Reforma al Poder Judicial
En opinión de Javier Bolaños
El ministro presidente Arturo Saldivar anunció en días pasados la presentación de propuestas de reformas al poder judicial de la federación. Este proyecto contempla temas importantes que frecuentemente han sido denunciados y señalados como pendientes por resolver y así fortalecer a este poder fundamental en la vida democrática de nuestro país.
Se incluye en la propuesta el combate al nepotismo, de cuya existencia al interior del poder judicial sobran evidencias, el fortalecimiento a la carrera judicial, y un impulso fuerte a la consolidación de la defensoría pública, ampliando sus ámbitos y funciones al área de los juicios de amparo familiares, lo que sin duda será de gran ayuda para aquellos que no cuentan con recursos para hacerse de los servicios de un abogado.
Los órganos constitucionales autónomos de los estados de la república se fortalecerán también al facultarles presentar controversias constitucionales cuando consideren que se obstruyen o invaden sus facultades.
Se incluye la paridad de género como uno de los ejes rectores de la carrera judicial, se obliga la procuración de espacios de trabajo libres de violencia y discriminacion, y se busca agilizar y facilitar los procedimientos de sanciones administrativas por violencia, hostigamiento y acoso sexual.
Todo lo anterior sin duda es positivo y necesario para el mejor funcionamiento de la SCJN, pero también hay temas incluidos en la propuesta que deben revisarse con detenimiento, pues podrían derivar en acumulación de facultades y poder en una sola persona y dificultaría la procuración de una justicia pronta y expedita, como lo sería la eliminación del recurso de reclamación cuando ante la presentación de un amparo directo, el presidente decida no darlo a conocer al pleno, es decir, será sólo la voluntad del presidente la que permita o no dar trámite a ese tipo de recursos.
Desde 1995 no se reforma el marco jurídico, el fortalecimiento, modernización y consolidación del poder judicial junto con reglamentaciones que impulsen la transparencia en su actuar son temas que no pueden esperar más; los análisis y discusiones que seguramente serán ventilados en las próximas semanas nos darán una idea más clara de los alcances del proyecto presentado por el ministro presidente, y de la disposición de nuestros representantes para complementarla o incluso bloquearla, lo que sería muy grave.
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