Reconocimiento de ONU-Unesco a investigadora de Cuernavaca
-El premio de más de 2mdp, por su labor en el uso de bacterias respetuosas con el ambiente
La investigadora María Esperanza Martínez Romero, quien desempeña su actividad científica en Cuernavaca, ganó un premio de la ONU-Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y la Ciencia) por su trabajo sobre el uso de bacterias respetuosas con el ambiente. En lo económico, ello representa más de 2millones de pesos.
El organismo internacional, en el marco de la oficialización del premio, subrayó que el estudio de la investigadora titular del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM en Cuernavaca busca favorecer el crecimiento de plantas y aumentar la productividad agrícola, reduciendo al mismo tiempo el uso de fertilizantes químicos.
La científica mexicana fue una de las cinco premiadas internacionales en la 22 edición de dichos galardones, en los que también participa la empresa L’Oreal, y con el cual se busca destacar en el mundo a investigadoras «excepcionales» de diferentes regiones del mundo con 100 mil euros (unos 109 mil dólares ó 2 millones 170 mil pesos mexicanos, según la paridad actual) a cada una.
La Dra. María Esperanza Martínez Romero estudió la licenciatura, maestría y doctorado en Investigación Biomédica en la UNAM. Realizó un posdoctorado en Francia en el INRA (Instituto Nacional de Investigación Agronómica) de Toulouse y estancias sabáticas, en la
Universidad de California, destaca sobre ella la Máxima Casa de Estudios en el país. Actualmente funge como coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Genómicas de la UNAM, que se imparte en esta capital morelense.
La investigadora comentó a "UNAM Global" recientemente que “lo que le enseñamos a los alumnos es que puedan sumergirse, entender, descifrar, extraer conocimiento de todos estos datos genómicos que están revolucionando la medicina, la biología, la agricultura, los conceptos de evolución que tenemos”.
Martínez Romero señaló que los análisis completos de los genomas han permitido identificar las enfermedades se pueden contra-seleccionar, es decir, que los individuos que portan genes malignos no se reproduzcan. Otra alternativa es tratar la edición del genoma: la persona sabe de qué gen es mutante y que es probable que sus hijos padezcan cierta enfermedad, por lo que puede intentar que le reparen su genoma para “quitarle” el problema.
Sostuvo que los países desarrollados serán los primeros en tener acceso a esta tecnología de manera casi rutinaria, antes de tomar la decisión de tener hijos.
El poder de la genética ha sido tal que “lo que nos imaginamos que nos darían y dirían los genomas se ha quedado corto”. Los estudios genómicos también han arrojado descubrimientos de mutaciones de novo, es decir, aquellas que surgieron en el proceso de generar un nuevo ser vivo.
Finalmente, la investigadora aseguró que los retos de esta ciencia son enormes. “Estamos prácticamente en la prehistoria de la genómica, desconocemos la función de los genes de muchos organismos”.