Serpientes y escaleras - ¿Hombre o mujer?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Hombre o mujer?

 Que Morena tenga candidata y no candidato en Morelos no es posible, es muy probable.

 

¿Hombre o mujer?

El debate por la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional a la gubernatura de Morelos comienza por el género ¿Será hombre o mujer quien represente los intereses de Morena en el 2024? A partir de ahí todo lo demás es consecuencia: si es hombre, una de las tres aspirantes ocupará un espacio al senado, pero si es mujer solo uno de los cinco precandidatos podría ir a esa posición. O ninguno.

Aunque desde hace tiempo hay voces que refieren que “de buena fuente” saben que el presidente “ya tomó la decisión” de que en Morelos sea candidata, todo lo que se habla al respecto es especulación. No hay ninguna fuente confiable que pueda aseverar lo anterior, ni manera de confirmar que Andrés Manuel López Obrador ya ha tomado una decisión al respecto. De hecho, si alguien le preguntara, su respuesta obvia sería que la decisión la tomará el partido en base a una encuesta, como ha ocurrido en todos los demás estados del país.

Quienes observan los procesos electorales y la forma como se mueve la 4T más allá de los chismes de pasillo tienen claro que la decisión sobre las candidaturas de Morelos y de los ocho estados más que tendrán elecciones concurrentes con la presidencial no se ha tomado y las discusiones comenzarán después de que se definan las elecciones del Estado de México y Coahuila. Cualquier cosa que se diga antes respecto a “fuentes fidedignas” o “comentarios del presidente” son chismes, meras especulaciones.

Lo tangible en este momento es lo que está a la vista: el Movimiento de Regeneración Nacional tiene en Morelos a ocho aspirantes a la gubernatura: Margarita González Saravia, Cecilia Rodríguez, Lucía Meza, Juan Ángel Flores, Víctor Mercado, Rabindranath Salazar, Rafael Reyes y Juan Salgado. Uno de ellos ocupará la candidatura al gobierno estatal y dos más, mujer y hombre, se ubicarán en los escaños al senado de la república.

Lo que también es posible analizar es la manera como pueden definirse las nueve gobernaturas a partir de lo que marca la ley. Empecemos: los partidos están obligados a cumplir con el principio de paridad en la postulación de sus candidatos, por lo que pueden mandar a competir a un mínimo de cuatro mujeres, aunque podrían postular damas en los nueve espacios sin ningún impedimento legal; no es así en caso contrario: el máximo de hombres que pueden buscar las gubernaturas es cinco.

El 04 de junio del 2024 se celebrarán las elecciones presidenciales en México y al mismo tiempo se renovarán nueve jefaturas de gobierno estatales: Morelos, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Guanajuato, Jalisco, Ciudad de México, Puebla y Chiapas.

Partiendo de la base que proporcionan las encuestas en este momento, los primeros tres estados los ganaría Morena y los siguientes tres los ganaría la oposición. Chiapas se lo llevaría Morena con un candidato propio como Zoe Robledo, o del Verde, que podrían ser el Senador Eduardo Ramírez o la senadora Sasil de León; el refrendo de la Ciudad de México se buscaría con Clara Brugada o Rosa Icela Rodríguez, mientras que en Puebla la batalla la darían el senador Alejandro Armenta o el diputado federal Alejandro Mier. En Tabasco se perfila por la 4T Javier May, director de Fonatur y responsable de la construcción del Tren Maya, mientras que para Veracruz la candidata mejor posicionada es la secretaria de Energía Rocío Nahle.  

Si en los estados donde Morena está en desventaja, Yucatán Jalisco y Guanajuato, el obradorismo quisiera mandar mujeres a competir, no podría ser en los tres espacios porque de acuerdo con los criterios establecidos por el Instituto Nacional Electoral los partidos no pueden mandar solo a mujeres en las entidades en donde los resultados no les han favorecido. Digamos entonces que, de tres estados aparentemente perdidos, Morena podría postular un máximo de dos damas.

Hasta este punto el conteo va así: en cinco estados competitivos (Chiapas, Ciudad de México, Puebla, Tabasco y Veracruz) se perfilan tres hombres y dos mujeres; falta definición en tres entidades donde la 4T está en desventaja, pero que no podrían ser postuladas solo mujeres, porque de hacerlo el INE echaría abajo las candidaturas.

Con este panorama llegamos a Morelos, un estado donde el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene ventaja en la preferencia electoral, en donde hay ocho aspirantes a la candidatura y los mejor posicionados son hombres. La definición de Morena en la tierra de Zapata está directamente relacionada con lo que ocurra en los otros estados, porque a pesar de que las figuras mejor ranqueadas y con más estructura son varones, estos no han sido capaces de ponerse de acuerdo.

En los análisis del partido en los estados donde se han celebrado elecciones existe el antecedente que cuando la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador está por encima del 60 por ciento, no importa el candidato o el género: se gana. Esa circunstancia hace pensar que ante una división tan profunda como la que vemos entre los morenistas morelenses, la decisión puede venir de México en función de lo que ocurra en otras entidades; en ese caso la probabilidad de que en el 2024 Morena postule en Morelos a una candidata se eleva exponencialmente.

El análisis sobre lo que podría ocurrir en Morena de cara a la sucesión no puede partir del “melatismo”, ni de los chismes de café que tanto agradan a los políticos locales; Morelos no es una isla, ni tampoco se mueve aislado de la marcha política nacional. Es falso que a los partidos nacionales no les importe Morelos porque es un estado pequeño, se trata de una gubernatura y como todas las demás son importantes en el esquema político nacional.

Lo que sí puede ocurrir es que dada la ventaja que conceden las encuestas a Morena en el estado la decisión del partido derive de aspectos que rebasan a los actores locales. Explico: Morelos es un lugar que fácilmente se puede ganar con un hombre, pero ante la inexistencia de oposición también se puede ganar con mujer. Luego entonces si los precandidatos locales no son capaces de ponerse de acuerdo y dialogar, el estado quedará como comodín de género en función de lo que ocurra en otras entidades.

En síntesis: la probabilidad de que en Morelos el Movimiento de Regeneración Nacional compita con una candidata no solo es posible, es muy probable. Esta circunstancia otorga una posición bastante cómoda a las tres precandidatas, pero también en una situación sumamente compleja al partido. Veamos:

Margarita González Saravia sería una candidata natural de Morena: es militante, ha trabajado en el gobierno estatal, forma parte del gabinete federal, es obradorista de toda la vida y fundadora del partido. Cecilia Rodríguez es funcionaria del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, es su carta femenina para la sucesión, pero su liga con la base morenista es solo a través del neomorenismo que representa Ulises Bravo. Y luego aparece Lucía Meza, de las tres la mejor posicionada y con más estructura, pero también la más distanciada del partido, del presidente y del gobernador y sin ser militante del partido; item más: a la senadora la habrían vetado el ejecutivo estatal con la venia del presidente.

Si una de las damas es candidata a gobernadora, por obviedad las otras buscarían un escaño al senado; Margarita González dice que a ella no le interesa esa posición, lo cual le dejaría el camino libre a Lucía Meza, a menos de que el veto en su contra sea en todas las posiciones. ¿Y los hombres?

Solo uno de los cinco precandidatos podría aspirar al senado, pero eso también puede complicarse si a Ulises Bravo le conceden esa posición. En ese escenario a todos los demás les correspondería buscar una alcaldía o una diputación local o federal, lo cual en el caso del parlamento lleva implícita su muerte política, como ha ocurrido con los últimos legisladores morelenses.

Si bien es cierto las damas de Morena tienen un mejor panorama para obtener la candidatura que los hombres, el efecto que esta decisión tendría con el resto de los contendientes podría poner en riesgo el triunfo del partido, porque ninguna tiene el liderazgo, el posicionamiento, la estructura ni la identidad obradorista suficiente para ganar solas; su triunfo dependería absolutamente de lo que les dé el partido.

La decisión sobre la candidatura de Morena en Morelos y en los otros ocho estados que renovarán su gobierno estatal en el 2024 aún no se ha tomado. Lo que pueda ocurrir depende de lo que suceda en las próximas semanas y meses.

Si los morenistas morelenses quieren ser tomados en cuenta, primero deben ponerse de acuerdo entre ellos.

·         posdata

Los precandidatos de Morena son los mejor posicionados, pero a la vez los más distanciados entre sí. Víctor Mercado, Juan Ángel Flores, Rabindranath Salazar Rafael Reyes y Juan Salgado son figuras con experiencia y capacidad para gobernar, pero en desventaja de género, porque hoy la prioridad la llevan las mujeres.

Pregunta inocente Si los varones que aspiran a gobernar Morelos en el 2024 no son capaces de dialogar entre sí para superar diferencias ¿cómo nos pueden ofrecer la posibilidad de resolver los enormes problemas que tiene el estado?

·         nota

Morelos es un estado obradorista, no hay duda. La duda es si la simpatía efectiva por el presidente Andrés Manuel López Obrador es tan grande como para que cualquier candidato de Morena gane la elección, no importa si entre morenistas se pelean.

Ojo: en Morelos no hay oposición en los partidos, pero sí en la sociedad.

·         post it

El mexicano Sergio “Checo” Pérez ganó el Gran Premio de Azerbaiyán y cofirmó que es uno de los mejores pilotos de Fórmula 1.

El senador Sergio Pérez desplegó publicidad emulando el nombre del piloto de Red Bull Racing, resaltando “Checo Pérez” y en letra pequeña “Flores”.

Nada que ver uno con el otro. El corredor es un hombre exitoso; el político es producto de la casualidad y su publicidad es totalmente chafa.

·         redes sociales

Por tercer año consecutivo la diputada federal Juanita Guerra protagonizó un escándalo en la ceremonia de conmemoración del rompimiento del sitio de Cuautla: el año pasado se peleó con el equipo de seguridad del presidente porque no le permitieron la entrada a sus amigos, que por cierto no estaban acreditados. Ahora volvió a hacerlo al colocar un templete para sus familiares en un lugar que estaba asignado para los representantes de los medios de comunicación que cubrirían el evento.

Fiel a su estilo, luego de causar pena ajena, la legisladora grabó un video denunciando agresiones en su contra y tratando de colocarse como víctima. “Quienes me conocen saben como soy” dijo en su mensaje… y de inmediato comenzaron a aparecer comentarios que la describían como arbitraria, prepotente y naca.

El estilo de la legisladora morenista es acorde a su formación priísta: distante de su distrito, deconocida en su tierra y despreciada por sus paisanos; lo único que provocan sus desplantes, incluido el hecho de dejar con la mano extendida al presidente municipal de Cuautla, anfitrión del evento, son vergüenza.

La educación y la clase son aspectos que la dama conoce solo de oidas.

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