Serpientes y escaleras - El único candidato
En opinión de Eolo Pacheco
El gobernador tiene a un hombre y a una mujer perfilados a la sucesión
El único candidato
El gobernador Cuauhtémoc Blanco ha puesto sus cartas sobre la mesa en el proceso de sucesión: Víctor Mercado y Cecilia Rodríguez, el primero su coordinador de asesores y la segunda secretaria de economía. De manera natural el jefe del ejecutivo tratará de posicionar a dos integrantes de su gabinete en la carrera por la gubernatura, tomando en cuenta que la decisión puede derivar de una condición de género. No intentarlo sería un error.
La cuenta regresiva el sexenio comenzó y el mandatario lo ha dicho: “Ya nos quedan solo 18 meses para irnos”, haciendo referencia al fin de su sexenio, pero también al término del periodo de los diputados, los alcaldes y los representantes legislativos federales. En términos operativos todas las áreas del gobierno estatal deben comenzar a trabajar desde ahora en sus procesos de entrega recepción y cierre de proyectos. Año y medio puede parecer mucho para algunos, pero si tomamos en cuenta que después de julio comienzan los preparativos para la selección de candidatos y en poco más de trece meses habrá un gobernador electo, los plazos se reducen de manera sustancial.
Para todos los integrantes del poder ejecutivo, empezando por el titular, los trabajos de cierre de administración son prioritarios por razones financieras, legales y hasta de tranquilidad personal, sobre todo en mandos medios y altos. La responsabilidad de quienes encabezan las dependencias del estado va más allá del tiempo que formen parte de un gobierno, de hecho la parte más peligrosa viene cuando se van, porque la ley obliga a quienes los sustituyan a revisar a detalle el manejo que tuvieron y las decisiones que tomaron, de lo cual pueden derivar sanciones penales o resarcitorias. Pero regresemos al escenario electoral.
Los gobernadores salientes forman parte del proceso de sucesión, aunque no tienen la última palabra; los ejecutivos que concluyen su cargo no siempre tienen la posibilidad de imponer candidato, pero muchas veces el partido sí se les concede derecho de veto. A lo largo de la historia de Morelos hemos visto a varios gobernadores intentar imponer un sucesor (el último fue Graco Ramírez), pero hasta ahora ninguno ha podido. Cuauhtémoc Blanco podría ser el primero.
Independientemente de quien resulte candidato, los mandatarios salientes están obligados a tratar de colocar a sus aliados en el siguiente periodo de gobierno, ya sea en la jefatura del ejecutivo, en presidencias municipales o en una posición legislativa; hacerlo forma parte de una estrategia de blindaje con figuras afines que den la cara por él cuando ya no esté al frente de las instituciones. Los exgobernadores que no lo han hecho han pagado las consecuencias.
Desde hace meses quedó claro que la carta más fuerte del gobernador Cuauhtémoc Blanco para sucederlo es Víctor Mercado Salgado, el coordinador de asesores no solo es una figura de su absoluta confianza, también es el integrante de su equipo con mejor posicionamiento y con más arraigo en la entidad.
Desde hace meses Mercado Salgado ha dado un paso al frente buscando fortalecer su imagen y aumentar su presencia pensando en la medición que llevará a cabo Morena en unos meses para elegir a su candidato. El funcionario estatal confía en el apoyo del jefe del ejecutivo, pero también tiene claro que para obtener la candidatura debe hacer su parte, es decir, necesita crecer en todos los aspectos que mide el Movimiento de Regeneración Nacional al definir a sus representantes.
Lo hecho hasta ahora por Mercado es interesante, le ha concedido una mayor presencial pero no la suficiente aún para confiarse; los próximos meses son claves para el precandidato, en ese tiempo debe crecer electoralmente, pero también debe ganarse la simpatía del obradorismo morelense, que no es necesariamente la militancia institucional que hoy está en el partido.
Un paso importante en la carrera de Mercado está en su capacidad para dialogar y conciliar con el resto de los aspirantes, porque la victoria depende de que todos se pongan de acuerdo; Víctor debe entender que el triunfo de Morena en el 2024 no está en manos de una sola persona, ni resultará de una decisión presidencial. Si la base obradorista no se convence pueden darle la espalda, como sucedió en el 2021 con Jorge Argüelles.
Desde que se incorporó al escenario de la sucesión Víctor Mercado se encuentra en el ojo del huracán: Tirios y Troyanos lo cuestionan, lo presionan, lo atacan y lo mantienen en el debate público porque saben que es un precandidato fuerte y aunque tiene poco tiempo de participar activamente en el proyecto de cuarta transformación, su presencia en el estado, el apoyo del gobernador y relación con muchos sectores lo hace una figura que se debe tomar en serio.
El caso de Cecilia Rodríguez no es igual, pero forma parte de la misma apuesta: la secretaria también es una figura importante en el gabinete estatal, más cercana a Ulises Bravo que a Cuauhtémoc Blanco, pero sin duda cercana al afecto del mandatario. La secretaria recién se incorporó a la carrera por la sucesión, pero lo hace de manera articulada, apoyada por un despacho profesional y con el visto bueno del gobernador.
La aparición de Cecilia Rodríguez complementa la apuesta del jefe del ejecutivo, porque así tiene un plan listo en cualquier escenario, es decir, si la ley obliga al partido a postular a una mujer. En este supuesto la funcionaria competiría con la directora de la Lotería Nacional Margarita González Saravia y con la senadora Lucía Meza. Item más: tanto Cecilia como Víctor pueden volverse una carta comodín: podrían ser acomodados indistintamente en la candidatura a la gubernatura, a la alcaldía de la capital, en el congreso local o en el senado de la república.
Aunque en ningún escenario chocan porque no compiten entre ellos, las campañas paralelas no son el mejor camino para el grupo al que representan; digámoslo de esta forma: por cuestiones de género ambos personajes irán a un proceso interno distinto y en ningún plano se medirán con la misma regla, de ahí que les convendría más sumar esfuerzos y establecer una ruta crítica común, porque frente a ellos podría aparecer un bloque opositor dentro de Morena, interesado en cerrarles el paso.
Personalmente veo en Mercado Salgado al candidato más fuerte de Cuauhtémoc Blanco, el único quizá; se trata de un hombre dedicado 24/7 al proyecto de sucesión, metido de lleno al encuentro con sectores sociales, con acercamientos en la estructura de Morena y hablando con todos los que le pueden sumar. Cecilia recién ha empezado este trabajo, para alcanzar al resto de los aspirantes necesita acelerar el ritmo, hacer alianzas y sobre todo invertir más tiempo en su posicionamiento como carta política.
La apuesta del gobernador Cuauhtémoc Blanco para el 2024 está basada en estos dos personajes; cualquiera podría representar los intereses del cuauhtémismo y eventualmente los dos podrían aparecer en la boleta electoral en distintas posiciones, pero eso depende de que entiendan que se trata de un mismo proyecto.
Ya no hay tiempo para inventar un candidato; los que están son los únicos que se medirán.
· posdata
Hasta ahora ningún precandidato de Morena ha buscado la unidad con el resto de los aspirantes; cada uno hace trabajo aislado, por su cuenta, sin considerar la importancia de dialogar y caminar en un mismo sentido.
Lo que hace unos días dijo el dirigente de la CTM respecto a la oposición podría aplicar también en las filas de la 4T. El PRI, el PAN y el PRD tienen claro que no hay manera de que le ganen en solitario a Morena, por eso aceleran los trabajos de unidad y acuerdo.
¿Pero qué pasaría si el Movimiento de Regeneración Nacional se fractura y uno o varios de los precandidatos le juega las contras a quien resulte postulado? Peor: ¿qué tal si en un arranque de ira, de esos que son comunes en los procesos de selección de candidatos, alguien extraoficialmente apoya a la oposición?
Tres líneas de trabajo deben atender a la vez todos los que buscan la candidatura al gobierno del estado: 1- Imagen y posicionamiento social, para conectar con el ciudadano apartidista y obtener votos de quienes no militan en ningún partido. 2- Diálogo y acuerdos con los demás aspirantes, para evitar fracturas o divisiones que se conviertan en negativos en la campaña. Y 3- Prevención de riesgos, es decir, atención y cuidado de los ataques que vendrán durante el proceso de selección de candidatos de dentro o de fuera, agresiones que buscarán dañar la figura y rentabilidad del precandidato.
Quien entienda la importancia de sumar y conciliar llevará ventaja en la carrera por la sucesión.
· nota
El gobernador Cuauhtémoc Blanco volvió a referirse a la corrupción cometida en el gobierno de Graco Ramírez, específicamente en la remodelación del estadio de fútbol de Zacatepec, Agustín Coruco Díaz. Esto dijo el futbolista:
“¡Ese estadio está inservible! El ladronzazo de Graco Ramírez se aventó 800 millones de pesos y eso nos duele, a mí en lo personal me duele que haya gastado 800 millones de pesos cuando un estadio nuevo cuesta 300… ¡Es un ladrón! el estadio se está cayendo y en algún momento se va a caer porque tú sabes el riesgo que se corre… ahorita tiene las lámparas ya casi caídas, pero todavía hay una parte más afectada, ¡yo dije muchas veces que ese estadio no costaba 800 millones de pesos! ¿y la justicia donde esta? ¿En dónde está Graco? Un estadio nuevo te puede costar 300 millones de pesos y aquí fueron 800 millones en una remodelación”
- ¿Qué se va hacer con ese estadio?
Ya se hizo un levantamiento y vamos a ver si lo podemos arreglar, a ver en cuánto nos sale.
- ¿Estarían en riesgo las los comerciantes o las personas que están ahí?
No, no, no están en riesgo, te digo que mandamos a protección civil y te menciono que nos puede costar casi 100 millones de pesos arreglar lo que no hizo el raterazo ese, lo voy a decir porque la verdad sí me molesta, son 800 millones de varos que se metió a la bolsa y dejó un estadio inservible.
· post it
Supongamos por un momento que el candidato de una alianza opositora entre PAN, PRI y PRD al gobierno de Morelos es el actual presidente municipal de Cuernavaca José Luis Urióstegui Salgado. En ese escenario imaginemos que el candidato a la alcaldía de la capital es el exdiputado Daniel Martínez Terrazas y los legisladores panistas actuales buscan la reelección en sus respectivos distritos.
Francisco Sánchez Zavala sería el único que sumaría votos a la candidatura de Urióstegui, el resto se colgarían de él.
Si ese fuera el escenario, mi amigo José Luis debería pensar cien veces en la posibilidad competir, porque iría al matadero político.
· redes sociales
En una de esas la alianza opositora manda a Manuel Martínez Garrigós a competir bajo el mismo paraguas que Urióstegui.
Corrección: que lo piense mil veces.
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