Serpientes y escaleras - El regreso del fiscal

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - El regreso del fiscal

Ante la falta de operación política de Morena, Uriel Carmona se fortalece

 

El regreso del fiscal

Uriel Carmona parece haber superado el miedo que le generó la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de la república y el cambio de gobierno estatal. De un tiempo a la fecha el abogado ha vuelto a los eventos, busca reflectores y retoma la actitud que tenía antes de que lo detuviera la Marina. “Anda buscando quedar bien con la gobernadora” me dice una funcionaria estatal. Eso, o se está reagrupando con el bloque opositor.

No sé qué pasa por la cabeza del titular de la FGE, ni conozco los pormenores de su relación con la bancada opositora de la legislatura 56, pero tomando como referencia lo que sucedió en el pasado reciente es claro que el abogado no se mueve por casualidad.

Como titular de la Fiscalía General del Estado, Uriel Carmona Gándara es un funcionario poderoso en muchos sentidos, maneja un enorme presupuesto, tiene a su disposición una fuerza policial, posee independencia financiera y operativa, maneja a su disposición varios fiscales, entre ellos el Anticorrupción y su nombramiento transexenal lo coloca por encima de muchos políticos locales.

Pero tanto poder no fue suficiente para él y buscó más influencia: forjó una sólida alianza con el bloque opositor de la legislatura 55, se convirtió en un actor político dentro del juego de poder sexenal y encabezó una cruzada en contra del exgobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.

El tutelaje de Carmona Gándara se atribuye al exgobernador Graco Ramírez: fue él quien le entregó una patente de notario y también quien lo hizo fiscal general del estado a través de sus diputados. Como titular de la FGE y jefe del fiscal anticorrupción, Uriel Carmona ha cumplido con el compromiso de impedir que proceda cualquier investigación en contra de los graquistas.

Con el manejo de la fiscalía y el control del congreso local el abogado comenzó a imaginarse en una posición superior; asesores de los diputados locales de la anterior legislatura cuentan que hubo varias reuniones con el fiscal en donde se construían escenarios a partir de la salida de Cuauhtémoc Blanco de la gubernatura. “Todos saldrían beneficiados, particularmente Uriel, que sería impulsado por el G15 como gobernador sustituto”.

Esta historia se contó muchas veces y se fortaleció con la actitud de un fiscal al que le gustaba mostrar su poder y el control que ejercía sobre los diputados; se trataba de una relación de complicidad en la que todos se beneficiaban: a los legisladores aliados les dieron plazas en la FGE, recursos en efectivo que salían del presupuesto de la fiscalía, escoltas personales y para su familia y lo más importante: impunidad.

La legislatura pasada se caracterizó por los escándalos en los que estuvieron involucrados sus integrantes y las constantes intervenciones de la fiscalía en favor de los amigos y/o colaboradores de los diputados. Algunos de ellos fueron detenidos, relacionados con delincuencia organizada y liberados por obra y gracia del fiscal. El congreso anterior albergó lo peor de la política, la mayoría de sus integrantes fueron señalados por mantener vínculos con el crimen, dar protección a grupos delictivos o representar los intereses del narcotráfico.

La fuerza del fiscal sobre los diputados estaba y en algunos casos sigue estando, dicen, en la información que este personaje tiene de ellos, en los expedientes que ha armado y en las pruebas que ha recopilado; los datos que tiene de ellos les impide actuar en su contra, no importa del tema que se trate.

En agosto del 2023 Uriel Carmona fue detenido por la Marina y los más espantados fueron los legisladores locales; en ese momento muchos se escondieron y varios expresaban su preocupación porque no sabían “hasta donde llegarían los operativos federales y quienes serían los próximos en ser detenidos”.

Tania Valentina, Eliacib Polanco y Jonathan Márquez fueron de las pocas personas que visitaron al fiscal cuando se encontraba tras las rejas; la petista se convirtió en la interlocutora entre Uriel Carmona y el G15 y cuentan que desde el penal de máxima seguridad el abogado envió una misiva a los diputados que fue leída por la propia Tania Valentina, en la que recordaba los lazos que unían al fiscal con los representantes populares.

A pesar de la presión federal y de los amagos de detener a más personas, los diputados locales se mantuvieron firmes, del lado del titular de la FGE y utilizando su representación popular para exigir que lo liberaran, “porque su detención había sido ilegal”. Al igual que los abogados de Carmona Gándara, los diputados nunca hablaron de la inocencia del fiscal, argumentaban que tenía fuero y por ello no podía ser detenido.

Después de ser liberado el abogado mantuvo bajo perfil por mucho tiempo, evitaba las cámaras, se ausentó de los eventos y en muy pocas ocasiones se dejaba ver en actos públicos. Atrás había quedado la actitud altanera y retadora que lo caracterizaban, también las declaraciones contra el gobernador, el presidente y la jefa de gobierno. Lo único que nunca perdió fue su alianza con el G15.

Después de las elecciones Uriel Carmona se mantuvo en esa misma lógica: discreto, cuidadoso de sus declaraciones y ausente de los eventos públicos. La reelección de algunos diputados y la llegada de otros con quienes ya tenía relación permitieron al fiscal mantener su alianza parlamentaria y asegurar que no lo removerían.

Y es que a diferencia de Morena, que sigue sin ponerse de acuerdo consigo mismo, Carmona Gándara no ha perdido el tiempo y ha dialogado con muchos de los nuevos actores políticos, incluidos morenistas, para mantener vigente su alianza. Cuando la legislatura inició y la 4T se dio cuenta, Uriel ya había pactado.

De un tiempo a la fecha la agenda del fiscal ha comenzado a moverse: nuevamente participa en eventos públicos “aunque no lo inviten”, ha retomado su protagonismo, acude personalmente al lugar donde ocurren hechos delictivos y muestra una seguridad que no se le veía desde hace muchos meses.

El abogado ya se dio cuenta que Morena no tiene los votos para removerlo y que la gobernadora carece de un buen equipo político que la ayude; muchas veces desde la campaña Margarita González Saravia utilizó al fiscal como argumento discursivo, prometió que lo relevaría del cargo y en sincronía con la presidenta Claudia Sheinbaum anticipó su salida, porque su presencia no era buena para la ciudadanía.

Pero ante la incapacidad de juntar los votos necesarios, el discurso de la gobernadora cambió y en lugar de reiterar sus argumentos, mostrar decisión, firmeza y poder, la advertencia se volvió una súplica lastimosa a la oposición para que con sus votos le ayudaran a remover al fiscal.

Fue ese punto donde el abogado se dio cuenta que había ganado la batalla, que había doblado a la gobernadora y ganado una nueva partida política. Hace unos meses muchos creímos que los días de Uriel Carmona como fiscal estaban contados, que la fuerza de la gobernadora, los votos de Morena y la decisión de la presidenta de México lo echarían. Pero no es así.

Al menos hasta hoy el ganador de la batalla es el fiscal: no se ve por donde lo puedan quitar y contrario a ello, su intervención y manejo en hechos delictivos lo comienza a colocar por encima del secretario de seguridad estatal, porque a diferencia de Urrutia, Carmona controla la narrativa y se presenta como el único que está dando resultados ¿Si es así entonces por qué relevarlo del cargo?

Ni la mala imagen, ni las faltas que le atribuyen al fiscal de Morelos han cambiado, hablamos del mismo personaje, de los mismos señalamientos y de la misma presunción de delitos. Lo único distinto es el equilibrio de fuerzas: a pesar de tener mucho menos poder que la gobernadora y menos votos que Morena, Uriel Carmona los utiliza mejor y va ganando la batalla.

Por ese camino, Uriel Carmona Gándara puede convertirse en una figura política muy fuerte para la oposición en el 2027.

·         posdata

Continuemos con el tema:

La elección pasada no fue mala para la oposición, a pesar de que perdieron abrumadoramente la gubernatura y los cinco distritos federales. Morena consiguió un triunfo inobjetable con Margarita González Saravia en la gubernatura, pero fue derrotada abrumadoramente en los municipios al ganar solo 5 de los 36 que conforman la entidad. Hoy el municipio insignia de la 4T es Jojutla.

A pesar de que junto al Verde y Nueva Alianza tiene doce de los veinte votos que conforman el congreso local, Morena no ha podido contra el frente opositor, que de facto incluye al Partido del Trabajo. La hegemonía opositora en la cámara ha fortalecido al fiscal y obliga al ejecutivo a negociar el presupuesto 2025 con el G8 bajo las condiciones que ellos determinen.

El bloque opositor tiene claro que la elección del 2027 será muy diferente a la anterior porque llegarán controlando la mayoría de los municipios, incluyendo la capital; hoy la figura más representativa de la oposición en Morelos es el alcalde de Cuernavaca, pero podría no ser la única carta que tenga el FAM en la elección intermedia.

Uriel Carmona Gándara está aprovechando el vacío que deja el gobierno del estado en el tema de seguridad, ha tenido la habilidad de montarse en los temas más llamativos y capitaliza la ausencia del secretario de seguridad. De seguir esa dinámica en poco tiempo y con un buen acompañamiento informativo, que lo sabe hacer Carmona, la fiscalía se puede convertir en la única oficina que dé resultados en materia de combate a la delincuencia.

El nombre del juego es percepción y en ese terreno el fiscal sabe moverse porque está bien asesorado. La incidencia delictiva no ha disminuido en este arranque de sexenio, el baño de sangre sigue presente en todos los municipios y los delitos de alto impacto no dan tregua. Frente a ello la actual estrategia de seguridad brilla por su ausencia y es ahí donde comienza a aparecer el fiscal: acudiendo al lugar de los hechos, dando la cara a la gente y presumiendo resultados.

Ni Morena ni el Ejecutivo tienen la capacidad para mover al fiscal y cuando termine su periodo, en el 2027, Uriel Carmona Gandara deberá enfrentar sin fuero los delitos que le atribuyen, porque no habrán prescrito. ¿Cómo blindarse en un escenario así? ¡Volviéndose candidato!

Desde la Fiscalía General de Justicia su titular tiene una plataforma de promoción envidiable, cuenta con recursos económicos, personal y manejo de medios; si hace un poco más que la secretaría estatal de seguridad y comunica mejor que el gobierno de Morelos, Uriel Carmona se puede proyectar como la figura política rentable que hoy no tiene la oposición.

La alianza del fiscal con el bloque opositor del congreso y sus partidos lo puede perfilar a un escenario donde todos ganan: él lograría blindarse ante cualquier intento de procesarlo por parte de los gobiernos de Morena y el FAM tendría un perfil con el cual competir con posibilidades de ganar.

·         nota

El gobierno capitalino informó el viernes que capturaron a dos miembros de La Familia Michoacana, extorsionadores que, además, eran “importantes generadores de violencia en Cuernavaca”.

La captura la realizó la policía municipal y fue resultado de un operativo en el que no participaron otras corporaciones. Uno de los detenidos, informó la secretaria Alicia Vázquez Luna, es hijo de una exdiputada de Morena.

Y como actúa este gobierno, nada más falta que integren a Macrina Vallejo a la administración estatal, como han hecho ya con otros personajes de la misma calaña.

·         post it

Después de tres años como secretaria, finalmente Alicia Vázquez Luna le da una satisfacción a su alcalde.

¿Le habrán avisado del delito antes de que se cometiera?

·         redes sociales

Nueve ejecutados en una casa de Jiutepec. La cuenta de sangre en este régimen sube con más rapidez que en el sexenio pasado.

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