejadas.

El gobierno puede y debe iniciar acciones jurídicas en donde se hayan cometido ilícitos, pero estas medidas llevan tiempo y los resultados no se verán en lo inmediato; en casos como la inseguridad también se pueden multiplicar los esfuerzos, pero tampoco veremos un cambio perceptible en poco tiempo.

Precisamente por ello la estrategia de la gobernadora debe ser puntual y práctica, para que la gente la perciba y entienda el trabajo, para que reconozca el esfuerzo y al hacerlo tenga confianza y espere a que la nueva administración llegue a las metas fijadas. En este momento lo urgente para el gobierno de Margarita González Saravia es ganar tiempo para que las promesas y los cambios puedan comenzar a verse.

El gobierno estatal es un ente enorme que no se mueve fácilmente y cuyas acciones no se perciben de inmediato; el vigor y la buena voluntad de la jefa del ejecutivo se debe combinar con el trabajo de su gabinete y todo debe quedar envuelto en un esquema de comunicación que ayude a la gobernadora a mantener viva la confianza de sus gobernados.

El bono democrático que acompaña a Margarita González Saravia es importante, pero no durará mucho tiempo; las personas saben que tomaron una buena decisión al votar por ella, pero la paciencia social es muy poca debido a los malos gobiernos anteriores. La gente no esperará mucho tiempo antes de comenzar a exigir resultados.

Resolver la crisis delictiva estatal no está en manos del ejecutivo ni se solucionará en unos meses; cambiar la manera de actuar de todo un gobierno tampoco será sencillo a pesar de que los titulares de la secretaría se esfuercen; hacer de lado las prácticas de corrupción es aún más difícil y tomará más de un sexenio. ¿Entonces?

La gobernadora y su equipo tienen claro que la percepción es una herramienta central de su estrategia y saben que ésta depende de la narrativa que predomine; Margarita González Saravia recibió al estado peor calificado del país porque el gobierno anterior nunca fue capaz de manejar correctamente la narrativa y a su titular nunca le interesó el significado de la percepción.

En esta nueva etapa la estrategia gubernamental resalta este aspecto, pero aún no se le ven pies ni cabeza al plan de comunicación; los primeros pasos dados son comerciales, tratando de posicionar una marca, pero sin entrar al fondo de la historia, ni abonar a la idea que está impulsando la gobernadora.

Resolver la crisis de inseguridad, acabar con la corrupción y erradicar las malas prácticas gubernamentales no está al alcance de una sola persona. Lo que sí se puede hacer de inmediato es actuar contra quienes violaron la ley, los que robaron, los que engañaron, los que traicionaron y se enriquecieron a costa del dinero de la gente.

Acciones como esas sí cambiarían la percepción de la gente.

·         posdata

Hace seis años Cuauhtémoc Blanco presentó así la imagen de su administración:

El logotipo se encuentra compuesto por siete pétalos, número que representa la seguridad y protección, dando una clara referencia al objetivo principal del nuevo gobierno, que es regresar la paz y tranquilidad a las familias de Morelos. La gama utilizada en morados materializa la transmutación llevada a cabo desde el núcleo del gobierno del estado, cambio necesario para que Morelos salga adelante hacia un futuro digno, seguro y próspero. Los círculos situados en las puntas de los pétalos simbolizan la perfección, armonía y unidad. Al mismo tiempo, refieren al gobierno, a la ciudadanía y el trabajo en equipo, piezas claves para llevar a Morelos a una etapa de paz y progreso. El logo está acompañado de la leyenda: “Morelos, anfitrión del mundo”. Con estas metas trazadas, de forma integral nos proponemos llevar a nuestro estado a una nueva faceta como anfitrión del mundo, ya que contamos con atractivos turísticos dignos de ser promovidos de manera internacional, así como una amplia diversidad en folklore, cultura, gastronomía, diversión y gente cálida, amable y trabajadora

Sobra decir que lo prometido no se cumplió y que, aunque era una buena idea, con un eslogan atractivo y un diseño sobresaliente, de nada sirvió porque el estado continúa hundido en la inseguridad, la violencia y la corrupción.

Por muy bella que sea una imagen gubernamental, como la de “Morelos, la tierra que nos une”, se necesitan acciones que confirmen que no se trata solo de un mensaje trillado.

Ni la percepción ni la narrativa cambian con anuncios espectaculares.

·         nota

La conferencia de prensa del lunes de la gobernadora Margarita González Saravia abordó el tema de seguridad, luego de un fin de semana complejo, con varias personas asesinadas y una especie de motín en el penal de Atlacholoaya.

Lo más llamativo de este acto, empero, no fue lo que dijeron las autoridades de seguridad ni la propia jefa del ejecutivo respecto a esta situación, ni siquiera las decisiones, importantes sin duda, que anunciaron.

Lo que me llamó la atención fue el cambio en el semblante de la gobernadora: la jefa del ejecutivo lució diferente, sin la sonrisa natural que la caracterizó los últimos meses en todos sus eventos; ahora se le veía un semblante de preocupación, propio de quien lleva una enorme responsabilidad.

El del lunes es el nuevo rostro de Margarita González Saravia; no quiere decir que antes no supiera a lo que se iba a enfrentar, simplemente que a partir del día primero todo lo que ocurra, incluyendo los hechos de violencia, son su responsabilidad.

El empuje de la mandataria no ha disminuido, pero a su alforja se ha agregado la pesada carga de un estado con muchos problemas, poco margen de maniobra y enormes retos.

Y apenas vamos una semana del nuevo sexenio.

·         post it

El exsecretario de desarrollo agropecuario del gobierno de Morelos está señalado por múltiples actos de corrupción durante su gestión; hace unos días la fiscalía anticorrupción cateó una propiedad de los padres de Omar Taboada y encontraron fertilizante, tinacos y otros artículos que debieron entregarse a campesinos de Morelos.

El operativo derivó de una denuncia y a partir de ahí las irregularidades cometidas por el exsecretario quedaron al descubierto; una vez que fueron expuestas las imágenes del cateo, Omar Taboada Nasser se escondió y no se presentó al proceso de entrega recepción de su oficina.

Aunque físicamente el exsecretario está desaparecido, en redes sociales hay una publicación suya en donde agradece a la gente por el apoyo recibido mientras estuvo al frente de la oficina.

El acta por su ausencia ya se levantó, sí el exfuncionario no se presenta en 15 días la nueva administración puede proceder contra él.

·         redes sociales

Si lo cuidan, el alcalde de Cuernavaca puede convertirse en el rostro de la oposición en Morelos.

José Luis Urióstegui es la figura más decente, preparada y conocida de los partidos opuestos a Morena.

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