Repaso - !AY, MARCO ADAME, YA SE LE OLVIDÓ XOXOCOTLA Y LOS MAESTROS!
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
Con ejército o sin ejército en la calle, un gobierno represor nunca niega la cruz de su parroquia. En Morelos recuerdo la represión en octubre del 2008 que sufrió el pueblo, hoy municipio indígena de Xoxocotla, cuyos habitantes se solidarizaron las maestras y los maestros en pie de lucha contra la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), esperpento avalado y defendido por la aún lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, a quien todavía algunos le queman incienso.
Transcurría la administración panista de Marco Antonio Adame Castillo, quien recientemente apareció en el Senado como presunto miembro de una agrupación de la sociedad civil. Allí estuvo, junto con otros “próceres” de la derecha recalcitrante y con el nefasto empresario Claudio X González, enemigo declarado de la educación pública del país y, por traslación, difamador de élite de los docentes al servicio del pueblo.
Con los pobladores de Xoxocotla, Adame Castillo no tuvo consideración alguna. En su condición de mandatario estatal fue evidente su decisión o consentimiento para que las fuerzas represivas entraran a palo y fuego al caserío y desarticularan con exceso de violencia el movimiento de resistencia popular en apoyo a los docentes insurrectos.
Un video de aquellos hechos se puede consultar fácilmente en la red. Justino Miranda, corresponsal del diario El Universal, dio cuenta del “campo de batalla” prevaleciente por aquel rumbo. En las imágenes proyectadas era indudable la presencia de contingentes de “seguridad” armados hasta los dientes. Acudieron contingentes de la desaparecida Policía Federal Preventiva, de la policía estatal y municipal, así como del ejército mexicano.
En otro video se observan camiones militares, tanquetas, helicópteros sobrevolando, soldados posicionados en lugares estratégicos. Se incluye también un texto en el que se afirma: “Desde que Felipe Calderón declara su guerra contra el narcotráfico el ejército ha sido utilizado como policía, lo cual está prohibido por la constitución mexicana. Y sus blancos, como Xoxocotla, son los pueblos, no los narcotraficantes”.
La responsabilidad atribuida a Marco Antonio Adame Castillo fue plasmada en el “Manifiesto de Xoxocotla”, del 16 de octubre del 2008: “Ante la brutal represión que sufrimos por parte de usted y de sus corporaciones policiacas los días 8 y 9 de octubre del presente año en la comunidad indígena de Xoxocotla (reprobamos los) hechos que usted conoce y coordinó junto con el gobierno federal y con su partido el PAN, con el afán de cumplir su voluntad e imponer un programa educativo que por nombre le pusieron ALIANZA EDUCATIVA…”
Faltos de pudor histórico, cínicos del presente, conservadores como Adame Castillo hoy levantan la voz en contra de lo que llaman la militarización de México. Ellos, que no contuvieron sus impulsos autoritarios, ahora manifiestan su preocupación porque el Ejército Mexicano salga a la calle para participar en la contención de la violencia generada por grupos criminales y enviciadores de la sociedad.
Sus falsos gritos de alerta no tiene un referente objetivo, porque en los últimos años el papel desempeñado pot las fuerzas armadas ha sido, por lo general, en beneficio del país. Por lo pronto, han quedado atrás aquellos episodios aciagos cuando los soldados eran utilizados para inhibir sangrientamente a los opositores del régimen y a las comunidades confrontadas con el poder público y político que las atosigaba.
Sus manifestaciones, su fingida preocupación por el bienestar del pueblo, sólo tiene motivaciones ancladas en el rencor y en la frustración de haber perdido el poder y la influencia que en otros tiempos tuvieron.
¿Qué se puede esperar de aquellos que discrecionalmente, inconstitucionalmente, en sus momentos de sátrapas sacaron al ejército de sus cuarteles para reprimir a los ciudadanos?
Desde mi particular puto de vista, fue lamentable la aparición del ex gobernador morelense en una conferencia en la que exhortaron a gurpos de senadores de la actual oposición, a cerrarle el paso a una propuesta obradorista en tiempos de paz, en circunstancias sociales donde no hay crispaciones populares ni impulsos gubernamentales para lanzar al ejército en contra de los pobladores paćificos de nuestro país.
Marco Adame, con su aparición y participación en esa conferencia de actores de derecha atentos a las indicaciones que les da Claudio X. González, está ratificando su pertenencia a causas y voluntades ajenas al interés colectivo. Qué lamentable.
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