La Encrucijada-La verde
En opinión de Luis Alberto Machuca Nava
Luis Alberto Machuca Nava 
En México el deporte nacional es el fútbol; una mezcla de pasión, amor y odio. Nuestro país lleva en el ámbito profesional e internacional décadas, sin embargo, el “jugamos como nunca, pero perdimos como siempre” se ha institucionalizado.
El fútbol de la primera división para empezar, es inferior si se le compara con las ligas de otras latitudes. Aquí también hay corrupción, influyentismo, soberbia y por supuesto, mucha incompetencia.
La producción de jugadores de primer nivel se ve afectada precisamente por tanta tranza y corruptelas en el proceso de la formación de cuadros, en resumen, las verdaderas estrellas se quedan en la provincia, en el llano. El último mundial en su gran final presentó a Inglaterra y a Croacia, quien finalmente se quedaría con el subcampeonato, recordemos que no hace mucho y en varias ocasiones la “verde” enfrentó y venció a la poderosa escuadra de Croacia, sin embargo hoy esta última es subcampeona del mundo y México está sumido en la doceava posición de la FIFA.
Algo se hace mal en el fútbol nacional, algo no funciona, o de plano, algo funciona muy bien para “algunos.” La mediocridad de nuestro fútbol es notoria y no se puede ocultar, si hacemos a un lado la pasión que nos envuelve, en este momento no existe en México un equipo que pueda hacerle frente a los equipos de las ligas europeas y sudamericanas, es un hecho, y no lo digo yo, ahí está la estadística.
Santiago Nieto ya dio un primer paso para terminar con uno de tantos problemas del fútbol nacional, el lavado de dinero, ojalá y pronto también podamos ver a alguna organización que realmente defienda los intereses de los futbolistas de a de veras y que no queden a merced de esos mafiosos que tanto daño le han hecho al deporte más popular en nuestro México.
Espero algún día ver a mi país ganar un campeonato del mundo, que sean más importantes el propio juego y los jugadores, que solo el dinero. Nuestro fútbol dejará de ser mediocre en la medida en que deje de poner el énfasis en el dinero. PD. Una boca grande de brazos cruzados no sirve para nada positivo.
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