Salud sin transparencia
En opinión de Roberto Salinas
Pensaríamos que en plena pandemia de salud podríamos contar con más información sobre las acciones, adquisiciones y recursos que emplean los funcionarios públicos, esto como un acto de responsabilidad, rendición de cuentas y buenas prácticas, pero en realidad continuamos con los mismos procesos opacos.
En 2019 los Servicios de Salud de Morelos gastaron 3,347 millones de pesos, de ellos, 2,306 millones se ejercieron en servicios personales, esto es el 68.9% del presupuesto, algo común cuando el gasto primordial es para la atención de la población. La información de los servicios personales sí se puede encontrar en la Plataforma Nacional de Transparencia de 2019, al menos se encuentran 2,039 millones desglosado por cada persona.
El problema de la transparencia de los Servicios de Salud se centra en la falta de información sobre la adquisición de medicamentos, utensilios médicos, productos químicos, mantenimiento de inmuebles, subcontratación de servicios y otros gastos más. Estos rubros que se encuentran dentro del capítulo de gasto 2000 (Materiales y suministros) y 3000 (Servicios Generales) que entre ambos suman 954 millones de pesos. Lamentablemente, en la Plataforma de Transparencia no se comprueba la adquisición de un solo peso en medicamentos y material médico, que entre ambos son 550 millones. Bueno, no hay ni siquiera información de un paracetamol o una gasa.
En tanto, el encargado de los Servicios de Salud ha dicho que no hay tal falta de transparencia, que cumplen en la publicación de información, pero eso se puede comprobar en la misma Plataforma, en la que sí hay información de 31 millones de pesos, pero que son de arrendamiento de servicios de fotocopiado, fumigación, seguro de autos, mantenimiento de inmuebles, convenciones y otros gastos menores. En concreto, la parte sustancial de los Servicios de Salud no se han transparentado.
Por eso no extraña, pero preocupa, que en plena pandemia no haya información, que no se transparenten las inversiones que se realizan, que no sepamos cuánto se gasta en medicamentos e insumos médicos, como si fuera un secreto de estado o de seguridad nacional.
La transparencia no es bien aceptada, ni siquiera en el instituto de transparencia, que no es capaz de impulsar la transparencia proactiva, de revisar la Plataforma de Transparencia de las instituciones de salud, economía o desarrollo social.
Es muy probable que tengamos que esperar varios meses después de la pandemia para conocer el gasto de estos rubros porque hasta el momento, no hay la mínima intención de transparentar los gastos. Tenemos unos servicios de salud enfermos de opacidad.