Escala de Grises - Dejar de llorarle al viento

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Dejar de llorarle al viento

El domingo 10 de septiembre el colectivo Madres Buscadoras de Sonora recibieron un mensaje anónimo en el que les informaban la ubicación de una presunta fosa clandestina al sur de Hermosillo. Con la esperanza de encontrar alguna señal de sus seres queridos, las integrantes se dirigieron hacia el Cerro de la Virgen.

 

Al llegar a la ubicación que les fue proporcionada, las madres buscadoras fueron víctimas de una emboscada. Tras escuchar las detonaciones de armas de fuego, las integrantes del colectivo fueron auxiliadas por los elementos de la Guardia Nacional, la policía Estatal y la Comisión de Búsqueda del Estado que las acompañaban.

 

Afortunadamente, las madres salieron ilesas, aunque se encuentran en estado de shock. La información se dio a conocer gracias a la activista Cecilia Flores, quien publicó su testimonio a través de X. A través de un video, la fundadora del colectivo se dirigió a los cárteles para que dejen que los grupos de rastreo realicen sus labores sin impedimentos.

 

“Sólo buscamos paz para nuestra alma y nuestras familias; no buscamos justicia ni verdad. Sólo queremos dejar de llorarle al viento”, sentenció. En el mismo video, Cecilia Flores confesó que las madres tienen miedo de buscar, pero tienen más miedo de no volver a ver a sus hijos, razón por la que seguirán operando.

 

Al respecto, la Fiscalía General del Estado de Sonora sólo reportó los nulos hallazgos, pero no mencionó la apertura de ninguna carpeta de investigación ni personas detenidas o novedades relacionadas con las detonaciones. Sin embargo, la Mesa Estatal de Seguridad negó la violencia y publicó que ninguna vida había estado en riesgo.

 

Bajo esta misma línea, la Secretaría de Gobernación negó los ataques. Durante la conferencia matutina con la que inició la semana, Luisa María Alcalde mencionó que, aunque se escucharon disparos al aire, eso no es un ataque para las madres buscadoras, por lo que no hay de qué preocuparse.

 

De acuerdo con la funcionaria, las detonaciones fueron en otro lugar, pero no tienen relación alguna con la labor de las madres buscadoras. ¡La audacia! Como si Alcalde Luján hubiera estado presente o como si supiera la forma en la que funcionan las búsquedas de los colectivos, siquiera.

 

Ante tales declaraciones, Cecilia Flores interrogó a las autoridades sobre los acontecimientos que debieron ocurrir para ser considerados como una agresión válida ante sus ojos. “¿Qué tendríamos que ver para que fuera agresión? ¿Que nos disparen de frente? ¿Ver cómo caen las compañeras? ¿Una masacre?”.

 

¿Qué debe ocurrir para que el gobierno y las instituciones dimensionen lo que ocurre en las incontables fosas clandestinas que se encuentran en nuestro país? ¿Qué cifra se debe alcanzar para reconocer que las más de 11 mil personas desaparecidas en México son la muestra de una violencia incontenible?

 

Nadie mejor que las madres buscadoras para reconocer una agresión. Ellas que son amenazadas constantemente, que deben solicitar mecanismos de protección, que deben reportar cuando una compañera suya es asesinada y que van luchando en contra del sistema con tal de encontrar a sus seres queridos.

 

Lamentablemente, esta no es la primera vez que el colectivo de Madres Buscadoras de Sonora (u otros colectivos de búsqueda) son víctimas de agresiones por parte del crimen organizado o por el gobierno mismo. No resulta una sorpresa que la administración de López Obrador cierre los ojos ante la tragedia.

 

A pesar de sus promesas de campaña de poner a las víctimas en primer lugar y abrirles las puertas del Palacio Nacional, la presente administración no ha hecho más que repetir los errores de aquellos a los que juzgaba. ¿Ese es el gobierno que hace alardes del bienestar ciudadano?

 

¿Es este el gobierno feminista del que tanto habló Marcelo Ebrard? ¿Es este el movimiento que se honra de tener una candidata para las elecciones presidenciales del 2024? ¿Son estas las mismas personas que no entienden los problemas estructurales y creen que basta con tener a una mujer en la presidencia para ser más igualitarios y equitativos? La respuesta es sí.

 

Lo que resulta preocupante es que este discurso en el que Claudia Sheinbaum (o cualquier otra mujer en el poder, incluida Luisa María Alcalde) es la esperanza de México y la aliada perfecta de las mujeres en el país siga repitiéndose. No basta. No basta con compartir las mismas características que la población víctima de agresiones cuando, desde el privilegio, ni siquiera hay un acercamiento para entenderlas, para escucharlas, para apoyarlas.

 

No me malentienda. A nivel simbólico es importante que una mujer ocupe un espacio tan importante para la sociedad a nivel nacional e internacional. Sin embargo, el nivel simbólico no siempre alcanza para aproximarse a la cotidianidad y este es un ejemplo perfecto. En el caso específico de Claudia y Luisa (ya en confianza) los ejemplos abundan.

 

¿De qué sirven los discursos en los que se respaldan las acciones de las mujeres si en la realidad se invalidan sus preocupaciones, sus testimonios y sus demandas? ¿Cuál es el objetivo de que una representante llegue a ocupar puestos de tal relevancia si, en la práctica, hará lo mismo que podría hacer cualquier hombre?

 

La perspectiva de género es indispensable no sólo para atacar los problemas estructurales que se viven en nuestro país, como las desapariciones o los feminicidios, sino también para gobernar y para servirle al pueblo bueno del que tanto hacen mención. Ahora más que nunca es momento de marcar la diferencia y demostrar que los errores de las administraciones anteriores pueden evitarse.

 

¿O no?

arendy.avalos@gmail.com

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