Serpientes y escaleras - 40 millones
En opinión de Eolo Pacheco
La gobernadora inició una cruzada contra los ladrones. Hay que apoyarla
40 millones
El anuncio del consejero jurídico estatal sobre la presentación de denuncias contra funcionarios de la administración pasada marca el principio de diversas acciones legales que el gobierno estatal llevará a cabo para acabar con la impunidad. “No vamos a tolerar la corrupción en el gobierno, la gente está cansada de eso… en cien días ya despedí a dos funcionarios míos que cayeron en la tentación”, dijo Margarita González Saravia. La gobernadora va en serio.
Frente a los actos de corrupción que se han achacado al futbolista durante varios años, cuarenta millones de pesos parecen muy poco, pero a decir de Edgar Maldonado, el consejero jurídico, es solo en principio de más acciones que se emprenderán contra funcionarios de casi todas las dependencias del gobierno estatal.
Hablamos de actos irregulares en forma de desvíos, omisiones, tráfico de influencias y acciones punibles que ameritan castigar a los responsables. Cuarenta millones de pesos observados son muy pocos respecto a lo que se habría hecho en la administración anterior, pero es el inicio de lo que finalmente podría ser una acción contundente contra la corrupción.
El único mérito de Cuauhtémoc Blanco Bravo para ser candidato de Morena fue su fama como futbolista; profesional, intelectual, moral y éticamente nunca tuvo merecimiento para ocupar un espacio en la administración pública, ni capacidad para administrar un estado. Los resultados de su improvisación están a la vista: a lo largo de ese sexenio se habló de múltiples casos de corrupción, abusos de poder, ocurrencias gubernamentales, ausencias, frivolidad y vínculos con grupos de la delincuencia organizada.
Al americanista lo protegió el expresidente Andrés Manuel López Obrador; no importó de qué se le acusara, quien lo hiciera o las pruebas que se mostraran, en todos los casos el ejecutivo federal lo defendió, lo arropó y desdeñó las acusaciones considerándolas ataques políticos. Incluido aquel momento en el que lo retrataron abrazado de varios líderes de grupos criminales. Ahora las cosas parecen ser diferentes.
El cambio más sustantivo empieza con la salida de López Obrador y la llegada de Claudia Sheinbaum; a diferencia del tabasqueño, que se ocupó de proteger a todos los gobernadores sin importar lo que hicieran, la presidenta ha marcado una línea de acción distinta, no mete las manos al fuego por nadie, ni defiende causas perdidas. “Que lo investiguen” dijo de manera contundente cuando en una conferencia mañanera le preguntaron sobre las acusaciones de corrupción en contra de Cuauhtémoc Blanco.
El del futbolista fue un sexenio de frivolidad, incapacidad e indolencia, caracterizado por la vulgaridad del titular del ejecutivo y los abusos de su hermano, identificado por todos como el hombre de los negocios, el nuevo Gayosso.
El daño causado por Cuauhtémoc Blanco a Morelos es tan grave que opacó el terrible sexenio de Graco Ramírez; juntos representan lo peor de la política, uno ignorante y el otro perverso, los dos igual de ladrones y ambos rodeados de saqueadores que no solo perjudicaron al erario, también lastimaron seriamente la confianza ciudadana en sus autoridades.
Precisamente por esta situación, por el enojo colectivo que se ha acumulado a lo largo de doce años, la primera denuncia de cuarenta millones de pesos suena irrisoria y para algunos, parece un acto de complicidad. Unas horas después de que se hizo pública la noticia de estas acciones la excandidata opositora a la gubernatura declaró que los desvíos del sexenio anterior superaban los 4 mil millones de pesos, mientras que el futbolista compartió en redes sociales historias jugando pádel, sin ningún tipo de preocupación.
Lo que hoy se denuncia sobre el gobierno de Cuauhtémoc Blanco no sorprende a nadie, las historias sobre lo que ocurría al amparo de su gobierno se vienen contando desde hace muchos años, se documentaron en Guacamaya Leaks y aparecen en al menos dos expedientes que la federación armó a través de la Secretaría de Gobernación, con información de la Marina y la Unidad de Inteligencia Financiera. En esos expedientes aparecen, además del gobernador, los nombres de Ulises Bravo, Mónica Boggio, Edgar Riou, Christian Carmona y Efrén Hernández.
El anuncio de las denuncias en contra del gobierno de Cuauhtémoc Blanco pudo ser mucho más llamativo en lo mediático, pero quizá por estrategia decidieron avanzar con cautela, de menos a más, administrando la opinión pública. Las denuncias por cuarenta millones de pesos son las primeras de varias, dice el consejero jurídico, confiado que esta vez sí veremos avance en las carpetas de investigación.
La responsabilidad que trae a cuestas el abogado del estado con el inicio de estos procesos es enorme, porque de lo que se haga en su oficina dependerá en buena medida la manera como la sociedad calificará al gobierno de Margarita González Saravia. Las dos administraciones anteriores anunciaron fraudes millonarios y cantaron victoria antes de tiempo, acusaron robos y anticiparon sanciones, pero no pudieron armar expedientes sólidos; en ambos casos prevaleció la impunidad.
La gobernadora está decidida a cambiar el sentido de la historia, hacer valer la ley y cumplir con la promesa de poner freno a la corrupción y la impunidad. A su equipo le toca actuar contra las faltas cometidas en el régimen anterior y darle seguimiento a las denuncias que existen en contra de los graquistas, toda vez que el propio Edgar Maldonado ha dicho que varias de ellas siguen vigentes. El problema para que estos procesos pasen del dicho al hecho radica en la capacidad de quienes tienen la responsabilidad de armar los expedientes y aquí el problema es la contralora, quien profesionalmente no parece estar a la altura de la situación.
La opinión pública apoya Margarita González Saravia, aplaude su decisión de actuar y el inicio de las acciones legales en contra del gobierno anterior; estamos en la fase optimista donde se celebra que se llamen a cuentas a los ladrones y se anticipa el castigo, conforme pase el tiempo se exigirá más: que se metan a la cárcel a los ladrones y se devuelva lo robado.
La protección de López Obrador permitió a Cuauhtémoc Blanco concluir su sexenio; fue la orden directa del presidente lo que hizo que ninguna de las denuncias en su contra avanzara, ni los expedientes hechos por el gobierno federal se presentaran ante las autoridades correspondientes.
En marzo del 2020 el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera Santiago Nieto Vasconcelos hizo público un esquema a través del cual el jefe de la gubernatura de Morelos había enviado a Suiza 740 millones de pesos; José Manuel Sanz era en ese momento el hombre fuerte del gabinete, la figura más cercana al gobernador y el bosquejo financiero que mostró beneficiaba de manera directa al americanista. Pero la investigación se detuvo por orden de López Obrador.
Las investigaciones hechas a lo largo de seis años contra Cuauhtémoc Blanco Bravo y los suyos incluyen desvíos de recursos, malversación de fondos, tráfico de influencias y vínculos con la delincuencia organizada. El año pasado la Auditoría Superior de la Federación documentó irregularidades y faltantes en el gobierno de Morelos por 3 mil 900 millones de pesos y desde hace tres años algunas agencias norteamericanas, como el FBI, tienen en la mira a Blanco y gente cercana a él, como su hermano, su ex jefa de la gubernatura y su secretario particular.
Cuarenta millones de pesos no parecen mucho si se toma en consideración todo lo que se ha atribuido a Cuauhtémoc Blanco y a su gobierno, pero es un buen principio si las denuncias son sólidas y los expedientes avanzan. Esto último depende del consejero jurídico y de la contralora.
El combate a la corrupción en este sexenio va en serio. Al menos en la decisión de la gobernadora.
· posdata
Los últimos días han sido terribles en materia de seguridad; la violencia se ha desatado en varios municipios de la zona norte y metropolitana, empezando por Huitzilac, Cuernavaca y Jiutepec.
Lo dicho: frente a diez acciones buenas en materia de prevención, un solo hecho sangriento puede echar todo abajo.
La pacificación es una lucha de todos los días que requiere una enorme dosis de comunicación para ser valorada.
· nota
Por mucho tiempo Gerardo Becerra presumió cercanía con Cuauhtémoc Blanco, era de los pocos que se reunían con él, hablaban con él y mantenía un trato directo desde la alcaldía; su punto de entrada fue José Manuel Sanz.
Su enemistad con Graco Ramírez se combinó con su cercanía con el futbolista y derivado de ello se incorporó al gobierno estatal en el 2018 en una oficina que dependía directamente de la jefatura de gubernatura. Becerra se presentaba orgullosamente como el “Zar Anticorrupción”.
La debacle del español José Manuel Sanz marcó el destino de Gerardo Becerra, quien abandonó el gobierno de la mano del jefe de la gubernatura; a partir de ese momento el exzar anticorrupción comenzó a denunciar irregularidades en el gobierno estatal, señalando como el principal culpable al gobernador. Lo dijo muchas veces, pero nunca se atrevió a denunciarlo de manera formal, ni aporto pruebas.
Pasados algunos años el nombre de Gerardo Becerra vuelve a aparecer en la lista de beneficiarios del Filatec; el exfuncionario también compró terrenos baratos, financiados por el Instituto de Crédito a un plazo de diez años. Se trata de cuatro lotes de 200 metros cada uno adquiridos por 350 mil pesos. “Ni en la colonia más pobre de Jojutla cuesta eso el metro” me dijo en alguna ocasión el alcalde de aquella demarcación en referencia a lo pagado por los lotes.
Tras el anuncio del gobierno estatal de que se podría denunciar a quienes compraron predios a precios irrisorios, Becerra Chávez Ita afirma que él actuó con toda legalidad y que en todo caso hay que investigar a todos los demás que adquirieron aún sin pertenecer al gobierno estatal.
Fiel a su estilo Gerardo Becerra afirmó que sí existen actos de corrupción en el manejo del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo y en la compraventa de lotes, pero no en los que él compró.
Ergo: Hágase la ley, pero en los bueyes de mi compadre.
· post it
Al nuevo coordinador del transporte estatal le tratan de hacer la vida difícil; el bloqueo de hace unos días no es coyuntural, ni tampoco orgánico.
“Pareciera que detrás del caos vehicular hay tintes políticos” dice Josué Fernández.
No pareciera. Es.
· redes sociales
Dice la Tercera Ley de Newton: a toda acción corresponde una acción igual y contraria. Políticamente hablando: a las denuncias de corrupción corresponden acciones de desestabilización.
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