Separación Inminente
En opinión de César Daniel Nájera Collado
La globalización, más que una simple representación de progreso, constituye uno de los dilemas más delicados que afrontamos y afrontarán generaciones por muchos años. En un mundo con tanta desigualdad en términos de poder, son las potencias imperantes quienes parecen establecer el ritmo de los otros, transformando la globalización en una mera adaptación de los demás a la cultura que los poderosos deciden imponer. Con base en esto podemos pensar en muchas culturas únicas que tienen su propia manera de existir, y en pos de protegerse, podrían llegar a aislarse, e incluso desarrollar xenofobia. Porque como hemos observado a lo largo de los siglos, las personas en muchas ocasiones, ante el sentimiento de una amenaza de invasión cultural, reaccionan implementando el hermetismo.
Un ejemplo puede ser el siguiente: resulta que Lituania ha reformado su sistema de asilo para así poder rechazar solicitudes y devolver a los migrantes de manera más rápida. El gobierno defiende tal reestructuración basándose en la gran cantidad de personas que entran desde Bielorrusia, después de que el presidente de tal país respondiera a una sanción diciendo que mandaría migrantes y droga a la Unión Europea, de la cual Lituania es parte. Y como la globalización de corte impositivo ha generado que la única respuesta rápida a esta sea el aislamiento, es común que se instaure dentro de la idiosincrasia de una nación el rechazo y desprecio a otros casi sin exceptuar. Y he aquí el peligro; con las actuales crisis humanitarias como la de Afganistán, no habrá lugar donde las personas puedan conseguir asilo y resguardo, todo debido al crecimiento del hermetismo y rechazo indiscriminado. Ojalá y que en un tiempo no nos acabemos separando todos, aunque la respuesta ante tal disyuntiva se ve difícil.