Rosa Icela en Washington.
En opinión de Valeria Martínez Guzmán.
El fentanilo es un fármaco que se utiliza como droga ilegal, un opioide sintético, 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 veces más potente que la morfina. Es la droga que tiene en alerta máxima a las autoridades de Estados Unidos, ya que su consumo ha ido en aumento sostenido y ha causado miles de muertes en la Unión Americana.
El Resumen Ejecutivo del Informe Mundial sobre las Drogas 2020, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), señala que la facilidad de fabricación y los bajos costos de producción, al igual que la escasa regulación de muchos de los análogos del fentanilo[1] o de sus precursores mantienen la disponibilidad de esas sustancias en los mercados farmacéuticos y en los mercados ilícitos, lo que dificulta su detección y la prevención de su consumo.
En el informe de Cero Impunidad presentado en el mes de marzo pasado señala que del 6 al 20 de febrero de 2023, se aseguraron 35.2 millones de dosis de fentanilo con un peso de 65 kilos, es decir; el número de dosis de fentanilo aseguradas en el país aumentó casi nueve veces en comparación con lo decomisado en el periodo anterior, al incrementarse de 35.2 millones de dosis a 302 millones, un aproximado de 857 por ciento.
Derivado de esta crisis de esa sustancia que ha causado cientos de miles de muertes en Estados Unidos, el gobierno americano, el gobierno canadiense y el gobierno mexicano han establecido mecanismos de coordinación, en el Marco del Entendimiento Bicentenario.
Aunado a esta coordinación y como parte de estos esfuerzos en el combate a esta epidemia de opioides, el 12 de abril del año en curso, el Ejecutivo Federal creó mediante decreto la “Comisión Presidencial encargada de la coordinación nacional para combatir el tráfico ilícito de drogas sintéticas, y armas de fuego, y sus municiones”, la cual esta integrada por el presidente de la República, por funcionarios de de las Secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores, Marina, Salud, Seguridad y es presidida por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez .
Esta comisión presidencial, acudió a Washington la semana pasada para una reunión de alto nivel con autoridades encargadas de atender la crisis de fentanilo. Lo destacable de esta reunión fue el liderazgo de la “Zar antifentanilo” , la secretaria Rosa Icela Rodríguez, la cual señaló ante los funcionarios de América del Norte que, la estrategia a seguir ante esta terrible crisis de salud y seguridad; es buscar una solución en conjunto, es decir una solución binacional, aumentando incautaciones de drogas y armas, continuando con la detención de objetivos prioritarios, desmantelando sus redes financieras y debilitando la capacidad y cadenas de suministro del crimen organizado. Así como, compartiendo información para reducir el tráfico de armas y municiones, sin dejar de lado los esfuerzos para bajar el consumo de drogas sintéticas; frenando el tráfico ilegal de precursores químicos, y fortaleciendo su control y la aplicación de sanciones.
En resumen, generando una mayor operación y coadyuvancia pero siempre con la claridad de que todo lo anterior, se llevará a cabo en el marco de una relación entre iguales.
La funcionaria federal representó de manera responsable y soberana a nuestro país, señalando que:
“El Gabinete de Seguridad de mi país defenderá con hechos la dura campaña política electoral emprendida contra México. Es nuestro México y lo vamos a defender a todos los lugares, con resultados, con honestidad y con valor, frente a un pequeño grupo que hace propuestas inviables e inaceptables en lo que debe ser un esfuerzo, no de agresión sino de cooperación permanente.”
Sin duda, el papel de la secretaria en Washington representó un golpe de liderazgo y de defensa de nuestra soberanía, porque esta crisis ha permeado en los sectores de salud, seguridad y educación; comprometiendo el futuro y la seguridad de cientos de miles de jóvenes, por ello es esperanzador que una funcionaria todo terreno como Rosa Icela Rodriguez sea quien encabece estos esfuerzos para atender la crisis de fentanilo, si desde un enfoque de seguridad pero sobretodo, con un enfoque de prevención; sin perder de vista que el objetivo primordial de estos esfuerzos coordinados es la construcción de paz.
Valeria Martínez Guzmán.
[1] De acuerdo con la Revista de Relaciones Internacionales de la UNAM, el fentanilo es un anestésico intravenoso entre 75 y 125 veces más fuerte que la morfina (número 140, mayo-agosto 2021, página 90).