Serpientes y escaleras - El desastre de Villalobos

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - El desastre de Villalobos

Las cosas están peor de lo que Urióstegui pensaba. ¡Y lo que falta!

 

El desastre de Villalobos

Cuatro meses después de recibir su constancia como alcalde electo de Cuernavaca José Luis Urióstegui reconoce que la situación en el ayuntamiento capitalino “es más grave de lo que imaginaba”, porque además de los ya conocidos problemas financieros que tiene la comuna existen cientos de juicios laborales que el gobierno municipal está a punto de perder porque se trata de despidos injustificados. La información que obra en poder del alcalde electo confirma una realidad mucho peor de lo que le dijo Antonio Villalobos. Y todavía le falta conocer más cosas.

La problemática que enfrentará la nueva administración capitalina es sumamente grave y se necesita de mucho más que buena voluntad para resolverse; tomando como base la información dada a conocer por el edil electo, la administración municipal destina el 95 por ciento de sus recursos al gasto corriente y al pago de deudas. Cuernavaca es el municipio que más recursos recibe, pero tiene la peor administración gubernamental.

Cambiar esta dinámica será complejo porque independientemente de las medidas de austeridad que se implementen se requiere de una profunda reingeniería financiera que deben llevar a cabo un grupo de profesionales. Los ajustes en la operación del ayuntamiento son urgentes e impostergables, el punto es que para alcanzar el ahorro necesario primero se tienen que invertir varios millones en el proceso.

Precisamente para que José Luis Urióstegui no se encuentre con sorpresas de este tipo es fundamental que su equipo comience desde ahora a trabajar en la recepción del gobierno de Cuernavaca. Algún palurdo dijo que de acuerdo con lo que marca la ley el proceso de entrega recepción se debe llevar a cabo 45 días antes del cambio de poderes, porque eso es lo que marca la ley; quien afirma eso no entiende es que ese tiempo no es suficiente para conocer a detalle el estado que guarda una administración municipal, por eso los gobiernos electos siempre inician antes los trabajos de entrega con la administración saliente.

Los equipos encargados de este proceso se dividen en áreas específicas y cotidianamente los coordinadores de cada una de estas las asumen la responsabilidad de la dependencia a la cual le reciben. No es regla de que así sea, pero el hecho que la persona que encabeza la recepción en cada dependencia sea quien en el futuro la maneje tiene lógica.

Lo que le espera a José Luis Urióstegui en Cuernavaca será más grave de lo que imagina porque hasta ahora no se ha metido de lleno a conocer la situación en la que se encuentra la administración municipal; a lo largo de cuatro meses se ha reunido con cientos de personas, pero solo unas pocas veces con los encargados de las dependencias municipales y en ningún momento acompañado de expertos en cada tema.

El abogado conoce la realidad de la ciudad y de su gente, está perfectamente identificado con la población y luego de tres campañas tiene conocimiento de campo de todo el territorio; lo que desconoce es la situación en la que se encuentra el gobierno, la forma como opera, los vicios que arrastran las oficinas, las deudas acumuladas, los problemas técnicos y los pormenores de los escandalosos casos de corrupción.

Para nadie es secreto que Antonio Villalobos y su familia utilizaron al gobierno de Cuernavaca como un negocio, que todas y cada una de las acciones que llevó a cabo como autoridad tuvieron un trasfondo económico que se refleja en el inexplicable crecimiento de su fortuna personal. Pongamos las cosas en perspectiva: cuando Villalobos tomó protesta como presidente municipal su primera declaración patrimonial firmada refiere que no tenía ninguna propiedad inmobiliaria, no contaba con auto propio ni tampoco manejaba cuentas de banco; fue literalmente una declaración en ceros que oficializaba su pobreza. Hoy Antonio Villalobos posee casas y departamentos, al menos una decena de vehículos, una propiedad en el extranjero y varios millones de pesos en sus cuentas.

Además de la corrupción que implica este crecimiento exponencial del patrimonio de Villalobos, lo peor para el municipio es que la línea de actuación del presidente municipal fue seguida por la mayoría de sus empleados, por eso el gobierno de Cuernavaca ha convertido en una de las administraciones más corruptas de la historia del estado; basta revisar lo que sucede en el área de licencias, con los permisos, con la actuación de los inspectores y el desempeño del Sapac, para dimensionar el tamaño de la cueva de Ali Babá en la que se convirtió la capital.

El problema que recibirá Urióstegui no es solo la deuda acumulada en la ciudad en el Sistema de Agua, cuyo monto supera los 280 millones y crece a un ritmo mensual de 8 millones; también está el recién “descubierto” adeudo en materia de laudos, falta que se cuantifiquen los pasivos que representan las deudas a proveedores y la multimillonaria nómina confidencial. Luego está el organigrama municipal en donde existe cualquier cantidad de aviadores, duplicidad de funciones y enormes pagos que reciben algunos empleados fuera de nómina.

Cualquier ciudadano de Cuernavaca puede darse cuenta de la catástrofe que ha representado para Cuernavaca la administración de Antonio Villalobos, pero corresponderá al futuro gobierno hacerse cargo de ella y corregir las faltas; en este proceso el próximo presidente municipal deberá tomar decisiones inmediatas: iniciará procesos legales contra los causantes del caos o los asumirá como propios y pagará las consecuencias.

La fortaleza moral con la que llega al gobierno José Luis Urióstegui se puede diluir rápidamente si el abogado comete el error de entregar su gobierno a los hermanos Terrazas o se deja manejar por figuras de poca honorabilidad pública, como Julio Mitre o Juan José Alcalá. El triunfo electoral del abogado derivó de su historia de vida, de la demanda ciudadana de un cambio y por supuesto, de que Morena se equivocó de candidato.

El desastre financiero al que hace alusión el futuro presidente municipal es mucho más grande de lo que todos hemos visto: los pasivos del Sapac y los laudos laborales son solo una parte del inmenso problema económico en el que se encuentra la capital y requerirá de muchísimo más que buenos deseos para resolverse. Además de un equipo eficiente, con especialistas en cada una de las áreas, Urióstegui requerirá de la ayuda del gobierno estatal, de los diputados locales y federales y hasta del gobierno de la república para poder sacar a la ciudad del bache en el que se encuentra.

Desde ahora el alcalde electo tendría que estar dedicado al cabildeo político con personajes que le puedan ayudar cuando tome protesta, porque una vez que arranque su administración José Luis Urióstegui tendrá que dedicarse de tiempo completo a la atención del desastre financiero que le heredan y la dinámica municipal lo va a mantener sumamente ocupado. Eso sin contar que en cualquier momento puede ocurrir un hecho de violencia que lo coloque contra la pared, que afecte su imagen ante la opinión pública y lastime la confianza en su gobierno.

Es mucho (pero mucho) lo que el futuro presidente municipal de Cuernavaca tendrá que hacer en muy poco tiempo para estabilizar las cosas en la capital; hasta ahora la agenda del alcalde electo ha sido intensa en reuniones que en su mayoría son insulsas, ni siquiera se dio tiempo para reunirse con los diputados para dialogar sobre el presupuesto de la capital. Todo el tiempo que ha perdido Urióstegui se notará en las próximas semanas cuando se acerque el proceso de cambio de poderes y los problemas comiencen a explotar.

Urgentemente el abogado tiene que definir a su equipo de trabajo para que de inmediato cada uno de los responsables de las diferentes áreas se ponga a trabajar en la entrega recepción y prepare un plan de trabajo que atienda las contingencias y aplique las políticas y proyectos de la nueva administración. El alcalde electo no tiene que dar a conocer el nombre de los futuros funcionarios (por si le preocupa el qué dirán), pero necesita tenerlos trabajando desde ahora para que las cosas le resulten más sencillas.

Las primeras decisiones que tome José Luis Urióstegui como presidente municipal de Cuernavaca van a marcar su gobierno; si quiere que las cosas le salgan bien debe tener firmeza de actuación desde el principio y tiene que hacer ver que en la capital que ya hay una nueva administración.

Si tiene dinero en las cuentas, el alcalde debe que iniciar obras de inmediato para que la gente sienta que ya hay un nuevo presidente al mando; al mismo tiempo el abogado debe proceder legalmente contra quienes lastimaron la ciudad, para que la gente sepa que se le pondrá un alto a la impunidad.

Si no hace nada de lo anterior, todo seguirá igual que siempre.

  • posdata

Aunque su estadía en el gobierno estatal era incómoda desde hace tiempo, la salida de Gerardo Becerra no deja de ser sorpresiva. El activista cobró fama por su enfrentamiento con Graco Ramírez y por participar en diversas marchas contra la inseguridad en el estado al lado del obispo de Cuernavaca Ramón Castro, del rector Alejandro Vera y del alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco Bravo.

Gerardo Becerra se incorporó al gobierno estatal con el jefe de la oficina de la gubernatura José Manuel Sanz; aunque su cargo era director de análisis estratégico, su responsabilidad real fue, él mismo lo afirmó de manera pública en innumerables ocasiones, como “Comisionado Ciudadano Anticorrupción”.

La dimisión presentada por Becerra Chávez Ita es del dominio público porque él mismo la difundió a través de sus redes sociales; en su carta recuerda las personas que presenciaron su designación, afirma que se trata de una renuncia “irrevocable y de congruencia”, agradece solo a José Manuel Sanz y remata que su labor fue complicada.

Un día después de renunciar al cargo Gerardo Becerra concedió una entrevista en la que anuncia lo que ya era obvio: actuará en contra del gobierno de Cuauhtémoc Blanco y presentará denuncias contra varios funcionarios estatales porque la ley le obliga a denunciar actos de corrupción.

La salida de Gerardo Becerra coincide con la difusión del nombre de José Manuel Sanz Rivera en el expediente denominado Pandora Papers, que enumera a personajes de la vida pública y privada de México y de varias partes del mundo que mueven grandes cantidades de dinero en paraísos fiscales. El jefe de la oficina de la gubernatura de Morelos, también actor principal en el expediente del Caso Primavera, fue el único personaje de Morelos que aparece en la lista.

Al final del camino el saldo que deja el paso de Gerardo Becerra por la administración pública no es positivo, porque aunque se suponía que era el personaje idóneo para combatir la corrupción del gobierno de Graco Ramírez, porque él mismo aseguraba que contaba con todas las pruebas y elementos para encarcelar al tabasqueño, nunca fue capaz de armar un expediente sólido. Todo quedó en bravuconadas.

Más aún: la excusa que siempre dio para justificar la falta de acción en contra de los graquistas es que al exgobernador los protegen los fiscales Uriel Carmona y Juan Salazar; curiosamente Gerardo Becerra es una persona muy cercana a los fiscales General y Anticorrupción de Morelos. ¿Por qué si son sus amigos nunca pudo hacer avanzar ninguna acción legal contra la gente de Graco?

Las amenazas que deja ver el ex comisionado ciudadano anticorrupción serán tan sólidas como capaz sea de sostener sus aseveraciones. A lo largo de varios años Gerardo dijo que Graco Ramírez era corrupto y que tenía todas las pruebas para comprobarlo; desde el gobierno estatal Becerra tuvo todos los elementos a la mano para actuar contra los exfuncionarios y después de tres años no paso nada.

¿Cómo podemos creerle ahora lo que dice?

  • nota

La fiscal antisecuestros de Morelos dio a conocer que Morelos ocupa el lugar número 11 en cuanto a delitos de extorsión y reconoce un leve incremento en los casos, sobre todo por la vía telefónica; dice que se ha detectado que muchas llamadas salen de centros penitenciarios en la Ciudad de México y Tamaulipas.

El estado ha avanzado en el combate en este delito con detenciones que se han dado a grupos que operan en este rubro. La denuncia es parte fundamental del proceso para cerrarle el paso a este tipo de delitos.

El desempeño de la fiscal Adriana Pineda es ejemplar y sus resultados la avalan; no es casualidad la confianza que se ha ganado y el reconocimiento nacional como una de las mejores funcionarias antisecuestros de México.

  • post it

Hay descuento del 50% en licencias. ¡Aikir!

  • redes sociales

Las encuestas en redes sociales son más un instrumento para interactuar con los demás, que una herramienta para tomar decisiones. Preguntar algo en estos espacios tiene como finalidad conocer la opinión de un determinado grupo de personas sobre algún tema en particular, pero hay quienes se apasionan con ellas y suponen cosas que solo ocurren en sus mentes atribuladas.

Tranquilos, la vida es para vivirla.

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